Cuando el mundo se vuelve nuevo - Wonhui

30. VISITA DEL PASADO

Era un día tranquilo en la casa de Wonwoo. Junhui estaba en la cocina preparando un café mientras Wonwoo disfrutaba de la tranquilidad de la mañana en la sala. La rutina diaria parecía estar en perfecto equilibrio cuando la puerta sonó.

Junhui, con una sonrisa amistosa, se dirigió a abrirla. Al otro lado de la puerta, una mujer elegante con un aire de determinación estaba esperando. Al ver a Junhui, la mujer le dirigió una sonrisa que no lograba disimular una pizca de nerviosismo.

—Hola, vine a ver a Wonwoo, soy una amiga. ¿Está en casa? —preguntó ella, el anillo en su dedo brilló, llamando la atención de Junhui, el mismo que alguna vez Wonwoo le había dado.

Junhui, sin reconocerla, pues Wonwoo nunca había hablado de tener algunas amigas, pero ese rostro creía haberlo visto antes, tal vez en el álbum de fotos que alguna vez reviso, claro tenía que ser de ahí. Asi que asintió y la dejó pasar. La joven entró, su presencia era imponente y cargada de una historia que Junhui desconocía. Mientras tanto, Wonwoo, que estaba en la sala, no sabia lo que estaba pasando, ni lo que se venía para él.

—Wonwoo —dijo Junhui— hay alguien aquí para verte. Una vieja amiga tuya – sonrió, al pensar que realmente era una amistad pasada de su novio

Wonwoo se volvió, y al ver esa figura conocida, su rostro pasó de la sorpresa al enfado en cuestión de segundos, no podía evitar sentir incomodidad al ver la mujer que había sido parte de su vida pasada. Y el enfadó incrementó, al ver el anillo en el dedo de esa persona,  que parecía brillar con un resplandor doloroso.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Wonwoo con voz fría, tratando de contener su ira, por Junhui.

La mujer se acercó lentamente, su expresión mezcla de tristeza y arrepentimiento. Junhui no entendía, no había un encuentro amistoso.

—Wonwoo, necesito hablar contigo. Lo siento mucho por todo el dolor que causé. He pensado mucho en ti y en lo que hice. ¿Cómo has estado?

—¿Hablar?¿Lo sientes? —replicó Wonwoo con sarcasmo—. ¿Qué parte de tu arrepentimiento se aplica a cuando me dejaste porque no querías estar con un paralítico? O mejor aún, ¿qué parte de tus remordimientos cubre el hecho de que me abandonaste en el momento en que más te necesitaba? Porqué estas aquí Minji, quién te dio mi dirección – la voz de Wonwoo era fuerte y resonaba, exigiendo la información

Minji bajó la mirada, incapaz de sostener el peso de sus propios errores bajo la intensidad de la mirada de Wonwoo. Junhui ante la mención del nombre, lo recordó, la chica del cuadro, la ex pareja de Wonwoo que tanto daño le había causado, había sido un error dejarla entrar

—Yo... —su voz tembló—, no sabía cómo manejarlo todo. Me sentía abrumada. No era justo para mí, pero lo siento. Pero en serio en ese momento no supe cómo enfrentar tu situación y crei que lo mejor era terminar con esto, pero yo te recuerdo mucho

Junhui, que había estado observando el intercambio, sintió que la situación se tornaba cada vez más incómoda. Se acercó a Wonwoo, colocándole una mano en el hombro para mostrar su apoyo.

—Wonwoo, ¿por qué no tomamos un momento para calmarnos? —le sugirió Junhui con calma.

Minji, al ver la interacción entre Junhui y Wonwoo, comenzó a enfadarse.

—¿Y tú quién eres para decirle a Wonwoo qué hacer? —exclamó Minji—. ¿Acaso crees que puedes venir aquí y hacerle creer que estás en una posición para salvarlo de su pasado?

Junhui, notando la actitud defensiva de Minji, se mantuvo firme.

—No estoy aquí para salvar a nadie. Estoy aquí porque me importa Wonwoo. No creo que tú tengas el derecho de juzgar o de venir a remover viejas heridas y menos a juzgar la verdadera sinceridad de otras personas que SÍ nos interesamos por Wonwoo.

Wonwoo, respirando con dificultad para contener su frustración, miró a Minji directamente.

—No hay nada que puedas decir que borre el pasado. Lo que hiciste dejó una marca que no se puede borrar con simples palabras. Y no pienso dejar que te vayas como si nada hubiera pasado.
Minji, a la defensiva, cruzó los brazos y se plantó firmemente.

—No estoy aquí para discutir, pero creo que merezco la oportunidad de decir lo que siento. Acepto que cometí errores, pero quiero intentarlo de nuevo. Quiero hacer las cosas bien.

Wonwoo la miró con incredulidad.

—¿De verdad crees que puedes simplemente regresar y arreglarlo todo? ¿Que puedes presentarte con el anillo que alguna vez significó nuestro compromiso y que todo sea como antes?... - la chica no dijo nada, o por lo menos Wonwoo no la dejó porque era tan descarada que se te atrevería a responder - No, Minji. Lo que hiciste fue mucho más profundo de lo que un simple “lo siento” puede arreglar. Que pretendías regresando después de cuatro años.

Junhui, viendo que la situación no se resolvía, intentó intervenir de manera más directa.

—Minji, entiendo que quieras disculparte, pero Wonwoo y yo tenemos nuestra vida y nuestras propias historias. Creo que lo mejor es que te vayas ahora. No estás ayudando a nadie al quedarte aquí.

Minji, frunció el ceño, aun manteniendo su postura desafiante.

—Voy a volver. No voy a rendirme tan fácilmente. Espero que un día entiendas que no todo es tan simple como parece.

Con una última mirada decidida, Minji se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta. Junhui, aun sosteniendo la mirada, observó cómo Minji se iba antes de volver a mirar a Wonwoo, quien parecía agotado por la confrontación.

—¿Estás bien? —preguntó Junhui, acercándose a Wonwoo y dándole una mano reconfortante.

Wonwoo, mirando a Junhui, asintió lentamente.

—Sí, estoy bien. Gracias por estar aquí. — Junhui sonrió, dándole un suave apretón en el brazo.

—Siempre estaré aquí para ti. Vamos a hablar de esto, pero lo haremos juntos.

Ambos se sentaron en el sofá, Junhui ayudó a Wonwoo a acomodarse en él, a pesar de que sabía que su novio era capaz de hacerlo solo, dejando que la tensión se disipara lentamente. Junhui pasó su brazo alrededor de Wonwoo y reapartió varios besos totalmente delicados en la mejilla de su novio, ofreciéndole consuelo y comprensión mientras la conversación continuaba. La presencia de Minji había traído consigo un torrente de emociones, pero ahora era el momento de enfrentar esas emociones y de buscar el entendimiento y el apoyo mutuo como pareja.