Cuando el mundo se vuelve nuevo - Wonhui

2. LA CITA SORPRESA

La tarde era fresca y la cafetería en la esquina estaba iluminada por una cálida luz dorada. Los amigos de Wonwoo avanzaban con entusiasmo hacia el destino, mientras Vernon mantenía el teléfono en mano, intercambiando mensajes con Junhui para asegurarse de que todo estuviera en orden.

“¿Ya has llegado?” —preguntó Vernon, mirando a sus amigos con una mezcla de nervios y excitación—. “¿Cómo estás vestido?” – fue el siguiente mensaje

Junhui respondió al otro lado del teléfono, “Estoy sentado afuera” , Vernon le escribió una aprobación. Luego, se dirigió al grupo—. Está en una de las mesas afuera. Dice que lleva una camiseta blanca y un chaleco gris.

Mingyu, Hoshi, y Seungcheol miraron en la dirección indicada y pronto identificaron a Junhui sentado en una de las mesas del patio exterior de la cafetería. Estaba claro que el chico tenía un aire atractivo y una sonrisa amigable que parecía contrastar con la seriedad de la noche.

—Ahí está —dijo Mingyu, acercándose con una expresión de nerviosismo—. Oh no, me estoy poniendo muy ansioso.

—Tranquilo —dijo Soonyoung, intentando calmarlo—. Recuerda, estamos aquí para ayudar a Wonwoo.

La ansiedad de Mingyu era palpable, y mientras avanzaban hacia la mesa, él no pudo evitar dejar escapar un murmullo que casi revelaba el secreto—. No puedo creer que estamos haciendo esto, una cit...

—¡Shh! —Seungcheol le hizo un gesto con la mano para que se callara—. Cállate. Acaso quieres que escuche Wonwoo – el mencionado volteó mirándolo

-¿Qué cosa? – dijo, los 4 pares de ojos se miraron nerviosos

-Que Mingyu olvidó su billetera – dijo Vernon

-¿Otra vez? No es novedad

Después de cambiar de tema, Wonwoo, ya estaba inmerso en la pantalla de su móvil y lucía una expresión de desinterés. Sus amigos se movían en una coreografía silenciosa mientras buscaban la forma de presentar a Wonwoo a su cita sin que sospechara.

Finalmente, Mingyu tomó la delantera y, con una expresión decidida, comenzó a empujar la silla de ruedas de Wonwoo hacia la mesa de Junhui. Pero se detuvo, negando, “no puedo” articulo con la boca, la tensión era palpable mientras los amigos discutían en voz baja, con señas y susurros sobre quién debía dejar a Wonwoo con su cita.

Hoshi señalo a Mingyu – que vaya él
- ¿Por qué yo? Llévalo tú – le respondió con un susurró, Soonyoung negó, ambos miraron a Vernon y este levantó las manos negando y retrocedió

Seungcheol puso un puño en medio, indicándoles que jugaran para saber quién iba, todos asintieron y agitaron sus puños. Al inicio no hubo ganador, volvieron a hacer lo mismo, pero a la tercera Mingyu perdió siendo el único en sacar tijeras, cuando todos los demás sacaron piedra

Mingyu los miró ofendido – hicieron trampa se pusieron de acuerdo

—. Mingyu, tú eres el elegido, acéptalo perdiste – le dijo Vernon

—¿Listos para esto? —preguntó Seungcheol, con una sonrisa nerviosa

—Nunca listo, pero ¡Perfecto! —dijo Mingyu, empujando la silla de ruedas con determinación—. Aquí vamos.

En un arranque de valentía y con la adrenalina a flor de piel, Mingyu aceleró y dejó a Wonwoo junto a la mesa de Junhui. Detuvo la silla con un firme movimiento y activó el freno para evitar que Wonwoo intentara escapar.
Wonwoo, desconcertado por el súbito movimiento y la presión de los frenos, levantó la vista y vio a sus amigos alejándose. Mingyu se volvió hacia él, su rostro lleno de una expresión entre culpable y apologética.

—Lo siento, Wonwoo —dijo Mingyu, con una nota de urgencia en su voz—. Hacemos esto es por tu bien. No seas grosero, disfruta la noche, por favor. Volveremos en una hora.

Con esas palabras, Mingyu se alejó rápidamente, dejando a Wonwoo frente a Junhui.

—¡Oye, Mingyu! —gritó Wonwoo, pero Mingyu ya estaba demasiado lejos para escuchar y sus amigos corrían juntos—. ¡Regresa aquí!

Se giró hacia Junhui con una mezcla de frustración y desconcierto. No entendía del todo lo que estaba sucediendo, pero lo que era evidente era que sus amigos habían planeado algo que él no había anticipado. Con una mirada de incomodidad y una actitud de desdén, se preparó para enfrentar lo que fuera que le esperaba en esta noche inesperada.