8. UN NUEVO INTENTO

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El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas, iluminando la habitación de Wonwoo con una luz tenue. Se despertó con los ojos hinchados, un recordatorio tangible del caos emocional de la noche anterior. Se colocó sus lentes con movimientos automáticos, se alistó para el día y comenzó su rutina con la desidia que había abrazado desde el accidente. Su vida había llegado a ser una serie de días grises y repetitivos, y no esperaba que el día de hoy fuera diferente.

El sonido del timbre rompió el silencio monótono. Con un suspiro resignado, Wonwoo pensó que serían sus amigos, posiblemente regresando para intentar disculparse nuevamente. Se acercó a la puerta con la intención de rechazar cualquier intento de reconciliación, deseando simplemente que se fueran.

Sin embargo, al preguntar por el intercomunicador quién estaba en la puerta, reconoció esa voz que le era extrañamente familiar. Cuando abrió la puerta, se encontró con Junhui, que estaba de pie con una expresión algo nerviosa y sosteniendo varias bolsas de comida.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Wonwoo, intentando mantener un tono de desdén, mientras su mano se movía hacia el interruptor para cerrar la puerta.

Junhui, con una expresión de determinación en su rostro, no se movió. —Escuché parte de la discusión que tuviste con tus amigos —dijo con honestidad—. Temía que estuvieras solo y no quise irme sin intentar al menos ofrecer mi ayuda.

Wonwoo, sorprendido por la persistencia de Junhui, intentó cerrar la puerta de todos modos. Pero Junhui, anticipando el movimiento, empujó suavemente la puerta para entrar. —No me iré hasta que me dejes ayudarte. No estoy aquí para incomodarte, solo quiero estar aquí si me necesitas.

El cansancio y la frustración en los ojos de Wonwoo eran evidentes, pero también lo era la desesperanza. Finalmente, aceptó con una mezcla de agotamiento y resignación, permitiendo que Junhui entrara.

Junhui lo siguió dentro, observando de cerca el rostro de Wonwoo. Notó los ojos hinchados y rojos, señales visibles del dolor y la tristeza que había experimentado. La expresión en el rostro de Wonwoo era una combinación de cansancio y desdén, una fachada construida para protegerse del mundo exterior.

—¿A qué has venido? —preguntó Wonwoo, con un tono que reflejaba su deseo de entender el motivo detrás de la persistencia de Junhui.

Junhui, con un tono sincero, respondió: —Como te dije, escuché parte de la discusión que tuviste con tus amigos. No pude evitar preocuparme por ti y por lo que estabas pasando. No quiero que estés solo si hay algo que pueda hacer para ayudarte.

Wonwoo, irritado y agotado, replicó: —Siempre he estado solo. Desde el accidente, todo el mundo me ha dejado solo. No necesito tu lástima, ahora puedes irte.

Junhui, sintiendo el peso de las palabras de Wonwoo, trató de calmar la situación.

—No estoy aquí por lástima, Wonwoo. Solo quiero que bajes un poco las defensas y me dejes intentarlo. No quiero ser otra fuente de dolor para ti. Solo quiero ayudarte si me dejas.

El tono decidido de Junhui era claro, y aunque Wonwoo se sentía atrapado entre el rechazo y la necesidad de ayuda, la sinceridad en los ojos de Junhui no podía ser ignorada.

- ¿Por qué haces todo esto? ni siquiera me conoces, debería irte y rendirte – Jun se plantó dispuesto a no irse

—Eres complicado —dijo Wonwoo, con un toque de resignación en su voz—. Pero si vas a estar aquí, más te vale demostrar que tienes buenas intenciones.

Junhui asintió, reconociendo la complejidad de la situación y la determinación en la voz de Wonwoo. —Estoy dispuesto a hacerlo. Sé que no será fácil, pero estoy decidido a intentar sacar lo mejor de ti, si me das una oportunidad.

Con un pequeño gesto de aceptación, Wonwoo permitió que Junhui se acercara más. Aunque la tensión seguía presente, había algo en la persistencia y la empatía de Junhui que le daba una pizca de intriga.

Mientras Junhui desempacaba las bolsas de comida, el ambiente en la casa comenzó a cambiar lentamente. La presencia de Junhui, aunque inesperada, comenzó a introducir un rayo de luz en la oscuridad que había envuelto a Wonwoo durante tanto tiempo. Aunque el camino hacia la reconciliación y la recuperación aún parecía largo y difícil, la decisión de enfrentar el dolor y la soledad con alguien dispuesto a ayudar comenzaba a abrir una nueva puerta para Wonwoo.

Cuando el mundo se vuelve nuevo - WonhuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora