𝓑𝓪𝓫𝔂𝓰𝓲𝓻𝓵𝔃

85. 𝓜𝓮 𝓼𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸 𝓫𝓲𝓮𝓷 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸

Ambos jóvenes sabían que estaban jugando con fuego y que era muy arriesgado tener actos íntimos en un momento así, pero ellos no podían dejar de expresar lo que sus corazones sentían y mucho menos podían resistirse a la dulce tentación de cumplir con sus deseos carnales con completa privacidad.

―¿De verdad no ocurrirá nada si lo hacemos de este modo? ―preguntó el omega más joven del grupo de Babygirlz, mientras observaba el torso desnudo de su novio Alfa.

―No, no ocurrirá nada si usamos medidas de protección, como siempre ―respondió Gyuvin, ya muy excitado ―. Mi RUT será dentro de unos días, por lo que el riesgo no es tan alto como en esos días.

―Pero estás cerca y tu aroma es diferente ―mordió su labio ―, pero no puedo dejar de pensar que quiero que lo hagamos.

―Tendremos cuidado ―sujetó a Ricky por detrás del cuello y lo acercó más a él para robarle un beso apasionado.

Ricky llevaba días deseando volver hacerlo con Gyuvin, por lo que ya no le importaba nada la situación de riesgo. Por su lado, Gyuvin estaba muy excitado y le era difícil controlarse teniendo a Ricky tan cerca de él, dispuesto a todo.

―Tu abdomen está mucho más marcado ―dijo Ricky mientras acariciaba con las yemas de sus dedos el torso desnudo de Gyuvin ―. Eres hermoso ―sonrió.

―Estoy entrenando un poco más y también estoy a dieta porque quiero lucirme en la semana de la moda ―dijo para luego moverse y acercar a Ricky debajo de él en un ágil movimiento ―, pero tú eres el más hermoso del mundo ―lo besó.

Mientras ambos se besaban, Gyuvin comenzó a quitar la ropa de Ricky de manera sutil, mientras que el omega se excitaba cada vez más por el aroma del Alfa.

«¿Cómo pude llegar a pensar que no somos compatibles cuando su aroma me hace perder la cordura?» Pensó el omega.

«¿Cómo es posible que sea alguien tan hermoso? No parece real» pensó el Alfa.

Después de unos minutos más de besos y caricias, ambos jóvenes quedaron en ropa interior y Ricky no tuvo mejor idea que colocar música romántica y ordenar que las luces se apagaran aún más.

―Esta vez, nadie nos interrumpirá ―dijo el omega mientras colocaba sus manos sobre la espalda ancha del Alfa ―. Quiero que lo hagamos a tu manera, así que tómate todo el tiempo que quieras para prepararme.

―No voy a dejar que vuelvas a sufrir ―respondió con voz profunda para luego acariciar el trasero del omega ―. Abre tus largas y hermosas piernas para mí ―le dijo al oído.

Las piernas de Ricky temblaron después de escuchar a Gyuvin hablarle de ese modo, pero aún así obedeció y acto seguido el omega abrió las piernas mientras que el Alfa le quitaba lo último que le quedaba de ropa.

―Probaré una manera diferente para lubricarte ―dijo Gyuvin mientras sujetaba la cintura del omega―. Gírate…

Ricky no podía creer cómo era que obedecía tanto a un Alfa, pero Gyuvin no era cualquier Alfa para él, Gyuvin era el Alfa en el que más confiaba en el mundo.

―Si no te gusta, dimelo ―dijo Gyuvin para luego utilizar sus manos para preparar el trasero del omega y acercar su lengua hasta la zona más íntima del omega.

―Ah… ―suspiró Ricky al sentir la lengua del Alfa ―. Es una sensación… ah…. Diferente ―Cerró sus ojos.

Gyuvin podía sentir cómo Ricky se excitaba más por la situación y eso solo hizo que él se motivara más a seguir con lo que estaba haciendo.

―Ah… Gyuvin ―gimió Ricky mientras apretaba las sábanas ―. Ah… se siente muy bien. Ah… ah…

―Mmm ¿Sí? ―preguntó Gyuvin con una enorme sonrisa en su rostro ―. Seguiré un poco más y luego continuaré con mis dedos.