|| PRIMER LIBRO COMPLETO.
|| SEGUNDO EN PROCESO.
En el brillante y encantado reino de Auradon, dos príncipes, cada uno con un legado poderoso, han estado en una constante rivalidad desde que tienen memoria. Ben, el heredero carismático y noble del R...
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MARATÓN 2/4.
BEN.
El lago había sido un lugar sereno para pasar la tarde, pero el verdadero tesoro del día nos esperaba en el bosque. Después de nuestra tarde en el agua, llevé a Soleil a un lugar que tenía un significado especial para ambos: la casa en el árbol que construimos de niños.
La caminata hacia el bosque era como un viaje al pasado. Los árboles altos y el aroma a tierra fresca nos envolvieron en una sensación de nostalgia. Al llegar a la colina, la casa en el árbol apareció entre las ramas, como un faro de recuerdos compartidos.
—¿Es esta la casa en el árbol que construimos? —preguntó Soleil, su voz llena de asombro y emoción.
—Sí, es la misma —respondí con una sonrisa, viendo cómo su expresión cambiaba mientras observaba la estructura.
La casa en el árbol no había sido reformada. Había resistido el paso del tiempo tal como la dejamos, con su estructura de madera que aún mostraba las marcas de nuestras primeras construcciones. La cuerda que usábamos como escalera seguía colgando de la misma manera, y las ventanas sin cristales aún dejaban ver el bosque que nos rodeaba.
Subimos las escaleras de cuerda con cuidado, el crujido de la madera bajo nuestros pies y la emoción en el aire. Al entrar, la casa estaba igual de encantadora, con el mismo desordenado encanto de nuestra infancia. Las paredes tenían garabatos y dibujos que habíamos hecho, y el pequeño rincón que servía como nuestro refugio estaba lleno de recuerdos.
—No puedo creer que todavía esté aquí —dijo Soleil, observando los detalles con una mezcla de admiración y nostalgia.
—Sí, es sorprendente —asentí, acercándome a la ventana que daba al bosque. —Siempre fue un lugar especial para nosotros.
Nos sentamos en la pequeña mesa de madera, reviviendo recuerdos y riendo sobre las ocurrencias de nuestra niñez. Las historias sobre nuestras aventuras en la casa en el árbol fluían con naturalidad, y la atmósfera cálida y acogedora hizo que nos sintiéramos como si el tiempo se hubiera detenido.
A medida que el sol comenzaba a ocultarse, la luz dorada llenó el espacio, envolviendo a Soleil en una aura mágica. La forma en que los rayos de sol iluminaban su cabello dorado, creando destellos dorados en sus mechones, era simplemente encantadora. Sus ojos verdes brillaban con una intensidad que sólo acentuaba la belleza de su rostro, y su perfil era perfecto, cada rasgo cuidadosamente esculpido por la luz suave del atardecer.
Observando cómo la luz acariciaba su rostro, me sentí completamente cautivado. Su expresión, serena y llena de emoción, hizo que mi corazón latiera con fuerza. La imagen de Soleil bajo la luz del sol era un cuadro vivo de belleza y nostalgia.
Nos miramos en silencio, y una sensación de familiaridad y calidez envolvió el espacio. La magia del momento hizo que el mundo exterior pareciera desvanecerse mientras me acercaba a ella.
Con cada paso, sentía el latido de mi corazón resonar más fuerte, y el aire entre nosotros parecía cargado de una tensión suave y electrizante. El recuerdo de nuestra amistad de la infancia se mezclaba con la realidad del presente, creando una mezcla de emociones que me resultaba difícil de descifrar.
Finalmente, nuestros rostros estaban tan cerca que podía sentir el calor de su respiración. Los labios de Soleil, tan perfectos y cercanos, me llamaban de una manera que no podía ignorar.
Cuando nuestros labios se encontraron, fue como si el tiempo se detuviera. El beso fue suave al principio, como un susurro en la brisa, pero pronto se convirtió en algo más profundo y significativo. La sensación de sus labios contra los míos era una mezcla de ternura y pasión, como si estuviéramos desvelando un secreto que habíamos estado guardando durante años.
El contacto era electrizante, y sentí una ola de emociones que no había experimentado antes. Era un momento lleno de promesas, de un futuro que podría ser diferente. Nos abrazamos, las manos de Soleil se entrelazaron con las mías, y el mundo a nuestro alrededor parecía desvanecerse. Todo lo que importaba era ese instante compartido, en el que el pasado y el presente se encontraban en perfecta armonía.
Cuando finalmente nos separamos, ambos estábamos respirando pesadamente. Soleil me miró con una expresión de sorpresa y alegría, sus ojos brillando con una mezcla de asombro y felicidad.
—No sabía que... —empezó a decir, pero se detuvo, buscando las palabras correctas.
—Yo tampoco sabía que... —respondí, sin saber qué decir, pero con una sonrisa en mi rostro.
Soleil se rió suavemente, y yo me uní a su risa. Fue un sonido que llenó la casa en el árbol con una nueva energía, como si el lugar hubiera cobrado vida de nuevo.
—Este lugar siempre ha sido especial para nosotros —dijo Soleil finalmente. —Y ahora, este beso... es como un capítulo nuevo en nuestra historia.
—Sí —asentí, sintiendo que todo encajaba perfectamente. —Creo que este lugar siempre nos ha estado esperando para este momento.
Nos quedamos en la casa en el árbol un rato más, hablando sobre nuestros sueños y esperanzas. El sol se había puesto por completo, y las estrellas comenzaron a brillar en el cielo nocturno. El día había sido lleno de recuerdos, y el beso que compartimos en la casa en el árbol era un momento que nunca olvidaríamos.
Al final de la noche, mientras caminábamos de regreso al castillo bajo el cielo estrellado, supe que el tiempo compartido en la casa en el árbol había marcado el inicio de algo nuevo y hermoso. La despedida estaba cerca, pero el recuerdo de ese beso y el vínculo renovado entre nosotros era un regalo que siempre llevaríamos en nuestros corazones.