Extra 1

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Capìtulo 3 Narrado desde el punto de Alexanderr

¿Alguna ves se preguntaron como  fue que Alexander reacciono cuando vio a Lexa por primera vez?

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Alexander

—Cariño — la voz de Chelsea me hace volver a la realidad; estaba demasiado concentrado en el camino —, ¿qué haremos con los nuevos agentes? —pregunta.

— ¿No pudiste hacer nada al respecto?

Niega con la mirada algo baja—. Como te dije, sigues siendo el jefe del caso, pero no pude lograr sacarlos —explica—. Quizás podríamos hacer como hicimos con el último y hacerlos pasar por un accidente.

—No, mejor no —niego mientras sigo con la mirada puesta en el camino.

—¿No?

Niego de nuevo.

—No es recomendable —respondo—. Vamos a comenzar a levantar sospechas con el hecho de que todos en el caso mueren, excepto yo.

Sé que levanté muchas sospechas la primera vez cuando el anterior jefe del caso murió y a mí no me pasó nada, aunque lo ayudaba con el caso. Por eso tuve que fingir un pequeño accidente, que incluso se me fue de las manos, causándome una gran cicatriz que no planeé.

—Entonces, ¿qué se supone que hagamos con ella? —pregunta Chelsea—. No es recomendable que esté en el caso —dice—, ni ella ni ninguno de los otros. No podemos arriesgarnos a que descubran algo; después será más difícil deshacernos de ellos.

Suspiro. Sé que es cierto, pero no puedo levantar más sospechas. Ya hay personas en las Fuerzas Armadas que comienzan a dudar de nosotros. No me preocupa porque no son de alto rango, pero aun así...

No puedo dejar que salga a la luz. He pasado demasiado tiempo encubriendo todo. Realmente no quiero volver a escapar y mucho menos cambiarme la identidad de nuevo. No es sencillo ni tan cómodo como suele ser, además que nada nos asegura de que volveremos a tener ayuda como la otra vez.

—No te preocupes, yo me encargo —me encojo de hombros—. Creo que lo mejor será buscar la manera de que ella misma abandone.

—¿Crees que será tan sencillo?

Asiento—. No dudes que es una niña de papi que llegó al puesto por ser hija de alguien importante. Solo hay que ponerle las cosas un poco difíciles — escupo — sé que abandonará, ella no aguantará el estar aquí...

Solo tengo que hacerla abandonar, ya los otros no me preocupan; sé que son de relleno y protocolo; además tiene un mes y medio de prueba; tampoco es que creo que con tampoco tiempo pueda hacer mucha cosa.

—Eso espero —responde mientras detengo el auto en el lugar indicado—. Si no, le diremos a Mason que la mate. Sabes que es muy bueno haciendo ese tipo de trabajo y haciéndolo pasar desapercibido.

Realmente es muy bueno, pero por más bueno que sea, ya no me puedo arriesgar a que las personas sospechen. Demasiado fue infiltrarme en la misma policía. Cuando mi padre me dio esa orden, pensé que se estaba volviendo loco, aunque al final resultó demasiado bien.

Pero no deja de ser riesgoso.

Detengo el auto cuando llegamos a nuestro destino y ambos entramos a nuestros respectivos puestos de trabajo. Yo voy a mi oficina, donde tengo un grupo de papeleo sin terminar, casos que tengo que dar por cerrados.

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