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Capítulo  47.

Miraba con los ojos en blanco a Armin. El estaba mirándome de arriba a bajo.

—Que estafa más grande. —Se queja.

—Armin, si no harás lo que te pido no vengas entonces.

—La última vez que mentiste casi nos mata Karla. A mi me pego con el brazo de una mujer.

—¿Qué tiene tu hermano contra las mujeres?. —Toco mi frente frustrada.

—Aparte de que es ninfomano no se. —Se dejo caer en el sofá. — Atlas siempre fue raro.

Niego para ganarme en el sofá. Puse mis pies sobre las piernas de Armin. Me dispuse a comer mi pizza.

—Por cierto la Violeta. —Sonríe divertido. — Va a sufrir mucho la muy zorra.

—Muy zorra será, pero Atlas no es tonto. —Le digo tranquila.

—Atlas va a hacer el infierno en la tierra.

—Tal vez si, o tal vez va a cambiar. —Le digo.

—Sigue creyendo que ese ninfomano de mierda va a cambiar.

—Te recuerdo que eres igual.

—Atlas es más jodido que yo.

—Es mentira.

—Es verdad. No lo admites por que evitas el terror que te hizo pasar.

Bufo. Unas horas más estaba viendo una película con Armin. Tocan la puerta de casa. Me levanto para ir a ver. Eran un grupo de personas. Me giro a ver a Armin.

—Vete y dile a tu padre que lo necesito aquí.

—¿Qué?.

—¡Que salgas por la puerta trasera!.

El toma sus cosas y apresurado se va. Dejo entrar a los pastores de Atlas y Violeta igual. Atlas igualmente entro en la casa. Los lleve al comedor.

—¿Estabas con visita?.

—Si, pero salió hace un rato a visitar a una vecina cercana. —Le digo tranquila.

—¿Armin conoce a una mujer por la zona?. —Atlas me mira serio.

—Supongo que si. —Le resto importancia.

Fui a calentar agua. Me asegure de ordenar todo. Escuchaba al pastor hablar con Atlas. Atlas estaba dando vueltas y escucho que entra a la cocina la pastora.

—Karla lamento lo que hizo Violeta, pero queremos encontrar una solución.

—Pastora es una visita esto, yo no voy a arreglar algo que no fue mi culpa.

—Karla no tomes esa postura. —Pide Afligida.

Niego. Termino de preparando la mesa. Llega justo a tiempo Ronan y Armin. Trajeron a Yaman ya que estaba mañoso. En mis brazos estaba mejor. Miraba a todos lados curioso. La pastora estaba tensa y Atlas no despega la mirada de mi. Todos en la mesa tomamos once. Ronan hablaba con los pastores. Armin estaba a mi lado.

—¿Te preparo el té?. —Ofrece Armin.

—Si por favor.

—Yo lo hago. —Atlas le quita mi taza.

Armin lo mira para lamer sus labios y asiente sonriendo. El mismo prepara un té como me gusta. Mientras Atlas preparo un té algo torpe. Al terminar. Le agradecí a Atlas. Le di un leve sorbo. Estaba demasiado cargado y dulce. No me gustaba. Dejé la taza en su lugar. Armin cambia las tazas. El se bebe mi té y yo suspiró. Bebo del té que preparo. Estaba como me gustaba. No muy cargado, con una de azúcar rubia y no azúcar blanca por que es el doble de dulce. Mientras hablaban. Atlas empeoraba su ánimo. Sus ojos se llenaron de lágrimas y Armin al final fue quien me hizo once más agradable. Terminamos de tomar once y Armin fue el que quito todo de la mesa. No miro a Atlas.

CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora