Me tienes en tus manos (Logan Henderson)

Mi niña

Narra (TN)

Ahora era seguro, mi segundo nombre debería ser 'masoquista'. Yo sabía, sabía perfectamente que no mantener mi mente ocupada me traería esos recuerdos dolorosos. Toda la noche me fue imposible tener un sueño corrido, me estuve despertando cada poco por pesadillas en las que Logan me repetía una y otra vez esas crudas palabras. Y por la mañana, tuve que ignorarlo todo lo que pude, gracias al cielo me fue más fácil, ya que las chicas no paraban de estar tras de mí diciéndome chistes y tratando de hacerme reír, al igual que Austin, lo cual, agradezco infinitamente.
Pero llegaba un momento, como siempre, un inevitable momento oscuro en el que yo no podía evitar apartar las memorias.

~FlashBack~

—Te retó— señala con su índice— Una carrera hasta el edificio.

¿Una carrera y con estos zapatos? Madre mía, no llegaría ni a medio camino. Además de la enorme ventaja que tenía el, de la había osado entrenando tres veces por semana para el equipo de americano.

—¿Quieres competir contra mí? No parece muy justo— me burlo.

—¿No hemos comenzado y ya estás pensando en perder?— contraataca— ¡Vaya!

Entrecierro los ojos, se está ganando a pulso que le cierre la boca intentando ganarle. No quedaría como una cobarde frente a Logan Henderson, al menos haría mi lucha.

—Bien— accedo— No quería que quedaras humillado frente a mí, pero si insistes, amor.

Él se carcajea pero me abraza por la espalda mientras me acomodo la ropa para estar más cómoda.

—Te daré ventaja— susurra apretándole contra él.

—Puedo sola— digo con orgullo. Siento como sonríe sobre l piel de mi cuello.

Me aprieto los cordones de los tenis, qué suerte que había traído esos hoy, de no ser así, no tendría ni la más mínima oportunidad de ganar (quizás aún así no la tengo pero lo intentaría).
«La esperanza no muere»

—Contaré hasta diez después que tú salgas, esa será tu pequeña ventaja— explica— Así será más justo.

Enarco una ceja, pero tenía razón, quizás así sería más justo. Decido no sobreponerme y aceptar sus reglas.

—O quizás para justificarte cuando pierdas— arremango la blusa y me pongo en posición a su lado— ¿Qué harás si gano?

Veo de reojo como acomoda su cabello con un gesto de diversión.

—Haré lo que me pidas— contesta y en seguida me toma de la cadera con firmeza— Pero si yo gano, tú harás lo que yo te pida.

No bajo la mirada ante sus chispeantes ojos. ¿Lo que él me pida? Bueno, no puede ser tan malo ¿o si?

—Trato.

Vuelve a ponerse en su lugar. Nos damos una última mirada de rivales antes de que él comience a contar.

—Uno.. Dos.. ¡Tres!

Comienzo a correr como nunca en mi vida, de repente me siento corredora profecional, no recordaba correr así de rápido, tal vez tenga oportunidad y pueda...
Diez segundos después, lo escuchó detrás de mí, volteó ligeramente para no perder el equilibrio, pero soy interrumpida por sus manos, que me elevan por el aire y me dejan tendida en el suelo con delicadeza.

—¡Hey!— grito como protesta— ¡Tramposo!

Escucho su suave risa alejarse poco a poco, no me rindo y me vuelvo a poner en pie, aunque sé que ya no tengo oportunidad, llego segundos después que el.
Estaba recargado en la pared con los brazos cruzados sobre su pecho demostrando superioridad.