|| PRIMER LIBRO COMPLETO.
|| SEGUNDO EN PROCESO.
En el brillante y encantado reino de Auradon, dos príncipes, cada uno con un legado poderoso, han estado en una constante rivalidad desde que tienen memoria. Ben, el heredero carismático y noble del R...
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SOLEIL.
La noche del baile de fin de curso finalmente había llegado. El ambiente en Auradon Prep estaba lleno de emoción y nerviosismo. Las luces brillaban intensamente, iluminando el gran salón decorado con elegancia. Todo el mundo estaba listo para la gran noche, y yo no era la excepción.
Mientras me miraba en el espejo, ajustando los últimos detalles de mi vestido, sentí una mezcla de alegría y anticipación. Mi vestido, un diseño de Evie, era de un azul profundo con detalles dorados, recordando un poco a los colores del reino de Corona. Mi cabello, peinado en suaves ondas, caía sobre mis hombros, y un ligero toque de maquillaje realzaba mis rasgos. Me sentía como una princesa de cuento de hadas.
—Estás deslumbrante, Soleil —dijo Evie, entrando en la habitación con una sonrisa de satisfacción—. Ese vestido te queda perfecto.
—Gracias, Evie. Hiciste un trabajo increíble —respondí, girando para admirar el vestido desde todos los ángulos.
Lonnie, Morven y Jane también estaban en la habitación, listas y emocionadas. Cada una de ellas lucía espectacular en sus propios estilos, y la emoción en el aire era contagiosa.
—Bueno, chicas, ¿listas para el gran evento? —preguntó Lonnie, levantando una ceja con diversión.
—¡Definitivamente! —respondimos al unísono, riéndonos juntas.
Salimos de la habitación y nos dirigimos hacia el salón de baile. Al llegar, el ambiente festivo nos envolvió. La música, las risas y el murmullo de conversaciones llenaban el aire. Busqué a Ben entre la multitud, y cuando nuestros ojos se encontraron, supe que esta noche sería inolvidable.
Ben estaba esperando cerca de la entrada, luciendo increíblemente apuesto en su traje. Cuando me vio, su rostro se iluminó con una sonrisa que hizo que mi corazón latiera más rápido.
—Estás hermosa, Sol —dijo, tomando mi mano con suavidad.
—Tú también te ves muy bien, Ben —respondí, sintiendo un rubor subir a mis mejillas.
Nos unimos a la multitud y comenzamos a disfrutar de la noche. La música nos envolvía mientras bailábamos, rodeados de nuestros amigos y compañeros. Todo se sentía perfecto, como si el mundo hubiera desaparecido y solo quedáramos nosotros dos.
En un momento de la noche, Ben me llevó al centro del salón y me susurró al oído:
—Quiero que esta noche sea especial para nosotros. Vamos a disfrutar cada momento.
Pasamos la noche bailando y riendo, compartiendo miradas cómplices y pequeños gestos que solo nosotros entendíamos. A lo lejos, vi a mis padres, Rapunzel y Eugene, observándonos con sonrisas de orgullo y felicidad. Era un recordatorio de todo el amor y apoyo que teníamos a nuestro alrededor.
