𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 34

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•●**Nuevas Esperanzas y Viejos Enemigos**●•

El cielo estaba teñido de un gris melancólico cuando Aelycent se preparó para su cita con el maestre. La atmósfera en la fortaleza  roja era densa con la preocupación de los últimos días, pero Aelycent intentaba concentrarse en el pequeño rayo de esperanza que le ofrecía su posible embarazó. Con cada paso hacia la sala de consulta, su corazón latía con una mezcla de ansiedad y esperanza.

Al llegar a la consulta, el maestre, un hombre de avanzada edad y una gran experiencia, la recibió con una sonrisa profesional. Tras una breve charla sobre los síntomas y la historia médica, el doctor la examinó cuidadosamente y le realizó las pruebas necesarias.

Mientras esperaban los resultados, Aelycent observaba el cuadro de la consulta: libros sobre medicina y frascos de remedios llenaban las estanterías, y el aroma a hierbas curativas flotaba en el aire. Finalmente, el médico se dirigió a ella con una expresión tranquila y un poco de emoción contenida.

—Reina Aelycent —comenzó el médico—, tras revisar los resultados y realizar el examen, puedo confirmarle que está, efectivamente, embarazada. Aproximadamente en el tercer mes de gestación, si no me equivoco.

Las palabras del maestre eran como un bálsamo para el alma de Aelycent. Una mezcla de alivio y alegría inundó su rostro. Con un nudo en la garganta, le dio las gracias al maestre y se dirigió de vuelta al castillo, ansiosa por compartir la noticia con Aegon.

Al llegar al salón principal, encontró a Aegon sentado en un rincón, con un mapa extendido frente a él mientras revisaba estrategias y documentos. Aelycent, con una sonrisa radiante, se acercó a él y tomó su mano con suavidad.

—Aegon —dijo ella, con voz temblorosa—, tengo algo que decirte.

Aegon levantó la vista, notando la expresión de felicidad en el rostro de su esposa. Se incorporó rápidamente, preocupado por la intensidad de la emoción en ella.

—¿Qué sucede, Amor? —preguntó con urgencia.

Aelycent tomó una respiración profunda antes de responder.

—El maestre me ha confirmado que estoy embarazada...Vamos a tener otro hijo.

Las palabras resonaron en la sala, y Aegon, abrumado por la alegría, levantó a Aelycent en un abrazo. La felicidad en su rostro era evidente y desbordante.

—Esto es maravilloso, Aelycent. No puedo creerlo —dijo Aegon, sus ojos brillando con una mezcla de amor y entusiasmo—. Tenemos que contarles a los niños.

Con una sonrisa en sus labios, Aelycent asintió, y juntos se dirigieron hacia el salón donde Jaehaerys y Jaehaera jugaban con sus juguetes. La sala estaba llena de risas infantiles y el eco de sus juegos.

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃    ~|𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐈𝐈 𝐓𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 & 𝐇𝐎𝐓𝐃|~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora