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Capítulo   22.

De caminar con total tranquilidad pase a correr por mi vida. Un maldito negro desnudo nos persigue a tanto a Armin como a mi con un machete. Salió de la nada el maldito negro de tres piernas. Un negro bañado en sangre y con la boca aún masticando carne humana. Se estaba comiendo a un hombre que trabaja para Atlas.

—¡Aaah!. —Grite tan fuerte como pude.

—¡NO ESTAMOS EN BRASIL COMO PARA QUE NOS QUIERA MATAR UN MALDITO NEGRO!. —Grita Armin.

—Llama a Atlas. —Digo mientras corro.

—Separémonos, uno de los dos el debe seguir. —Dice.

—Maldito perro quieres que ese caníbal me mate a mi.

—Duraste lo que pudiste, tuviste sexo hace unos minutos atrás.

—¿Y?, eso no es suficiente como para decidir mi muerte.

—Yo no tengo sexo desde que fuiste a Berlín. La maldita zorra que me follaba desapareció.

—Más le valía, vino a hacerme show en mi casa.

—Era la casa de mi hermano.

—Todo lo de tu hermano me pertenece, como todo lo que tengo le pertenece a él…ósea mi cuerpo por que soy pobre. —Me río al final con algo de pena y diversión.

—Bueno…te veo en la otra vida. —Corre para otra dirección.

Abro mis ojos como polcas.

—Bastardo y la concha de tu-.

Me calló cuando siento volar algo aun costado de mi cabeza. Paso un machete cerca de mi cabeza. Grite aterrada. Corro con aún más fuerzas. Corro a otra dirección y lo hago dar vueltas. Corro con más fuerza chillando.

—Soy muy joven para morir de esta forma.

Escuche el gruñido del negro. Maldito negro de mierda. Sigo corriendo para pillarme con Armin. El estaba jadeando. Pasé corriendo enfrente de él. Abre los ojos como platos bien grandes. Miro atrás de mi y el negro se detiene enfrente de Armin. Armin le dio un puñetazo fuerte. Corre lejos y yo no me detuve. Corrí hasta llegar donde creí que seria buena idea esconderme. Algo toque que tenia larvas. Sonreí con nerviosismo me giro para ver un cuerpo a medio comer. La cabeza le salía una larga culebra negra. Nunca grite tan fuerte como en este momento. Salí corriendo aterrada. A este punto me puse a llorar. Quería matar a Atlas. Acabé nadando al otro lado del río. Me subí a la cima de un árbol algo grande. Me quedé ahí escondida. Ojalá a Atlas se llegue a desmayar por no encontrarme. Me quite la ropa mojada y la deje secando. Agradecí que era ropa negra. Me abrazo las piernas. Aún tenía la sensación de las larvas en mis dedos. Quería vomitar. Aproveche de hacerlo. Vomite todo lo que pude. Al acabar me relaje sintiéndome mágicamente mejor respecto a la resaca.









⪩╒༻Horas Después ༺╕⪨







Narra Armin.




Volvi con mis hermanos y mi padre. Karla no aparecía y Atlas estaba tranquilo pero cuando se hizo de noche estaba como una bestia. La policía y G.O.P.E. junto a la PDI estaba aquí. Atlas buscaba a su esposa y yo veía los cadáveres. Alguien dijo que encontró un anillo. Atlas se apresura para ver. Era el anillo de Karla. Atlas temblando. Me mira y yo levanto mis manos.

—Soy inocente. —aseguro.

—Meine Frau wird jemanden zeigen, der Ihre Seele an den Teufel verkaufen sollte. Meine Frau wird auftauchen, wenn du nicht willst, dass ich dich häute. —Hablo con voz amenazante.

CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora