Capítulo 21: Las Diez Sombras
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Pikachu yacía en la nieve, su cuerpo exhausto y herido tras la feroz confrontación con Sukuna. La oscuridad de la noche parecía engullirlo, mientras la figura del Rey de las Maldiciones, dividido en tres cuerpos, se alejaba con una risa sádica que reverberaba en el aire frío. El poder combinado de los clanes Zenin y Kamo, junto con la técnica de desmantelamiento de Sukuna, había demostrado ser abrumador. Pero Pikachu no estaba dispuesto a rendirse aún.
Días habían pasado desde la brutal confrontación. En su mente, la imagen de Tengen permanecía clara: su aliada y guardiana. Sabía que debía actuar rápido. La amenaza de Sukuna siempre estaba presente, y con cada segundo que pasaba, más se acercaba a su objetivo de destruir todo lo que Pikachu quería salvar.
El ratón eléctrico se levantó, su cuerpo tembloroso intentando encontrar el equilibrio. A pesar de las heridas que le causaron los ataques de Sukuna, su determinación ardía. Había sentido la pérdida de su energía en la batalla, pero no podía dejar que eso lo detuviera. La vida de Tengen, la seguridad del mundo, estaban en juego.
—"No puedo dejar que esto termine así," —murmuró, sus ojos brillando con resolución.
Mientras Pikachu recuperaba fuerzas, se dio cuenta de que había llegado el momento de confrontar al fragmento de Sukuna que quedaba en el cuerpo del joven Zenin. Había recibido informes de que Sukuna había atacado a un pueblo cercano, dejando un rastro de destrucción a su paso, atravesando con su técnica de Corte a veinte hechiceros de jujutsu en un instante. Esta no era solo una masacre; era un mensaje, y Pikachu sabía que no podía esperar más. Debía actuar antes de que el fragmento de Sukuna se recuperara.
Con pasos decididos, Pikachu se adentró en la nevada, su mente enfocada en la misión. La ruta hacia el pueblo era peligrosa, y la oscuridad de la noche parecía querer atraparlo en sus garras. Pero a medida que se acercaba, un resplandor rojo iluminó el cielo. Era una señal de que Sukuna había llegado.
En el pueblo, la escena era desoladora. Las casas estaban en ruinas, y el aire estaba impregnado de una energía maldita palpable. Pikachu sintió una presión en su pecho mientras se acercaba, el frío se mezclaba con la tensión del momento. Sabía que el cuerpo poseído del joven Zenin estaba aquí, y con él, una parte de Sukuna que debía ser eliminada.
A su alrededor, los pocos hechiceros sobrevivientes intentaban reponerse. Algunos luchaban contra las sombras que se alzaban desde el suelo, manifestaciones de la maldición que Sukuna había dejado atrás. Pikachu apretó los dientes, sintiendo la urgencia de actuar antes de que Sukuna completara su plan.
Al entrar en el pueblo, una risa resonó en el aire, profunda y ominosa. Era Sukuna, manifestando su presencia a través del cuerpo del Zenin, riendo de los débiles intentos de resistencia.
—"¿Y ahora quién se atreve a desafiarme?" —el tono burlón de Sukuna se mezcló con el viento. —"¿Creen que pueden detener mi regreso?"
Pikachu sintió cómo la ira se acumulaba en su interior, y su energía comenzó a fluir a través de él. Con cada latido de su corazón, canalizó la electricidad en su cuerpo, preparándose para la batalla.
—"¡Yo lo haré!" —Pikachu, expulsando su energía maldita ante el eco de la risa de Sukuna. —"No dejaré que arruines más vidas."
En un instante, Pikachu se lanzó hacia el centro del pueblo, una ráfaga de electricidad envolviendo su figura mientras se aproximaba al cuerpo poseído de Zenin. Su Expansión de Dominio se activó nuevamente, un campo de energía eléctrica que rodeaba a Sukuna y a todos los espíritus malditos en la zona. Esta vez, estaba decidido a no perder la concentración.
