𝓑𝓪𝓫𝔂𝓰𝓲𝓻𝓵𝔃

2. 𝓒𝓪́𝓶𝓪𝓻𝓪𝓼 𝓮𝓷𝓬𝓮𝓷𝓭𝓲𝓭𝓪𝓼

Luego de escoger a los veinte candidatos para el concurso de citas, los Alfas y betas seleccionados, fueron citados para un encuentro unos días después. Al comienzo, todos los concursantes se emocionaron por pasar la prueba de selección, pero en cuanto supieron que el concurso sería totalmente televisado, muchos se ellos se sintieron incómodos.

―Te lo advertí. El concurso será televisado, los primeros episodios se grabarán y luego de editarse comenzarán a trasmitir en televisión. Los últimos serán en vivo ―dijo el asistente de Jiwoong.

Jiwoong era un Alfa muy apuesto, cuyos atributos más fuertes eran su rostro y cuerpo, y es que con su altura, su cabello oscuro, sus facciones marcadas y ojos profundos, podía hacer que cualquier persona perdiera el aliento al verlo.

―Acepté participar porque esos señores extraños me ofrecieron mucho dinero y estoy con deudas ―expresó Jiwoong con frustración mientras se sentaba en una silla en su camerino ―¿Hay algún guión?

―No, señor. Me temo que solo debe presentarse allí dentro de unas horas con algunas indicaciones, pero no se preocupe, reservé una cita con su estilista para que estuviese listo para el primer episodio.

―¿Entonces no es un programa guionado? ¿Acaso las citas serán reales?

―Si, eso fue lo que acordamos, ¿No lo recuerdas? Le dije todos los detalles.

―No te estaba prestando atención ―Tocó su frente ―¿En qué me metí?

―No será malo para su popularidad verlo en citas en televisión. De eso modo muchas personas verán un lado diferente de ti y pensarán que eres el novio ideal. De hecho, deberías esforzarte por ser el mejor de todos.

―¿Y si alguno de esos Omegas se enamora de mí? Me meteré en problemas.

―Estás en una edad en la que deberías conocer a tu omega destinado, ¿Qué tal si lo conoces durante el programa? Tú y tu omega podrían ser la sensación de todo Corea.

―Sueñas en grande ―Tomó una botella de agua ―. Haré lo posible para que mi imagen se vea bien en televisión, pero no me interesa salir de verdad con ninguno de esos omegas.

―¿Si quiera los vio? Son lindos.

―No, no los vi, porque no tengo tiempo, pero supongo que los conoceré luego ―Tomó su teléfono ―. Dicen que son populares en las redes sociales, pero no tengo tiempo para influencers. Solo me relaciono con actores y cantantes.

―No seas tan duro, en el fondo sé que eres un Alfa que desea conocer a su omega ―sonrió.

―¿Qué dices? ―Lo miró fijamente.

―Que ya tu coche se encuentra afuera esperándote para que veas a tus estilistas ―Sonrió con nervios.

Unas horas más tarde en el estudio de grabación, todos los Alfas y betas seleccionados se reunieron para presentarse y colocarse un número según el orden en el que habían llegado.

―¿El noventa y uno o dieciséis? ―Preguntó Gyuvin mientras tomaba su cartel.

―Es dieciséis ―Le respondió Hanbin quien estaba frente a él ―. Yo soy el quince, ¿Lo ves? ―dijo amablemente.

―¡Oh! Espera, yo te conozco ―Lo señaló ―¿Eres un idol?

―Así es ―Hizo una reverencia ―. Mucho gusto, mi nombre es Sung Hanbin.

Hanbin era un Alfa muy tranquilo, cuyo temperamento, voz y habilidades de baile habían conquistado a gran parte de la nación. Sin mencionar su rostro con facciones delicadas y pestañas largas, que se complementaban con su físico de bailarín.