No resistiré

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*Narra Logan*

No puedo creer que ella haya permitido que ese inútil se le acercara así, ella se veía totalmente incapaz de hacerme algo así, sabía que sus sentimientos eran puros, pero ahora ya no sabía qué diablos pensar.
En cuanto salir no sabía a dónde ir, no quería que nadie me viera de esta forma así que entré y me alegré un poco al ver que estaba totalmente vacío. Me tomé la cabeza entre las manos y maldije incontables veces. Nunca me había sentido así ante una traición, normalmente me valía una mierda si una chica se besaba con alguien más, pero ahora me dolía tremendamente

—No me gusta verte así— escucho a Grace entrar y ponerse a mi lado.

—¡Déjame solo!— le gritó sin importarme nada.

—Vamos— alarga y me rodea poniéndose enfrente— Se que quieres hacerle lo mismo.

La idea de vengarme no se me había cruzado para nada por mi mente, pero desde luego, el coraje me hace pensar cosas estupidas que por ahora parecen muy razonables.

—Te equivocas— trato de decir.

—Sabes que no, solo bésame, ella está haciendo lo mismo.

Mi respiración se agita tan solo con la idea de que Austin está besándola, esta probando sus suaves labios y es que no soporto la maldita idea. Maldito Austin, maldito amor.
Tomo a Grace de los hombros y la acercó a mis labios bruscamente, ella intenta poner sus brazos al rededor de mi cuello pero no la dejo y le detengo ambas manos. Me siento estafado al no sentir absolutamente nada comparado con los labios de (TN), ellos lo tienen todo, todo lo que me gusta.
Segundos después la aparto con decepción y hasta asco, pero detrás de ella veo esos ojos grandes mirando en mi dirección, con tristeza, se me cae el alma a los pies y me siento una mierda con lo que acabo de hacer.

«Eres tinto, Logan»

Pero es que ella hizo lo mismo, ella me estaba engañando con él idiota bailarín.
No dejamos de vernos hasta que ella corta el momento y mira Grace, después de nuevo a mí, suelta un suspiro y sale del lugar.
No, no debo seguirla, ella tiene la culpa de lo qué pasó, ella debería venir y pedirme hablar, no yo seguirla y rogarle que me perdone.
No quería estar más en ese lugar de todas formas, así que salí después de todo, no pude evitar buscarla con la mirada pero no había señales de (TN).
Lo juro, me vuelve totalmente loco.
Las explicaciones debe dármelas ella, yo la encontré bien abrazada a otro tipo, no se pueden quedar así las cosas, no puede dejar que yo me quede con estas dudas. Admití que no fue la mejor salida irme a besuquear con Grace, pero soy un impulsivo sin remedio, eso ya lo sabe y aunque no es justificante, sabe que soy un idiota y que no me controlo.
Mierda, debería ir yo a rogarle que me perdone, a decirle que soy un tonto y que por favor vuelva a besarme, que no hay otros labios que yo quiera probar, solamente los suyos.
Mejor me dirijo a mi dormitorio y me tiro en la cama, ojalá me duerma rápido antes de ir haga una tontería.

*Narra (TN)*

Mi mente está repitiéndome como loca "te lo dije", tipos como él no tienen remedio, siempre hacen cosas que hieren y que te rompen el corazón en miles de pedazos, ellos solo piensan en sí mismos, no en cuanto daño pueden llegar a hacer, paseándose con su linda sonrisa y sus hoyuelos de infarto.
Estoy tan molesta que quiero golpear todo lo que se me cruza. Ni siquiera dejo que le explicase qué había pasado con Austin, rápido se fue a besuquear con la facilota de Grace. ¡Agh! ¡Maldición!
Debía sacar esto de mi mente y de mi ser, así que no dude en contarle todo a las chicas en cuanto entré por la puerta, se enojaron tanto como yo o incluso más.

—¡Voy a golpearlo! Te lo juro, (TN). Voy a tomarlo del cuello y..— su frustración no la deja terminar y mejor suelta un grito.

—Sabía que era un inmaduro, pero esto ya es pasarse— apoya Alexa y niega con la cabeza.

Katelyn chasque la lengua y se pone a pensar más a fondo, no le parece nada normal que Grace estuviera en medio de todo, justo cuando pasaron las cosas, pero tal vez solo estaba exagerando, ella siempre está pendiente de él y trata de acercársele eso es todo.

—Es que no tiene mucho sentido— expresa mirando la pared rosa.

—Lo sé— digo tirándome en la cama con la mirada en el techo— Me siento terrible.

Pongo una almohada en mi cara y la dejo ahí mientras ellas siguen hablando del tema, especulando varias cosas pero dejo de oírlas y me quedo totalmente dormida.

Al día siguiente no tengo ganas de cruzármelo y menos de verlo o hablarle, ¿pero como voy a evitarlo? Si estamos en la misma universidad en casi todas las clases juntos. Definitivamente faltar no era ninguna alternativa, no afectaría mis calificaciones solo por no querer verlo, debía ir a como de lugar.
Suspiré y tomé mi bolsa con mis libretas dirigiéndome a la primera clase, el salón de canto.
Las chicas tomaron sus asientos de siempre y yo tenía que sentarme justo enfrente de él, diablos no debí escoger este lugar.

—Tomen asiento por favor— habló el profesor entrando al aula.

Decidí restarle importancia y sentarme de una vez, al tanto de su mirada sobre mí.
Me recargue hacia el frente para mantener la mayor distancia posible entre nosotros dos, aunque no era mucha, me hacía sentir más tranquila.
No resistiré tanto tiempo escuchando su suave respiración detrás de mí, pero trató de distraerme escribiendo algunos acordes que el profesor dicta.
Sigo escribiendo hasta que su voz me distrae.

—¿Por qué no miras?

Me tienes en tus manos (Logan Henderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora