Cuando el mundo se vuelve nuevo - Wonhui

40. LAS SOMBRAS DEL PASADO

La casa de Wonwoo había quedado en un silencio inquietante después de la visita de su padre. La atmósfera era densa, cargada de tristeza y desesperanza, incluao Mingyu y Minghao, no querían dejarlos, pero en algún punto tuvieron que hacerlo.

Desde aquel día, Wonwoo había entrado en una especie de capullo emocional, cerrándose al mundo exterior y rehusándose a salir de su hogar nuevamente, La terapia que tanto había intentado retomar ahora parecía un recuerdo lejano y doloroso.

Junhui, con el corazón apesadumbrado, intentaba mantener una rutina de apoyo, pero notaba cómo el estado de Wonwoo se deterioraba cada día más.

Las sesiones de terapia que antes habían sido un rayo de esperanza se convirtieron en una lucha constante. Wonwoo se negaba a salir de su habitación, y su ánimo estaba en un punto bajo. Junhui no quería dejarlo solo, le llevaba su comida, incluso pidió permiso en su trabajo para poder quedarse con Wonwoo, el cual le fue concedido, pues sería como trabajar desde casa, para no obtener ningún descuento en su paga, sus jefes eran realmente comprensivos y amables, lo cual agradecía. Incluso le recordaron el trabajo de un terapeuta de no solo ser el apoyo fisico sino también emocional de los pacientes, dándoles consejos de como poder animar a Wonwoo. Aunque solo pudo ser una semana.

Pero sería esa noche, después de una pesadilla particularmente horrible, que Wonwoo se despertó sudoroso y temblando. Junhui, al escuchar los sollozos ahogados de Wonwoo, se despertó y se acercó rápidamente a su lado. Sin embargo, su novio parecía completamente abatido, y el miedo en sus ojos era palpable, Junhui no tuvo tiempo de procesar que estaba recién levantado, ignoró el leve dolor de cabeza de haberse levantado tan rápido.

—Wonwoo, ¿qué pasó? —preguntó Junhui — respira mi amor — con una preocupación sincera en la voz. Dando leves masajes en la espalda del menor.

Wonwoo no respondió de inmediato, pero Junhui, sintiendo el peso del silencio, se sentó a su lado en la cama, tomándolo de la mano. La cercanía y el calor de Junhui parecían ser la única fuente de consuelo en ese momento de oscuridad.

—No puedo... —dijo Wonwoo con voz quebrada—. No puedo seguir así, Junhui. No puedo... no puedo olvidarlo.

Junhui, viendo el dolor en los ojos de Wonwoo, supo que había llegado el momento de profundizar en el dolor que su novio había estado escondiendo. Con delicadeza y cuidado, comenzó a hacerle preguntas que antes había evitado por miedo a abrir viejas heridas.

—Wonwoo, sé que has pasado por mucho —dijo Junhui—. Pero necesito saber qué pasó esa noche del accidente. Siento que algo te está atormentando y no puedo ayudarte si no entiendo lo que ocurrió. Cómo puedo defenderte..

Wonwoo cerró los ojos, luchando contra las lágrimas que amenazaban con salir. La voz de su madre, el sonido del accidente, todo venía de vuelta a él con una claridad dolorosa.

—Esa noche... —empezó Wonwoo con voz temblorosa—. Estábamos discutiendo en el auto. Mi madre me había sacado de una fiesta a la que no me dejaron ir, y yo estaba furioso. Le dije que dejara de meterse en mi vida, que no tenía derecho a decidir por mí. La discusión se volvió más intensa... Yo estaba tan enojado que no me di cuenta del camión que venía hacia nosotros.

Junhui apretó la mano de Wonwoo con fuerza, alentándolo a continuar. El dolor en la voz de Wonwoo era desgarrador, y cada palabra parecía arrastrar una nueva ola de sufrimiento.

—Jeon Wonwoo, sal de esa fiesta, ahora mismo, te dije que estabas castigado, no lo voy a volver a repetir, estoy afuera, no me hagas entrar, si no quieres pasar vergüenza te doy un minuto para salir — le colgó el móvil

Wonwoo refunfuñó molestó, con mucha cólera, se despidió de sus amigos y a grandes zancadas salió de la casa echando humo

—Qué haces aquí, me estas haciendo pasar la vergüenza de mi vida