Capítulo 27.
Deje a Mike afuera de casa y me fui caminando a casa de mis abuelos. Al entrar solo me senté en una esquina. Saqué la cajetilla de cigarros que compré y el encendedor. Prendo un cigarro y le doy las primeras caladas. Unos segundos y suelto el humo por mi nariz disfrutando de la nicotina. Saco la cerveza que me compré. La abro y bebo. Debería estar buscando dónde entrar a estudiar este año. Con cuarto medio no puedo hacer muchas cosas. Entran a la casa y vi a Atlas.
—¿Es en serio?.
—¿Qué wea querí?.
—Mike dijo que…necesitabas ayuda. —Suspira.
—No necesito nada. Me quedaré aquí un rato.
—¿Volverás a casa cuando te calmes?.
—Tal vez.
—No me gusta ese tal vez.
—Atlas no quiero soportarte, me tienes hastiada.
—Deja de fumar.
—No me mandas.
—Odio el sabor al tabaco.
—¿Quién te pregunto?.
—Karla yo te beso.
—No me beses.
—Karla no me hagas enojar.
—Atlas vete. No te quiero ver. No te quiero escuchar, no quiero ni sentir tu presencia cerca de mi. Anda a hincharle las pelotas a otro.
Doy una calada al cigarro. Cierro mis ojos tratando de que la nicotina haga lo suyo.
—Luego no vengas llorando a mi.
—Eso ya lo sé. Solo unos meses para nada de contrato y pediré la anulación del matrimonio. —Digo tranquila.
—Has lo que quieras. —Dice para irse.
Abro los ojos soltando todo el humo por fin. Le doy un sorbo a mi cerveza. Una media hora después vuelve a entrar Atlas. Me miraba y yo llevaba casi toda la cajetilla. Ahora tenía el antigua cenicero de mi abuelo. El me mira molestó.
—Karla ya basta.
—Anda a lesear a otro lado.
—Karla vamos a la casa.
—No.
—Karla es en serio vámonos.
—No.
—¡KARLA!.
Lo ignoró. Termino mi cerveza. Apago el cigarro ya que lo había consumido por completo. Iba a encender otro. No pude ni encender el cigarro. Atlas me agarro. Entre el forcejeo acabé dejándolo ganar. Me lleva en brazos a casa. Yo suelto el humo y me dejo llevar. Estaba molesta. Entramos a la casa y fuimos directo al cuarto. Dentro de este me dejo en la cama.
—Estoy cansado.
—No me digas.
—Karla no quiero que vuelvas a tratar a sí a mi madre, ni a nadie de mi familia. —Ordena molestó.
Muerdo mi labio. No digo nada. Me guardo mi ira dentro de mi.
—No te me acerques ni me toques mucho. Soy tu capricho solamente en la cama. Más de eso no. No me beses cuando me folles, no exijas nada más que en este para abrirte las piernas y listo. —Le digo seria.
—Esta bien, vendrás en mi buscando mi calor…no habrá nada a cambio.
—No me hables a no ser necesario.
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Capricho
RandomLa historia se desarrolla en medio de la lucha interna de Atlas, quien debe enfrentarse a su verdadera naturaleza, su moral inexistente, caprichos, deseos peligroso y sus demonios internos. Mientras tanto, Karla se verá envuelta en un torbellino de...