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**El Retorno de Alicent**
El sol descendía lentamente sobre el horizonte de Desembarco del Rey, tiñendo el cielo de tonos dorados y anaranjados. La ciudad, que había sido testigo de tantos conflictos y alianzas rotas, parecía respirar un aire nuevo, cargado de esperanza y tensión. Los rumores de la vuelta de la reina madre Alicent Hightower se extendían como un reguero de pólvora entre los habitantes de la capital. Después de meses de cartas y negociaciones, el retorno de la madre de Aegon y Aelycent estaba finalmente al alcance de la mano.
Aegon II Targaryen y su esposa Aelycent se encontraban en la Sala del Trono, el corazón del poder en Desembarco del Rey. Ambos se habían sumido en una profunda deliberación desde el momento en que habían decidido permitir el regreso de Alicent. La noticia había generado una oleada de sentimientos encontrados en la corte: esperanzas renovadas y temores latentes. La presencia de Alicent no solo traía consigo recuerdos del pasado, sino también la posibilidad de un futuro incierto.
—Lo haremos por el bienestar de nuestros hijos y del reino —dijo Aegon, su tono grave resonando en la sala mientras contemplaba el trono que había heredado de su padre mientras acariciaba el vientre de Aelycent. Sus ojos, normalmente fríos y calculadores, ahora estaban llenos de una intensidad inusual y amor por su esposa.
—Sí, pero no podemos olvidar que la llegada de Gwayne Hightower y sus tropas también es parte del trato —respondió Aelycent, su expresión pensativa. Aunque había aceptado la propuesta de su madre, sabía que la decisión tenía muchas implicaciones. —No podemos permitirnos el lujo de subestimar a Gwayne. Su lealtad a la causa Hightower puede ser tan firme como la nuestra a la casa Targaryen.
La conversación entre los dos soberanos estaba impregnada de una seria preocupación. Habían acordado permitir el regreso de Alicent bajo la condición de que su tío, Gwayne Hightower, viniera con ella, al mando de un ejército considerable. Esto aseguraría la lealtad de la familia Hightower y reforzaría las fuerzas de la dinastía Targaryen. Sin embargo, esta estrategia también traía consigo el riesgo de una mayor influencia de los Hightower en el consejo del reino, algo que no podían permitir que pusiera en peligro su propio control.