El ambiente se volvió tenso. La energía chisporroteaba, creando un campo de batalla electrizante. Sin embargo, Sukuna no se intimidó. Con un movimiento ágil, el joven Zenin lanzó un ataque, una onda de cortes invisibles que se dispararon hacia Pikachu.
—"¡Cuidado!" —gritó uno de los hechiceros sobrevivientes, pero Pikachu ya había anticipado el movimiento.
Con un salto hacia un lado, Pikachu evadió los cortes y contraatacó con un Rayo de Jaula, un torrente de electricidad que buscaba apresar a Sukuna. La luz brillante chocó contra la sombra maldita, creando una explosión que sacudió el aire. Pero Sukuna se rió nuevamente, la energía oscura fluyendo a su alrededor como un escudo.
—"Tu energía es fuerte, pero no es suficiente para detenerme," —se burló, y con un movimiento de su mano, las sombras respondieron a su llamada.
Las sombras se arremolinaron, formando figuras monstruosas que se lanzaron hacia Pikachu. Con determinación, Pikachu se movió ágilmente, lanzando rayos para deshacer las sombras mientras intentaba encontrar un camino hacia el verdadero objetivo: el cuerpo del Zenin.
—"¡No puedo perderme en esto!" —pensó, mientras se concentraba en la esencia de Sukuna que emanaba del joven.
A medida que Pikachu luchaba contra las sombras, pudo sentir cómo la energía maldita del Zenin era absorbida por Sukuna. Cada segundo que pasaba, la amenaza aumentaba. No podía permitir que el poder del Rey de las Maldiciones regresara por completo.
Con un esfuerzo sobrehumano, Pikachu reunió toda su energía, formando un rayo concentrado alrededor de su cuerpo. La electricidad crepitaba y crecía en intensidad, convirtiéndose en una esfera brillante que iluminaba la noche. Era el momento culminante de su batalla.
—"¡Rayo Fulminante!" —gritó, lanzando el ataque con toda su fuerza.
El rayo brilló intensamente mientras se lanzaba hacia Sukuna, impactando de lleno en el cuerpo del joven Zenin. La explosión de luz iluminó el pueblo, y en ese instante, todo pareció detenerse.
La energía oscura de Sukuna se tambaleó ante el ataque, y por un momento, la sonrisa burlona se desvaneció. Pikachu sintió que había tocado el punto débil.
—"¡Esto es por Tengen! ¡Esto es por todos los que has lastimado!" —gritó con todas sus fuerzas, canalizando cada partícula de energía que le quedaba.
El ataque impactó en el corazón de la oscuridad, y los ecos de la risa de Sukuna fueron ahogados por el rugido del rayo. Las sombras se disiparon, y el joven Zenin cayó al suelo, inconsciente, pero liberado de la influencia de Sukuna.
Pikachu, exhausto y herido, se acercó lentamente al cuerpo caído. Aunque había ganado esta batalla, el camino hacia la victoria aún era largo. Sabía que Sukuna no se detendría fácilmente y que Kenjaku aún estaba en libertad. Pero por ahora, había logrado salvar a uno más del reino de las maldiciones.
Mientras las primeras luces del amanecer comenzaban a asomarse en el horizonte, Pikachu miró hacia el cielo, sintiendo que la lucha estaba lejos de terminar. Pero en su corazón, había una chispa de esperanza. La batalla no solo era por él, sino por todos los que luchaban contra la oscuridad. Y mientras hubiera vida, habría resistencia.
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Pikachu en Jujutsu Kaisen
FanfictionUn humano cualquiera es condenado a sufrir eternamente en el infierno, pero antes de caer a manos del abismo, se le da la oportunidad de arrepentirse en una nueva vida. Ahora convertido en pikachu tendrá que pagar con sus pecados en un nuevo mundo.