Cuando el mundo se vuelve nuevo - Wonhui

48. UN CORAZÓN EN DUDAS

La tarde era soleada y cálida cuando Wonwoo y Mingyu salieron de la casa. Mingyu había planeado una visita a su novio Minghao, y Wonwoo había decidido aprovechar la oportunidad para sorprender a Junhui en su universidad. Aunque aún luchaba con sus inseguridades, el deseo de ver a Junhui y mostrarle su apoyo lo motivaba a seguir adelante.

Mingyu manejaba mientras Wonwoo, ansioso pero emocionado, revisaba mentalmente los detalles de la sorpresa. Había planeado ir a la universidad de Junhui, conocer su entorno y, con suerte, sorprenderlo durante un momento libre.

—Estoy seguro de que a Junhui le va a encantar verte aquí. —dijo Mingyu, sonriendo mientras conducía. —Aunque, la verdad, no sé cuánto tiempo me tome encontrar a Minghao.

Wonwoo asintió, pero sus pensamientos estaban ocupados con el encuentro con Junhui. La universidad estaba cada vez más cerca, y la anticipación crecía con cada kilómetro recorrido.

Una vez llegaron al campus, Mingyu aparcó el coche y ambos bajaron. Con la dirección en mano, comenzaron a caminar hacia el edificio principal de la universidad, donde Junhui solía pasar gran parte de su tiempo.

—Deberíamos revisar la cafetería primero. —sugirió Mingyu. —Es un lugar común para todos.

Mientras avanzaban hacia la cafetería, Wonwoo observaba el entorno universitario con curiosidad. Era un mundo completamente diferente al que conocía en casa. La energía de los estudiantes, el bullicio y las risas creaban una atmósfera vibrante que le resultaba tanto fascinante como intimidante.

Al llegar a la cafetería, Mingyu se adelantó para buscar a Minghao, dejándolo a Wonwoo para que esperara. Wonwoo aprovechó el momento para escanear el lugar en busca de Junhui. No tardó en ver a Junhui entre un grupo de estudiantes, conversando y riendo.

Pero lo que no esperaba ver fue lo que ocurrió a continuación.

Un estudiante alto y atlético, con una sonrisa amplia, se acercó a Junhui. Sin previo aviso, lo levantó en sus hombros como si fuera una bolsa ligera, mientras Junhui reía y parecía disfrutar de la broma. El estudiante lo cargó durante unos momentos, mientras Junhui se aferraba a su cuello y reía, claramente divertidos.

El corazón de Wonwoo se hundió instantáneamente. La escena frente a él parecía confirmar todas sus peores inseguridades. La imagen de Junhui en los brazos de otro chico, tan alegre y despreocupado, intensificó sus temores de que él ya no era una prioridad para Junhui.

El dolor y la inseguridad lo invadieron, y el sentimiento de ser una carga se hizo aún más abrumador. A pesar de que Mingyu estaba ocupado con Minghao, Wonwoo no podía apartar la mirada de la escena que se desarrollaba ante él. El miedo de que Junhui pudiera estar dejándolo de lado para disfrutar de la compañía de otros se hizo palpable.

Cuando Mingyu volvió a su lado, Wonwoo lo miró con ojos llenos de ansiedad y tristeza.

—Mingyu, ¿podemos irnos? —preguntó Wonwoo con voz temblorosa.

Mingyu dejó de buscar y cuando escucho el pedido volteó y notó la expresión en el rostro de Wonwoo y, con preocupación, asintió.

—Aún no veo a Hao, pero claro, ¿estás bien?—preguntó Mingyu, quién ni siquiera había logrado encontrar a su pareja, intentando entender la causa de la angustia de su amigo. No había entendido el porque del cambio repentino en la actitud de Wonwoo, pero no indagó más.

Wonwoo no respondió de inmediato, su mente estaba abrumada por pensamientos de duda y auto desilusión. Finalmente, asintió débilmente y Mingyu lo llevó de regreso al coche.

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Al llegar a casa, Wonwoo estaba sumido en una profunda tristeza. Mingyu trató de animarlo, pero Wonwoo estaba demasiado atrapado en sus propios pensamientos como para escuchar realmente.