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Capítulo 40.


Mientras tomaba un té me mantenía en mi mundo. Alan estaba jugando como si nada en su consola junto a Artemis. Mike estaba en total tranquilidad tomando un whisky con una pelota de hielo en su copa especial. Ronan estaba trabajando ya que el desastre de Atlas causo conmoción. Una trabajadora se fue de lengua. Mi piel se eriza al recordar las grabaciones de aquella mansión. Tan solo una semana de lo acontecido y aún sigo resentida por las caídas. Nunca me caí al suelo tantas veces en poco tiempo. Compré más terreno que todos los que están aquí.

—Karla. —Orkun vino corriendo a mi.

Me entrega al pequeño Yaman.

—Debo irme, tengo un caso hoy y necesito que alguien se quede con el. —Habla con rapidez.

Tomo al pequeño Yaman dejando mi taza aún lado. Orkun separa sus cosas de las de Yaman. Yo aprovecho de arreglarle el traje.

—Orkun la bragueta. —Digo señalando el cierre de su pantalón.

El chilla y se la sube. Aprovecho de peinarlo. Cuando me mira arreglo su corbata y lo consagro en forma de burla. El se ríe negando. Le da un beso a Yaman y besa mi frente.

—Eres mi salvadora Karla.

—Ya vete.

El asiente. Se va corriendo. Miro a Yaman.

—Tu papi me agrada mucho. —Le digo divertida.

—Tus bromitas acabaron casi matándome Karla. —Se queja Alan.

—No es mi culpa que tu hermano no identifique el sarcasmo. —Me defiendo.

Me siento en la silla. Reviso a Yaman con cuidado. El me miraba y sonreía. Era hermoso.

—Como miras al pequeño Yaman, creería que quieres realmente quedar embarazada. —Habla Mike.

Lo observó para sonreír levemente.

—¿Estas listo para ser papá Mike?.

Duda y niega. Me acercó con Yaman. Hago que Mike tome a Yaman. Torpemente lo toma, dejando su copa aún lado.

—Karla. —Se queja nervioso.

—Hijo mío, ya basta hazte la idea de tomar un bebé en brazos. —Me quejó.

Lo ayudo a como se tomaba. El estaba tenso y el pequeña Yaman sonríe. Trata de alcanzar el rostro de Mike. Mike lo miraba algo frustrado.

—¿Mi hijo tendría estos mismos ojos?. —Pregunta en un susurró.

—Espero que tus hijos sean la diferencia en tu familia. Que sean tan humanos como yo o como el pequeño Yaman. —Digo.

El me mira y sonríe.

—Eres la mejor Karla.

—Lo se. —Me tiro flores.

—karla hablo en serio.

—Lo se. —Suspiró sonriendo.

El acomoda al pequeño Yaman. Me apega a él. Deja su cabeza en mi estómago mientras trato de mantenerme parada aún. Acarició sus cabellos. Atlas aparece de la nada. Me miraba y se veía cansado y molestó.

—Hablando del rey. —Habla Artemis burlesco.

Mike ni le toma importancia. Me alejó de Mike para acercarme a Atlas.

—¿Quieres que te haga un matecito?. —Ofrezco.

El suspira.

—Quiero hablar contigo a solas.

CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora