Estuvo nerviosa todo el tiempo esperando por Marco, pero cuando las puertas del ascensor Se abrieron y ella cerró la puerta del apartamento tras de sí, su corazón se tranquilizó.
—Estás hermosa. ¿Estás segura de que quedamos para café? ¿No pensaras ir a otro lugar?
—Estoy completamente segura de que es un café. Aunque... —murmuró mirándose los zapatos y luego mirando a Marco desde abajo. —... Me encantaría que pudieras ayudarme recomendándome una buena compañía para decoraciones de interiores. Creo que tienes esa clase de... de..
—¿De qué? ¿Qué es lo que quieres decir? Si es lo que sospecho, déjame decirte que No todos los gays sabemos de decoración de interiores.
—Nunca he tenido amigos Gays, ni tampoco conocidos.
—Estamos en el 2020.
—¿Eso qué quiere decir?
—Qué me parece totalmente extraño.
—Culpa a la mala fama que tiene ustedes.
—Sobre?
—La decoración de interiores. En todos los libros las protagonistas tienen a un amigo hay que las ayuda maquillando se y vistiendo ropa sexi, así como cambiando su sala y pintando con colores extravagantes.
—¿Para eso me llamaste, Annette?
—No. —Respondió rápidamente. —Te. Llamé porque quiero tomarme un café con un hombre espectacular que conocí en un vuelo con dirección a Burdeos. ¿Crees que a él le gustaría eso?
Intentando suavizar un poco sus palabras, dijo aquella broma, buscando que Marco sonriera al menos un poco.
Una sonrisa cruzó el rostro de Marc y esta la tranquilizó.
No quería come zar tan pronto con mal pie con el único posible amigo que tendría en Francia.
—Vale.
—¿Estamos bien?
—Te perdono porque estas hermosa.
—Es la segunda vez que me ves.
—Bueno, pero puedo decirte que estas más bella que ayer, no quiero imaginarme la razón de Porqué.
Annette soltó una carcajada.
—Sí, mejor no te lo imagines. —dijo agradecida.
—¿Entonces, nos vamos?
—Si debes de estar en otro lugar... pa
—No tengo otro lugar en el cual estar.
—Te he llamado sin previo aviso. Ni siquiera te he preguntado si tenías compromisos para hoy.
Lo que menos deseaba era involucrar a ese hombre que se había portado también con ella. No quería congestionado ni mucho menos alejarlo.
Marco era demasiado bueno y comprensivo.
—No te disculpes. No tenía planes. No es demasiado pronto. Yo te di mi número para que lo utilizaras. —dijo él sin darle importancia— estoy a tu entera servicio la mañana de hoy, pero antes que ir a ver esas famosas oficinas de decoraciones de interiores, prefiero que nos tomemos un café y así me pláticas un poco más sobre este gran hombre que te tiene tan Enamorada, con ese brillo casi palpable en los ojos.
—¿Tanto se me nota? —dijo ella sonriendo y sonrojándose al mismo tiempo.
—El amor está en el aire. Te flotan los corazones por encima de la cabeza.
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AMANTE DEL FRANCES (EN EDICION ORTOTIPOGRAFICA)
RomanceAnnette Maréchal a sus veinticuatro años, ha entendido por fin la diferencia entre: ser amada y ser utilizada. Al conocer a Antoine Bourdeu, creyó que su vida iba a estar finalmente completa. Contrajo matrimonio con él, a los dos meses después de co...