Pikachu en Jujutsu Kaisen

Capitulo 10: Yorozu.....2

Capitulo 10: Yorozu...2

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El Pikachu maldito lanzó descargas eléctricas al techo de la cueva, desesperado por derrumbar la estructura y aplastar a Yorozu. Las chispas volaban en todas direcciones, iluminando momentáneamente las paredes sombrías mientras el eco de las explosiones resonaba en la caverna. Sin embargo, Yorozu, con un movimiento elegante de sus dedos, invocó su técnica innata. Metal líquido emergió de la nada, envolviéndola en una esfera protectora que absorbía los ataques sin esfuerzo.

—¿Eso es todo lo que tienes? —murmuró, con una sonrisa burlona en los labios.

Las descargas del Pikachu maldito chocaban contra la cúpula de metal líquido sin causar daño. Sus ojos parpadearon con frustración, sintiendo que su energía se agotaba cada vez más rápido. Había puesto demasiada fuerza en los votos vinculantes y ahora su cuerpo empezaba a resentirse. Las descargas eran erráticas, menos precisas, y las heridas que había logrado cerrar comenzaban a reabrirse poco a poco.

Yorozu, mientras tanto, permanecía completamente inmune dentro de su escudo. Observaba con calma cómo el Pikachu luchaba contra sus propios límites, consciente de que la criatura estaba llegando al borde de su resistencia.

—No durarás mucho más. ¿Por qué sigues luchando? —preguntó, sin esperar respuesta. Sus ojos brillaban con una mezcla de diversión y crueldad mientras daba un paso hacia adelante, dejando que el metal líquido se desplazara como una segunda piel a su alrededor.

El Pikachu, con un último esfuerzo, canalizó toda la energía restante en su cuerpo. Un aura de rayos oscilaba alrededor de él, intensificándose. Con un rugido, concentró la electricidad en una esfera gigantesca de pura energía maldita, lista para lanzarla con la esperanza de destruir tanto a su enemigo como la cueva misma.

Yorozu, al ver esto, simplemente suspiró.

—Un último intento desesperado. Patético.

En un movimiento fluido, la hechicera levantó ambos brazos, manipulando su metal líquido con precisión letal. La sustancia se transformó en cientos de filamentos afilados, que se extendieron hacia el Pikachu a la velocidad del rayo. Antes de que la criatura pudiera liberar su ataque final, las puntas de metal lo atravesaron desde todas direcciones, penetrando profundamente en su cuerpo.

El Pikachu maldito gritó de dolor mientras la esfera de energía que había formado comenzaba a disiparse. La electricidad se desvanecía, y la luz en sus ojos empezaba a apagarse. Su cuerpo quedó colgando, inmovilizado por los filamentos de Yorozu.

—Es el fin para ti —dijo la hechicera, con una sonrisa victoriosa en su rostro. Apretó los puños y los filamentos de metal se contrajeron, estrujando al Pikachu con fuerza, drenando lo poco que le quedaba de energía.

Con un último gemido de dolor y desesperación, la criatura se desplomó, su cuerpo brillando por un instante antes de apagarse por completo. La cueva quedó en completo silencio, solo el eco distante del viento fuera de las montañas rompía la calma.

Yorozu bajó la guardia, permitiendo que el metal líquido volviera a su forma original, flotando alrededor de ella como una sustancia viviente. Dio un paso hacia el cuerpo inerte del Pikachu maldito, observándolo por un momento.

—Supongo que no eras tan temible después de todo —susurró, antes de girarse y comenzar a marcharse. Su misión estaba cumplida.

Sin embargo, en lo profundo de la cueva, una pequeña chispa residual de energía maldita aún persistía en el aire, una señal de que el Pikachu maldito aún no había desaparecido por completo.