𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 29

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●~** El Fuego en la Sombra**~●

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●~** El Fuego en la Sombra**~●

La tarde se deslizaba con una melancólica calma sobre el palacio, y la tristeza se sentía en cada rincón. Dos días habían pasado desde que la noticia de la muerte de Jaehaerys había sumido al reino en un duelo desconsolado. En el balcón de sus aposentos, Aegon y Aelycent trataban de encontrar un respiro en medio de la tormenta emocional. Aegon, con el rostro cansado y marcado por la preocupación, sostenía a Jaehaera en su regazo y sosteniendo la mano de Aelycent. La pequeña dormía plácidamente, ajena al dolor que consumía a sus padres.

De repente, un golpe firme y urgente en la puerta interrumpió la calma. Aelycent, aún con los ojos enrojecidos, se enderezó en su silla y miró a Aegon con un brillo de esperanza y temor. Sin perder tiempo, Aegon se levantó con suavidad y se dirigió hacia la puerta.

Al abrirla, se encontró con Larys Strong, cuyo semblante reflejaba una mezcla de interés y urgencia. “Majestades,” dijo Larys, “debo hablarles de algo de extrema importancia. Les pido que me acompañen de inmediato.”

Aegon y Aelycent intercambiaron miradas cargadas de incertidumbre antes de asentir. Dejaron a Jaehaera bajo el cuidado atento de sus nodrizas y guardias, asegurándose de que estuviera en buenas manos antes de seguir a Larys por los pasillos sombríos del palacio.

El trayecto hacia los calabozos parecía interminable. Los pasillos, fríos y oscuros, parecían reflejar el dolor y la desesperación que ambos reyes sentían. Finalmente, llegaron a una celda aislada, su puerta de hierro rechinando mientras se abría con un estrépito que resonó en el silencio pesado.

Dentro de la celda, en una esquina, estaba Queso, el hombre que había sido relacionado con la muerte de Jaehaerys. Su rostro, manchado de suciedad y terror, se iluminó con una mezcla de miedo y esperanza al ver a los reyes entrar. La ira y el dolor de Aelycent se manifestaron en su expresión, como una tormenta que amenazaba con desbordarse.

Larys habló con firmeza. “Este hombre estaba a punto de abandonar el pueblo cuando nuestras guardias lo detuvieron. En sus pertenencias, encontramos el anillo del príncipe Jaehaerys, con su nombre grabado en él.”Dijo Larys entregándole el pequeño anillo de oro y rubíes que decía 'Jaehaerys♡'.

El rostro de Aelycent palideció ante la revelación. Su voz, cargada de furia, temblaba mientras se acercaba a Queso. “¿Qué has hecho con mi hijo? ¡Dime dónde está su cuerpo!”

Queso, visiblemente asustado, comenzó a temblar incontrolablemente. “No... no lo matamos,” dijo con voz temblorosa. “ El príncipe Jaehaerys está vivo. Daemon nos pago para matar a el príncipe Aemond por matar a el príncipe Lucerys pero fallamos y el dijo que lo ocultáramos. El equipo de Rhaenyra lo tiene cautivo, su hermana Helaena la esposa de el príncipe Jacaerys está cuidando de el.”

La revelación golpeó a Aelycent y Aegon como una ola helada. La esperanza de que Jaehaerys estuviera vivo se entremezclaba con el terror de saber que estaba en manos enemigas. La determinación en el rostro de Aelycent se volvió aún más intensa, y el dolor se transformó en una furia devastadora.

Aelycent, sin dejar de mirar a Queso con desdén, dio un paso adelante. “Si hay algo más que puedas decirnos, dilo ahora,” ordenó con voz dura.

Queso, temblando de miedo, balbuceó palabras incoherentes mientras intentaba escapar de la mirada penetrante de la reina. Pero el tiempo se agotaba, y la paciencia de Aelycent se estaba agotando rápidamente. Con un movimiento decidido, Aegon se acercó a Queso, su rostro reflejando una mezcla de tristeza y determinación.

“No hay tiempo para más palabras,” dijo Aegon con voz fría. “La justicia debe ser servida.”

En un instante de brutalidad y desesperación, Aegon y Aelycent, con la mirada fija en la cara aterrorizada de Queso, llevaron a cabo la sentencia. La vida de Queso terminó en la oscuridad de la celda, su grito ahogado resonando como un eco de la venganza y el dolor que ambos reyes sentían.

Con la ejecución consumada, Aegon y Aelycent se dieron la vuelta como si nada ubiese sucedido, su misión aún no terminada pero su justicia cumplida. La verdad sobre Jaehaerys, aunque dolorosa, era ahora clara. El tiempo para recuperarlo y traerlo de vuelta a su hogar se había convertido en la prioridad absoluta.

La noche se cerró sobre el reino, y mientras la oscuridad envolvía el palacio, los reyes se preparaban para una nueva y peligrosa etapa en su búsqueda. La esperanza de recuperar a Jaehaerys y restaurar la paz se entrelazaba con la determinación de enfrentarse a los desafíos que aún estaban por venir.

 La esperanza de recuperar a Jaehaerys y restaurar la paz se entrelazaba con la determinación de enfrentarse a los desafíos que aún estaban por venir

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--AUTOR NOTE--☆

S

E VIENE VENGANZAAAAAAA

Holaaaaaaaa chicossss, el capítulo fue un poco corto pero a mi parecer significativo, espero y les guste muchooo.

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Que les parecioooo???

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃    ~|𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐈𝐈 𝐓𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 & 𝐇𝐎𝐓𝐃|~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora