23. CORAZÓN ROTO

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La mañana siguiente, Junhui se despertó con una mezcla de angustia y determinación. La noche anterior había sido dura, y el rechazo de Wonwoo lo había dejado con un nudo en el estómago. Decidido a resolver la situación, Junhui se dirigió a la casa de Wonwoo con la esperanza de aclarar las cosas y encontrar una solución.

Al llegar, Junhui tocó el timbre con firmeza. Pasaron unos minutos antes de que pudiera escuchar algún movimiento dentro. Cuando la puerta se abrió, Wonwoo apareció en el umbral, con una expresión de sorpresa y desconfianza en su rostro. Junhui se preparó para hablar, pero antes de que pudiera decir algo, Wonwoo trató de cerrar la puerta.

-Wonwoo, por favor, escúchame -dijo Junhui, bloqueando la puerta con su mano-. Necesito hablar contigo. No puedo dejarlo así.

Wonwoo, visiblemente incómodo, intentó de nuevo cerrar la puerta, pero Junhui se mantuvo firme. Finalmente, Wonwoo suspiró y cedió, dejando que Junhui entrara a la casa, dejando verlo, con los ojos cansados, tristes, Wonwoo también había llorado en la noche.

Dentro, el ambiente estaba tenso. Wonwoo estaba claramente evitando el contacto visual mientras Junhui se sentaba en la sala, esperando que él se uniera. Junhui, nervioso, empezó a hablar.

-Wonwoo, sé que lo que pasó anoche fue inesperado y confuso. Pero quiero que sepas que lo que siento por ti es real. No quiero que pienses que lo nuestro es un error. -Junhui se acercó a Wonwoo, buscando su mirada-. Por favor, dime qué está pasando.

Wonwoo, con el rostro grave y los ojos llenos de una mezcla de dolor y resignación, finalmente habló.

-No es tan simple, Junhui -dijo Wonwoo, su voz temblando-. No quiero ser una carga para ti. Minji, me dejó porque no podía soportar mi condición. Me hizo sentir como si fuera un estorbo en su vida. Me temo que tú también te cansarás de mí, como ella lo hizo.

Junhui frunció el ceño, confundido por la mención de Minji. No sabía quién era, pero podía ver el dolor en los ojos de Wonwoo. Se levantó, tratando de acercarse, pero Wonwoo se apartó ligeramente.

-¿Minji? ¿Quién es ella? -preguntó Junhui, buscando entender-. No puedes compararme con ella, Wonwoo. Lo que tienes conmigo es diferente. Yo no te veo como una carga.

Wonwoo se pasó una mano por el rostro, claramente frustrado.

-Era mi exnovia, la chica de la foto -dijo Wonwoo con un suspiro-. Ella me dejó porque no podía soportar la idea de estar con alguien en una silla de ruedas. Dijo que no podía tener una vida plena conmigo, que era demasiado para ella. No quiero que tú sientas lo mismo. No quiero que me abandones.

Junhui, con el corazón roto al escuchar las palabras de Wonwoo, intentó tocar su brazo, pero Wonwoo se apartó.

-Wonwoo, no tienes que compararme con ella. Yo no voy a dejarte. Estoy aquí porque me importas y porque quiero estar contigo. No quiero que pienses que soy como ella. -Junhui, con la voz rota, trató de ser sincero-. Si hay algo que te preocupa, si tienes miedo, quiero que me lo digas. No quiero que te sientas solo en esto.

Wonwoo, con lágrimas en los ojos, se cubrió el rostro con las manos, su voz entrecortada por la emoción.

-Es injusto, dime estas tranquilo sabiendo que me estás haciendo daño, Wonwoo...

-Lo siento, Junhui. Pero no puedo seguir así. No quiero que te sientas atrapado en una relación que no puede ser como debería, te estaría haciendo más daño que este. -Wonwoo, con la voz quebrada, se alejó un poco-. Creo que lo mejor es que te vayas. Encuentra a alguien que pueda darte todo lo que mereces, alguien que pueda caminar y no te ate a una silla.

Junhui, con el corazón destrozado, trató de luchar contra el dolor de las palabras de Wonwoo. Se acercó a él, buscando una última vez su mirada.

-Wonwoo, por favor, no hagas esto -dijo Junhui, su voz llena de desesperación-. No quiero irme. Quiero estar contigo, y lo que estamos construyendo es importante para mí.

Wonwoo sacudió la cabeza, sin poder enfrentar los sentimientos que le invadían. Su voz era apenas un susurro mientras decía:

-No, Junhui. Necesito que te vayas. No puedo manejar esto ahora mismo. Por favor, vete.

Junhui, con lágrimas en los ojos, intentó una última vez hablarle, pero vio la determinación en el rostro de Wonwoo y supo que no había vuelta atrás. Con el corazón roto y un sentimiento de impotencia, se dio la vuelta y salió de la casa, dejando a Wonwoo solo, envuelto en el dolor y la confusión de sus propios temores.

Mientras Junhui se alejaba, el silencio volvió a llenar la casa, y Wonwoo se quedó solo, enfrentando sus propios miedos y la realidad de su situación, deseando que pudiera encontrar una forma de superar sus inseguridades y permitir que alguien como Junhui entrara en su vida sin miedo.

Cuando el mundo se vuelve nuevo - WonhuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora