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◇~**El Peso de la Esperanza**~◇
Los meses habían pasado con rapidez, y Aelycent, con apenas quince onomásticos, se encontraba en el quinto mes de su embarazo. La fortaleza había cambiado, cargada de una mezcla de anticipación y tensión que se respiraba en cada rincón. Para Aelycent, el embarazo era una experiencia agotadora, tanto física como emocionalmente. Aegon, aunque intentaba ser el pilar de fortaleza que su esposa necesitaba, también sentía el peso de la situación, y la ansiedad se notaba en cada uno de sus movimientos.
El sol de mediodía se filtraba a través de las ventanas del salón principal, iluminando el espacio con una luz dorada que parecía enmarcar la escena en un aura de calma aparente. Sin embargo, Aelycent se encontraba tumbada en un sofá de terciopelo, su rostro pálido y cansado. Los almohadones a su alrededor estaban cuidadosamente dispuestos para brindarle el máximo confort posible, pero incluso eso parecía insuficiente para aliviar el cansancio que sentía.
Aegon se encontraba en la habitación, observandola y lanzando miradas inquietas hacia su esposa. Cada vez que la veía, un nudo se formaba en su estómago, preocupado por el bienestar de Aelycent y del bebé que llevaba en su vientre. El compromiso con la familia real y el estado de la situación política le dejaba poco tiempo para relajarse, pero él sabía que su principal prioridad debía ser su familia.
Alicent, la madre de Aegon y Aelycent, entró en la habitación con una sonrisa que reflejaba satisfacción y orgullo pero también arrogancia ya que había conseguido o obligar a sus hijos a cumplir su labor. El éxito de sus hijos en asegurar el trono a través del embarazo de Aelycent era una victoria significativa, y ella lo celebraba con una mezcla de orgullo y ambición política.
“Hijos,” comenzó Alicent con una voz llena de superioridad, “he venido a ver cómo están. Aelycent, te ves cansada, pero te aseguro que todo estará bien. Pronto, el bebé estará con nosotros, y será un símbolo de la continuidad de nuestra casa.”
Aelycent se incorporó lentamente, forzando una sonrisa para su madre. “Gracias, madre. Aprecio tu preocupación. No es fácil, pero estoy haciendo todo lo posible por cuidar de mi salud y la del bebé.”
