**El Despertar del Temor**
La primera luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas del alcázar, arrojando una débil luminosidad sobre las habitaciones del Palacio de los Dragones. La mañana había llegado, y con ella, el despertar de Aegon, que se encontraba en el borde de un abismo emocional. Había pasado la noche en vela, el dolor y la tristeza lo habían mantenido despierto, y las lágrimas se habían convertido en una constante compañera.
Aegon se incorporó lentamente en la cama, sus sábanas arrugadas y su cuerpo aún sumido en la pesadez de la noche anterior. El vacío a su lado era tangible, y por un momento, el miedo se apoderó de él. El lugar donde Aelycent solía estar estaba frío y desolado. La ausencia de su esposa en la cama era un golpe seco en su corazón, y el temor se apoderó de él como una sombra oscura.
Se levantó de un salto, aún en pijama, y comenzó a buscar desesperadamente por la habitación. La angustia le arrugaba el rostro y su corazón latía con la rapidez de un caballo enloquecido. Gritó el nombre de Aelycent con una voz quebrada, su angustia llenando el palacio. “¡Aelycent! ¡Aelycent!”
Sus gritos resonaron por los pasillos vacíos, y en un par de minutos, los sirvientes y guardias del palacio comenzaron a moverse con rapidez, alarmados por el tono desesperado en la voz de su rey. Pero Aegon no prestó atención a sus intentos de calmarlo; su mente estaba centrada en encontrar a su amada.
Sin perder un segundo, Aegon corrió hacia el cuarto de sus hijos gemelos. El miedo lo impulsaba a un ritmo frenético, y cada paso que daba parecía llevarlo más cerca del abismo de su desesperación. Las puertas de la habitación de los niños estaban entreabiertas, y el sonido de risas infantiles se filtraba a través de la rendija.
Con el corazón en la garganta, Aegon empujó la puerta de par en par y se encontró con una visión que lo paralizó momentáneamente. Aelycent estaba allí, sentada en el suelo con los gemelos a su alrededor. Los niños estaban jugueteando con bloques de madera y juguetes coloridos, sus risas llenando el aire con una alegría contagiosa. Aelycent estaba inmersa en su papel de madre, sus ojos brillando con una ternura que solo podía provenir de un amor profundo.
El alivio y la gratitud se mezclaron en Aegon, y las lágrimas, que habían cesado durante su búsqueda frenética, volvieron a brotar con renovada intensidad. Se acercó a Aelycent con pasos tambaleantes, sus brazos extendidos en busca de una conexión que necesitaba desesperadamente. Cuando llegó a su lado, se arrodilló en el suelo y la rodeó con un abrazo apretado, sus lágrimas cayendo libremente sobre los hombros de ella.
Aelycent, sorprendida por la repentina demostración de afecto y la desesperación en la voz de su esposo, miró hacia arriba con preocupación. Sin embargo, al ver el estado en que él se encontraba, no tardó en entender la magnitud del miedo que había experimentado. Se apartó ligeramente para mirarlo a los ojos, pero la expresión de angustia en su rostro no permitió que se quedara mucho tiempo. Aegon la besó con una pasión que revelaba todo el amor y el miedo acumulado, sus labios buscando consuelo en el contacto de ella.
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𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 ~|𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐈𝐈 𝐓𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 & 𝐇𝐎𝐓𝐃|~
Fanfiction~"Como todos los Targaryen, nuestro amor es unión de fuego y sangre, de pasión y poder."~