Cuando el mundo se vuelve nuevo - Wonhui

34. PRIMERA CAIDA

El sol de la mañana entraba en el consultorio de terapia con una luz suave y cálida. Wonwoo había llegado temprano, con la determinación de probar su progreso en la rehabilitación.

Junhui estaba a su lado, observando con una mezcla de orgullo y ansiedad, esperando ver a su pareja avanzar un paso más hacia sus metas.

El terapeuta preparaba el equipo, y Wonwoo se sentaba en la silla de ruedas con la determinación dibujada en su rostro. El día había llegado para que intentara ponerse de pie y dar algunos pasos por primera vez en mucho tiempo, claro que con ayudaba de un arnes y todo un equipo.

Luego de un par de horas de terapia física, le habían preguntado si quería intentarlo y Wonwoo había dicho que si, por Junhui. Quería demostrarle que estaba listo para intentar asumir otro reto y más cuando lo veía orgulloso hacer sus ejercicios, pero por un momento olvidó si su estabilidad emocional estaba lista por si sucedía algun fracaso.

Era un momento cargado de emociones, no solo para Wonwoo, sino también para Junhui, que estaba allí para apoyarlo incondicionalmente.

La terapeuta con ayuda de Jun, le coloxó todo el equipo necesario.

—Vamos, Wonwoo, solo recuerda todo el esfuerzo y dedicación que has puesto en esto —dijo el terapeuta con una sonrisa alentadora—. Estás listo para intentarlo.

Wonwoo asintió, con los músculos tensos y la respiración descontrolada. Esa era la primera señal de que algo ya no iba bien con la seguridad que decía tener antes para intentar esto. Se levantó con la ayuda de las barras de soporte, la terapeuta hizo tensión en las cuerdas, tratando de mantener el equilibrio y ayudandolo. Junhui estaba a un lado, con los ojos fijos en él, su corazón latiendo con esperanza y ansiedad, con las manos juntas.

—Tú puedes, Wonwoo. Estoy aquí contigo —le animó Junhui con voz suave pero firme.

Wonwoo avanzó con pasos vacilantes, la terapeuta comenzó a aflojar la tensión de la cuerda poco a poco, según veía la seguridad de Wonwoo de avanzar y mantenerse por si solo, pero algo dentro de él parecía no estar sincronizado. La frustración y el cansancio se apoderaron de él, y antes de que pudiera dar el siguiente paso, sus piernas cedieron. Caído en el suelo, se dio cuenta de que no había logrado mantener el equilibrio.

Y se sintió muy avergonzado, sobretodo de que Junhui lo viese así, tan patetico

—¡No, no, no! —exclamó Wonwoo, con la voz quebrada y llena de frustración—. ¡Esto no está funcionando! ¡Quiero que se vayan!

Junhui se acercó rápidamente, su rostro mostrando una preocupación evidente. Intentó ayudar a Wonwoo a levantarse, pero él lo apartó con un gesto brusco, ahora en una posición boca arriba.

—¡No! —gritó Wonwoo, las lágrimas acumulándose en sus ojos—. ¡Déjame solo! ¡No quiero que me vean así!

El terapeuta y Junhui intercambiaron miradas de comprensión, sabiendo que este momento era difícil para Wonwoo. Junhui se detuvo, respirando hondo para mantener la calma.

—Suele pasar en los primeros intentos de los pacientes, necesita mucha paciencia y apoyo - le susurró a Junhui, aconsejandolo - Los dejaré solos - salió de la sala y cerró la puerta del gimnasio

—Wonwoo, por favor, escúchame —dijo Junhui, su voz temblando, volvió a acercarse—. No tienes que hacerlo solo. Estoy aquí contigo, no importa lo que pase.

Wonwoo miró a Junhui con una mezcla de rabia y desesperación. No podía soportar la idea de que su progreso no fuera tan grande como había esperado, haber decepcionado a Junhuu, y sentía que su sueño de recuperar la movilidad estaba aún más lejano.

—No lo entiendes —dijo Wonwoo, su voz rota—. Estoy cansado de fallar. ¿Por qué no puedo hacer esto? ¿Por qué no puedo avanzar?

Junhui se arrodilló junto a él, tratando de alcanzar su mirada, lo ayudó a sentarse

—Eres tú, el que no lo entiende, Wonwoo —dijo suavemente—. Esto no es un fracaso, es solo un paso más en el proceso. Todos tenemos días malos, y eso no te hace menos valiente o menos capaz.

Wonwoo se abrazó a sí mismo, llorando con la cabeza baja. Junhui extendió su mano para tocar su brazo con ternura.

—Déjame ayudarte —suplicó Junhui—. Permíteme estar a tu lado en este momento difícil. No tienes que enfrentarlo solo.

Su mano fue subiendo hasta su mentón y lo alzó - Mi amor, mírame, quiero ver tus ojos tan hermoso que tienes. Te he dicho que amo tus ojitos rasgados y afilados - le sonrió

—Soy un fracaso Junhui - le dijo

—Entonces eres el fracaso más hermoso de toda mi vida - Jun lo abrazó - he fracasado como novio si no puedo ayudarte entonces SOMOS un fracaso

—No digas eso - le dijo Wonwoo correspondiendo el abrazo

—Entonces tu tampoco, estoy orgulloso de ti, de la persona que esta mejorando poco a poco - besó incontables veces todo el rostro de Wonwoo

Finalmente, después de compartir ese abrazo extenso y reconfortante, Wonwoo dejó que Junhui lo ayudara a levantarse con cuidado. A pesar de su enojo y frustración, la mano de Junhui era una fuente de consuelo incondicional. Con la ayuda de su pareja, logró volver a la silla de ruedas, aún tembloroso pero con un atisbo de esperanza en sus ojos.

—Lo siento —murmuró Wonwoo, con voz entrecortada—. Me dejé llevar por la frustración.

Junhui lo miró con compasión y determinación.

—No tienes que pedir disculpas. Estoy aquí para ti, en los buenos y malos momentos. Vamos a seguir intentándolo juntos, ¿de acuerdo?

Wonwoo asintió lentamente, sintiendo el peso de su frustración aliviado por el apoyo inquebrantable de Junhui. Aunque el camino por delante seguía siendo incierto, la presencia de Junhui le daba la fuerza que necesitaba para seguir adelante.

-Te amo - le dijo Junhui sonriendo al separarse del beso que había decidio darle porque se le antojaba, porque era la mejor demostración de apoyo y amor que podia darle cuantas veces quisiera

-Yo también Junnie - este sonrió

-Hasta dar el siguiente paso, juntos - le dió aliento

Con el corazón lleno de gratitud y esperanza, Wonwoo miró a Junhui, sabiendo que, aunque los desafíos continuaran, no tenía que enfrentarlos solo. Juntos, enfrentarían lo que viniera, con amor y determinación.