41. YO TE DEFIENDO

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Después de largas conversaciones y mucho esfuerzo, Junhui finalmente logró convencer a Wonwoo para que viera a un psicólogo, que no tuviese vergüenza de contar sus miedos y preocupaciones, todo lo que le atormentaba. Sin embargo, Wonwoo estaba decidido a no salir de casa para la consulta. Aceptó la ayuda profesional solo si el psicólogo podía venir a su hogar. Junhui, sin dudarlo, aceptó el compromiso y organizó la visita con el profesional.

El día de la visita, Junhui estaba nervioso pero esperanzado. La llegada del psicólogo a la casa de Wonwoo fue un paso importante en el camino hacia la sanación. La sesión se llevó a cabo en el ambiente familiar y cómodo de la sala de estar, permitiendo a Wonwoo hablar de sus sentimientos en un entorno donde se sentía seguro. Habían comenzado con un proceso nuevo, de sanar.

Más tarde, Junhui decidió que era el momento adecuado para acompañar a Wonwoo a visitar la tumba de su madre, Minghao y Mingyu que seguían pendientes y preocupados, quisieron acompañarlos, Mingyu manejando el vehiculo por ellos.

Sabía que era un paso difícil, pero también importante para el proceso de curación emocional de Wonwoo. Al llegar al cementerio, el aire fresco y el ambiente tranquilo proporcionaron un contraste marcado con el estado emocional de Wonwoo.

Ambos se acercaron a la tumba, y Wonwoo se colocó frente a la lápida, colocando flores y susurrando palabras de amor y arrepentimiento. Junhui permaneció a su lado, dándole espacio pero también ofreciéndole apoyo silencioso.

El momento de calma y reflexión se vio interrumpido cuando el padre de Wonwoo apareció en el cementerio. La tensión en el aire era palpable. El padre, con una actitud fría y despectiva, se acercó a su hijo y a Junhui.

-¿Qué hacen aquí? -preguntó el padre con una voz cargada de resentimiento-. ¿Acaso no tienen respeto ni siquiera en este lugar?

Wonwoo levantó la vista, sus ojos llenos de tristeza y angustia. Junhui, al ver la expresión de su novio, sintió una oleada de furia. No permitiría que el padre de Wonwoo siguiera causando más dolor. Decidió intervenir con una firmeza que sorprendió incluso a él mismo.

-¿Respeto? -dijo Junhui con voz controlada pero decidida-. Usted no tiene ni idea de lo que es respeto. Y mucho menos de lo que significa ser un padre.

El padre de Wonwoo frunció el ceño, claramente irritado por la interrupción de Junhui.

-¿Y tú quién eres para hablarme así? -preguntó el padre con desdén-. ¿Qué sabes tú de mi hijo y de lo que ha pasado?

-Sé suficiente -respondió Junhui, su voz resonando con una mezcla de firmeza y compasión-. Sé que mi novio ha cargado con un peso enorme debido a una tragedia que él no causó. Y también sé que, a pesar de todo el dolor, ha intentado superar sus dificultades con una valentía que usted nunca ha mostrado.

El padre de Wonwoo se puso a la defensiva, su rostro enrojeciendo de enojo. Junhui no se dejó intimidar.

-Usted no puede seguir echándole la culpa a su hijo por la muerte de su esposa. Los accidentes ocurren, y no fue culpa de Wonwoo que ese camión estuviera en el camino. No lo ha apoyado en nada y lo ha abandonado en su momento más vulnerable.

-No tengo que escuchar a un desconocido que viene a decirme cómo debo tratar a mi hijo -replicó el padre, su tono se tornaba más áspero.

-¡Sí, lo tiene que escuchar! -interrumpió Junhui, su voz llena de indignación-. Usted ha fallado como padre de una manera que es difícil de comprender. No solo ha causado un daño irreparable en la vida de Wonwoo, sino que ahora, al no asumir su responsabilidad y en lugar de apoyarlo, se dedica a hundirlo aún más. ¿No se da cuenta de lo que ha hecho? ¿No ve cómo lo ha afectado? Usted es el cobarde por hundirse en su tonta miseria en lugar de apoyar al regalo más hermoso que le pudo dejar su esposa.

El padre de Wonwoo estaba claramente enfurecido, pero Junhui no cedió. Sus palabras eran como un golpe certero que desmoronaba la fachada del padre. Finalmente, con una última mirada de desprecio, Junhui tomó la mano de Wonwoo y comenzó a alejarse del lugar, empujando la silla.

-Vamos, Wonwoo -dijo Junhui suavemente, tratando de calmar a su novio-. No necesitamos más de esto. Estás rodeado de gente que te quiere y te respeta. Vamos a irnos.

Mientras caminaban hacia la salida del cementerio, Mingyu y Minghao, quienes habían estado esperando a distancia, se acercaron para unirse a ellos. La tensión del encuentro dejó una marca, pero el apoyo de los amigos y la fortaleza de Junhui proporcionaron un alivio necesario.

De regreso en casa, Junhui y Wonwoo se sentaron en el salón, rodeados por el afecto y la comprensión de sus amigos. Junhui abrazó a Wonwoo con ternura, consolándolo después del enfrentamiento doloroso con su padre.

-Lo siento, Wonwoo -dijo Junhui suavemente-. No quería que esto fuera tan difícil, pero necesitaba que supieras cuánto te apoyo y cuánto te amo. No tienes que cargar con todo esto solo. Estoy aquí para ti, siempre.

Wonwoo, con los ojos llenos de lágrimas, se dejó abrazar por Junhui, sintiendo la calidez y el consuelo en sus brazos. Aunque las heridas del pasado aún estaban presentes, el amor y el apoyo que recibía de Junhui y sus amigos le daban la esperanza necesaria para seguir adelante.

Juntos, enfrentaron la dura realidad con valentía y determinación, sabiendo que, aunque el camino por recorrer era largo, tenían la fuerza de su amor y el respaldo inquebrantable de quienes verdaderamente les importaban.

Cuando el mundo se vuelve nuevo - WonhuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora