Capitulo 37.

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— Olivia. Ell..

— Elliot. ¿Si?

— Olivia. Aunque hubiera razones.. ¿Me dejarías de amar?

                           C o n t i n u a r á

— Elliot. Jamás. —sonrió—. Por ninguna de las razones te dejaría de amar. Entiende qué tú eres mi vida.

— Olivia. Y tú eres la mía. —sonrió.

— Elliot. Ven acá y besáme. —dijo tomándola por la cintura para pegarla más a él y besarla.

— Olivia. Amo tus besos cariño —dijo separándose de él—, pero tengo qué ir a tú departamento por tus cosas, irte a dejar al mío e ir por Noah.

— Elliot. Entiendo, ¿Nos vamos?

— Olivia. Sí.

Ambos bajaron por el elevador en dirección a la salida. Firmaron algunos papeles dando autorización a su salida y después de una revisión de maletas los dejaron salir. Olivia lo ayudo a subir a su carro y después le puso con mucho cuidado el cinturón de seguridad.

— Elliot. El cinturón me lastima. —se quejó.

— Olivia. Lo sé.. pero debo cuidarte ante todo. —suspiró—, creo qué se puede hacer un poco más grande.. —dijo desatandolo—. ¿Así está bien?

— Elliot. Sí.. mucho mejor.

Olivia arrancó en dirección al departamento de Elliot. Fueron algunos minutos de camino y sólo iban platicando de cosas qué harían esos días que Elliot estuviera ahí.

— Olivia. Ya surtí por línea un poco de mi despensa del super para hacerte unas ricas y nutritivas comidas.

— Elliot. Puedo comer lo qué sea, no es necesario qué te esfuerces tanto en las comidas cielo.

— Olivia. No, tienes qué comer exactamente lo qué te dijo el doctor. Investigue cómo hacer unas ensaladas con una salsa de muchas verduras, se veía riquísima.

— Elliot. Noah me va a odiar después.. —rio.

— Olivia. ¿Por qué lo dices?

— Elliot. Debe de odiar las verduras y va a tener qué comerlas por qué eso vas a hacer de comer, ¿no?

— Olivia. Noah ama las verduras. También una vez a la semana podemos pedir pizza o algo así.. sólo tu no podrás comer. —dijo riendo.

— Elliot. No podré comer pizza pero si otra cosa que es muchísimo más rica. —dijo mordiendo su labio y mirándola.

— Olivia. Ni siquiera lo pienses corazón.

— Elliot. ¿Por qué? Me siento de maravilla.

— Olivia. Te sientes pero no lo estás. En la hoja de instrucciones del doctor dice qué nada de relaciones alrededor de dos semanas hasta que la herida cierre.

— Elliot. Una hoja no va a impedir nada.

— Olivia. Bueno.. te lo aseguro que sí.

— Elliot. Okey. —rodeó los ojos—. Sólo por favor no te pongas esas pijamas qué acostumbras a ponerte. —suspiró.

— Olivia. ¿Cuáles pijamas? —dijo riendo.

— Elliot. Esas de.. —suspiró—, las de blusitas de tirantes y shorts. —sonrió—, te ves muy sexy con ellas.

— Olivia. ¿Estamos en la hora de confesiones detective Stabler? —levantó una ceja.

— Elliot. Supongamos que sí.

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