Cuando el mundo se vuelve nuevo - Wonhui

12. GOLPE DURO

Cuando Junhui llegó a su departamento, el sol ya se había ocultado y el cielo comenzaba a mostrar las primeras estrellas. Sus amigos se sorprendieron al ver que Junhui regresaba tan temprano. Seungkwan, siempre curioso, le preguntó si había ido a ver a Wonwoo, a lo que Junhui asintió, pero con una expresión que mostraba claramente que no todo había salido como esperaba.

—¿Qué pasó? —preguntó Jeonghan, que conocía a Junhui lo suficientemente bien como para notar que algo no estaba bien.

Junhui, al verse atrapado en un rincón de la sala compartida, decidió contarles todo. Relató cómo había encontrado a Wonwoo en el suelo, llorando y desesperado, y cómo su intento de ayudar había sido recibido con dolor y furia. También compartió cómo la frase que dijo Wonwoo sobre tener el peor día de su vida desde el accidente había herido profundamente.

—¿Y qué vas a hacer ahora? —preguntó Seungkwan, mirando a Junhui con preocupación.

Junhui suspiró y se sentó en el sofá, sintiendo el peso de la conversación. —No sé qué hacer, pero no puedo simplemente abandonar a Wonwoo. Me duele ver cómo se desprecia a sí mismo y cómo no puede superar el dolor que lleva dentro. Aunque su actitud es dura, creo que realmente necesita ayuda.

Minghao, con un gesto de frustración, intervino. —Jun, ya llevas semanas con esto, es más ya pasó un mes. Deberías dejar de lado el tema de Wonwoo. Hay personas que pasan por cosas peores y él, por estar paralítico, no tiene derecho a tratar a la gente como quisiera. Todos tenemos problemas y eso no significa que tengamos que aceptar maltratos.

El tono de Minghao hizo que Junhui se tensara. —No es solo por su condición. Ganarse la vida con un problema tan grande no te da derecho a ser cruel, pero tampoco a despreciar a alguien que está tratando de ayudar.

-Wonwoo está lidiando con un dolor inmenso y está luchando con sus propios demonios. ¿No es eso algo que merezca compasión? – defendió Junhui

Jeonghan, que había estado escuchando atentamente, intervino para mediar en la discusión. —Tranquilicémonos. No vamos a resolver nada discutiendo.

Minghao asintió, aunque todavía tenía una expresión de desagrado. —Lo siento si mi comentario fue demasiado. Solo me molesta ver cómo este chico ha logrado afectarte tanto.

Junhui, visiblemente afectado por la conversación, decidió no responder más. —Agradezco tu preocupación, Minghao, pero creo que Wonwoo necesita más tiempo. No voy a dejarlo solo, aunque eso signifique que me afecte emocionalmente.

El grupo se quedó en silencio, procesando la intensidad de la conversación. Junhui, con una mezcla de cansancio y determinación en su mirada, sabía que tenía que encontrar una forma de ayudar a Wonwoo, sin importar las dificultades que enfrentara en el camino. Su amistad y su compromiso con el bienestar de otros no se habían debilitado, a pesar de los desafíos y la incomprensión que podía enfrentar.

—Si deciden no apoyarme en esto, lo entenderé —dijo Junhui con calma—. Pero mi decisión está tomada. Voy a seguir intentando ayudar a Wonwoo. Es un trabajo difícil, pero siento que es lo correcto.

Seungkwan, Jeonghan y Minghao lo miraron en silencio, sus expresiones mezcladas entre la preocupación y el respeto. Aunque la situación no se resolvía fácilmente, sabían que la decisión de Junhui estaba guiada por una sincera preocupación por el bienestar de Wonwoo. Y mientras la noche continuaba, Junhui se retiró a su habitación, decidido a no abandonar a Wonwoo, a pesar de las complicaciones que se presentaran en su camino.