◇**La noche de tragedias y lamentos**◇
La noche en el castillo de los Targaryen se extendía como un manto de calma engañosa. Mientras la luna se alzaba en el cielo, el interior del castillo estaba en silencio. Los aposentos reales, ubicados en una ala apartada del complejo, estaban inundados con la luz tenue de las velas que danzaban suavemente, proyectando sombras alargadas en las paredes.
Aelycent, exhausta por las múltiples responsabilidades que cargaba, se había refugiado en la seguridad de su habitación. Abrazaba a sus gemelos, Jaehaerys y Jaehaera, quienes dormían profundamente en la gran cama de sábanas de seda. Su respiración era un ritmo sereno, apenas perceptible en la penumbra del cuarto. Aelycent, acunando a sus hijos, cerró los ojos y se dejó envolver por un sueño ligero.
Sin embargo, fuera de esos muros, la oscuridad de la noche escondía un peligro inminente. Dos mercenarios, conocidos como Sangre y Queso, se movían con sigilo en los pasillos del castillo, sus pasos apenas un susurro sobre el suelo. Habían sido contratados por Daemon Targaryen para eliminar a su enemigo, Aemond Targaryen para vengar la muerte de Lucerys Velaryon. Pero la información que habían recibido era errónea: Aemond no estaba en el lugar indicado.
Confundidos y desorientados, Sangre y Queso buscaron frenéticamente al objetivo en los rincones equivocados del castillo. Al no encontrar a Aemond, decidieron explorar los aposentos reales, sin imaginar la tragedia que estaban a punto de desatar. Sus pasos los condujeron hasta la habitación de la reina, donde el silencio de la noche estaba a punto de ser interrumpido de manera brutal.
Al entrar en el cuarto, uno de los mercenarios tropezó con una alfombra mal colocada, provocando un ruido sordo. El estrépito hizo que Aelycent se despertara de golpe, su corazón latiendo con fuerza al reconocer la presencia de intrusos. Instintivamente, se abrazó a sus hijos con desesperación.
Sangre, el más brutal de los dos, avanzó hacia la reina con una determinación fría. La tomó por el brazo, inmovilizándola con fuerza. "¿Cuál es tu hijo mayor?", preguntó, su voz cargada de una amenaza palpable. La confusión y el miedo invadieron a Aelycent mientras intentaba entender la situación.
"¡No! ¡Por favor, no les hagan daño!", suplicó, sus palabras entrecortadas por el terror. Aelycent no tenía idea de a quiénes enfrentaba ni por qué estaban allí. Sangre, con un desdén cruel, le hizo un pequeño corte en el cuello para demostrar que no había lugar para la resistencia. El dolor era agudo, pero el miedo era aún mayor.
Jaehaera quien había sido confundida con uno de los hijos mayores, se negó a hablar, lo que solo intensificó la furia de Sangre. Los mercenarios intercambiaron miradas burlonas mientras uno de ellos se acercaba a Jaehaerys, el gemelo varón. Sangre lo agarró del cabello, su mirada fría y calculadora."¡¡¡No!!! Matamé a mi dejalo!, tengo cosas de valor te dare el triple de quien sea que te pago"
"Tu no eres un hijo" dijo el burlón
Aelycent, en un estado de desesperación absoluta, abrazó a Jaehaera con fuerza mientras veía a Jaehaerys ser arrastrado hacia el borde de la cama. Los gritos del niño
"!Mami!, AYUDA...!
llenos de angustia y dolor, resonaron en la habitación, suplicando ayuda a su madre mientras su vida se desvanecía. La escena era un caos de dolor y desesperación; el sonido del acero cortando algo de su niño el aire se mezclaba con los gritos desgarradores.
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𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 ~|𝐀𝐞𝐠𝐨𝐧 𝐈𝐈 𝐓𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 & 𝐇𝐎𝐓𝐃|~
أدب الهواة~"Como todos los Targaryen, nuestro amor es unión de fuego y sangre, de pasión y poder."~