Me tienes en tus manos (Logan Henderson)

Te prefiero a ti

*Narra (TN)*

—¿Peter?— alcanzó a preguntar.

Irreconocible, tuve que mirarlo por otro par de segundos para sercuorarmw de que era él. Su cabello, su ropa y hasta la forma en la que se expresaba eran totalmente diferentes.
La realidad es que se veía bastante bien, no sé qué le haya hecho cambiar pero no fue para mal, sin embargo presiento que simplemente es un fachada.

—¿Y tú qué diablos quieres?— al parecer Logan lo reconoció de inmediato y por el tono de su voz pude descifrar que comenzaba a enojarse.

—Pasaba por aquí..— explica encogiéndose de hombros sin darle mucha importancia.

—¡No estabas espiando!— expresa Logan mientras lo señala con el dedo índice. Por inercia me pongo frente a él para evitarle el paso.

Peter río dejando ver su reluciente sonrisa. Cielos, si que era un gran cambio.

—Yo no soy como tú— enarca una ceja— ¿Te gustaría que le dijera a (TN) todas las veces que me mandaste a espiar?

Yo miro a Logan. ¿Espiarme?
Él abre bastante los ojos y me mira con temor, después niega eufóricamente con la cabeza y vuelve a su gesto de enojo.

—Eres un maldito mentiroso— escupe con furia— Vámonos, (TN).

Toma mi mano y nos intenta llevar lejos.

—¿De qué está hablando?— intento averiguar. Ahora si que me había quedado con la duda.

—No sé, esta loco.. ¿No ve como nos espiaba?— seguimos caminando lejos sin una dirección específica.

—¿A dónde vamos?— vuelvo a hablar, sin dejar de ver su rostro furioso.

De acuerdo, estaba aguantándome las ganas de reír, no sé por qué volvió a cambiar su actitud, pero debo admitir que se ve totalmente adorable.

—Lejos de ese imbécil, rubio de mierda— expresa sin detenerse.

Sus palabras solo hacen que suelte una pequeña risita juguetona, la cual él se percata y me mira confundido.

—¿Que es tan gracioso?— inquiere.

—Tú— digo obvia y por fin dejo salir la risa que tanto me aguantaba— Estas celoso.

Él se acomoda la chaqueta de mezclilla con sumo cuidado mientras sonríe con orgullo.

—No estoy celoso— asegura regresando su mirada a mis ojos.

—Si lo estás— lo sigo molestando.

—No.

—Si.

—No, (TN)— se acerca a mí y yo levanto mis manos en son de paz.

—De acuerdo, como digas— río.

De la nada, me acorrala contra un árbol cercano, quedando a una distancia casi inexistente. Su rostro a centímetros del mío y su respiración mezclándose con la mía.

—¿Ya me perdonaste?— preguntó cambiando el tema a su favor.

—No estoy segura— giro mis rostro a otro lado y siento sus húmedos besos recorrer mi mejilla bajando por mi cuello.

—Te quiero— declara en un susurro cerca de mi oído.

—Te quiero más.

~Horas mas tarde~

Las piernas parecían ya no querer responderme, cada que quería caminar Preciado que iba a desplomarme.
Bebo de mi botella de agua hasta acabármela, los ensayos se ponían cada vez más intensos. Me encantaba pero ya ni siquiera dormía lo suficiente, de todas formas, no renunciaría jamás.