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Capítulo  46.


Estaba comiendo pizza. Tan relajado como pude. Orkun estaba en la cocina. Mike durmiendo y Armin estaba viendo la película en la sala conmigo. Mi padre estaba con Karla. Los otros dos idiotas estaban jugando en la sala de juegos. Escucho el caminar de Karla. Me giro para sentir sus labios sobre los míos. Me sonrojo por completo. Ella se aleja.

—Esta rica la pizza.

Asiento apenado. Mi corazón latía con fuerza. Ella saca una rebanada de pizza. Se va a sentar a mi lado. Me muevo para que se siente en mis piernas. Ella sonríe coqueta.

—Sorprendente, ustedes no dejan de ser un dolor de cabeza. —Se queja Armin.

Karla lo mira asesina. Armin mira a otro lado. Ella se acomoda. Quedamos así un buen rato. Al final acabamos en la cama. Ambos envueltos en la lujuria. Karla ríe de placer y suelta gemidos cuando me corro en ella. Me mira a los ojos sonriendo. Amo esos ojos cafés. Quiero seguir haciéndolo sin despegarme de esos ojos tan maravillosos. Beso su piel y ella se encorva hacia atrás. Sus pechos rebotaban por la intensidad de mis embestidas. Ella gime ansiosa. Chilla y siento su orgasmo salpicar contra mi abdomen. Suelto un gemido igual. Ella tiembla en mis brazos. Tomo uno de sus pechos con mi boca. Ella se aferra a mis brazos sin cambiar de posición. Sentía sus piernas temblar por los espasmos. Me corro en ella por última vez. Sonrío.

—Cariño~. —Beso en medio de sus pechos.

Sentí su corazón ahí. Latía con tanta fuerza. Me roba una sonrisa de felicidad.

—Atlas. —Susurra.

La ayudó acomodarse en mis brazos. Ella acariciaba mis mejillas.

—Te amo.

—Te amo.

Estábamos tan enfrascados en nosotros. Cayó la noche y tuvimos que bañarnos. Nos vestimos adecuadamente. Estaba en el sofá de nuevo comiendo muy feliz. Karla estaba con Yaman. Armin y los otros par de inútiles se fueron. Mike estaba como animal en celo ya que miraba a Karla. Orkun estaba de mal humor. Ronan por otro lado estaba hablando con Karla sobre que no se venga a vivir de nuevo a chile. Le daba excusas. Karla ni le tomaba importancia.

—Karla.

—Ronan estaré bien aquí, aparté tengo mi casa aquí. Puedo trabajar lo mejor.

—Karla no quiero que trabajes.

—¿Acaso quieres que tenga una manutención por estar bajo tu ala?. —Se burla Mike.

—No Te Metas En Mis Conversaciones Mike. —Regaña papá furioso.

Me sorprendo. Orkun se acerca a papá. Le ofrece un té. Papá lo toma para darle gracias y seguir hablando con Karla.

—Ronan por favor.

—Karla eres mi niña. —Ronan deja su té.

La abraza y la deja en sus brazos. Suspiró negando. Mi padre ama a Karla. Ella es su niña de sus ojos.

—Ronan estaré bien. Mi hogar será el tuyo igual. Atlas y yo daremos nuestro último suspiro. —Karla sonreía.

—Mi niña. —Ronan quiere llorar.

Sus ojos se llenan de lágrimas. Karla sonríe suave.

—Ronan es hora.

—Te amo tanto mi niña pequeñita. ¿Qué haré sin ti?.

—Sin mi podrás hacer muchas cosas.

—Mentiras.

—Ronan.

CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora