Capítulo 13: La tormenta maldita...2

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 Capítulo 13: La tormenta maldita 2

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La figura de Ángel se erguía firme en medio del caos, su presencia luminosa contrastaba con la oscuridad que rodeaba a Pikachu. La energía que irradiaba su técnica innata se manifestaba en un aura brillante, purificando el aire cargado de maldición. Las alas etéreas formadas por su técnica se extendieron majestuosamente, y la trompeta de cuatro alas de luz flotaba entre sus manos, emitiendo una vibración que resonaba con la esencia misma del jujutsu.

Pikachu, con su cuerpo envuelto en relámpagos oscuros y su mirada desbordante de furia y desesperación, se lanzó hacia Ángel con la velocidad de un rayo. Su rugido era un lamento de dolor y odio, un grito que parecía desafiar a todo y a todos. La energía maldita se arremolinaba a su alrededor, distorsionando el entorno mientras se preparaba para embestir con una fuerza descomunal.

"¡Cuidado, Ángel!", gritó Takako, sabiendo que un ataque directo podría acabar con la hechicera.

Pero Ángel no se inmutó. Con una calma sobrehumana, alzó la trompeta hacia el cielo. Un círculo de luz inmenso se formó en el firmamento, su centro decorado con un heptagrama brillante y rodeado de cruces resplandecientes. La trompeta resonó, emitiendo un sonido claro y celestial que se extendió como una onda a través del campo de batalla.

"¡Salida Máxima: Escalera de Jacob!"

Una columna de luz descendió del círculo celestial, cubriendo a Pikachu con una fuerza abrumadora. El poder de la técnica de Ángel buscaba purificar la energía maldita, extinguiendo la maldición que había transformado a la criatura en una anomalía. La luz era cegadora, su resplandor tan intenso que los hechiceros alrededor tuvieron que cubrirse los ojos.

Pero, en medio de esa luz, algo inesperado sucedió. Pikachu, lejos de ser purificado, comenzó a emitir un nuevo tipo de energía. Los relámpagos oscuros se volvieron más violentos, retorciéndose y fusionándose con la luz de la Escalera de Jacob. Un rugido ensordecedor brotó de su garganta, mientras su cuerpo comenzaba a distorsionarse. La técnica de Ángel estaba teniendo un efecto adverso, y la energía inestable de Pikachu se estaba desbordando de una manera que nadie había anticipado.

"¡No puede ser...!", murmuró Ángel, su rostro mostrando una expresión de sorpresa y preocupación. "¿Cómo puede resistir mi técnica?"

Takako, que observaba la escena con los ojos muy abiertos, comprendió lo que estaba sucediendo. Pikachu no era simplemente una criatura maldita; la fusión de su naturaleza con la energía del jujutsu lo había convertido en algo que trascendía las maldiciones comunes. Estaba absorbiendo la luz de la técnica de Ángel, transformándola en una fuerza aún más caótica.

"¡Ángel, detén la técnica! ¡Estás alimentándolo!", gritó Takako, desesperada.

Pero era demasiado tarde. La luz de la Escalera de Jacob fue absorbida por completo, y Pikachu, ahora envuelto en una energía que combinaba la oscuridad y la luz, se liberó con un estallido que hizo temblar el suelo. El cielo se oscureció aún más, y un rayo gigante cayó del cielo, dividiendo el campo de batalla en dos. Los hechiceros apenas lograron protegerse de la onda expansiva, mientras el poder de Pikachu seguía creciendo de manera exponencial.

Ángel retrocedió, su expresión ahora claramente preocupada. A pesar de su increíble poder, incluso ella podía sentir la intensidad abrumadora que emanaba de Pikachu. Sabía que continuar con su técnica solo empeoraría la situación, pero detenerlo sin esa herramienta parecía imposible.

"Takako, ¡necesitamos un nuevo plan! ¡No podemos seguir así!", exclamó Jin Murasame, que había observado todo desde la distancia.

Takako apretó los dientes, su mente corriendo a toda velocidad para encontrar una solución. La idea de que Pikachu estuviera más allá del poder de cualquier hechicero era aterradora, pero no podía rendirse. De repente, un pensamiento cruzó su mente: quizás no necesitaban destruir la maldición, sino contenerla de una manera diferente.

"¡Jin! ¡Necesitamos atraer a Pikachu hacia el bosque de sellos malditos!", gritó Takako, señalando hacia el horizonte. "¡Es la única forma de restringir su energía sin matarlo!"

Jin asintió, comprendiendo rápidamente su plan. Los sellos malditos en ese bosque habían sido creados por generaciones de hechiceros, y su poder de contención era legendario. Si lograban llevar a Pikachu hasta allí, podrían sellarlo temporalmente y ganar tiempo para idear una solución más definitiva.

"Ángel, necesito que nos cubras mientras lo llevamos hacia el bosque", dijo Takako, mirando a la hechicera con determinación. "Tu técnica es la única que puede frenarlo lo suficiente para que podamos atraerlo."

Ángel dudó un momento, mirando al Pikachu transformado con preocupación, pero luego asintió. Su trompeta brilló con un resplandor renovado, y las alas de luz a su alrededor se desplegaron con una fuerza impresionante.

"Está bien. Pero dense prisa. No sé cuánto tiempo podré mantenerlo bajo control", respondió con voz firme.

Takako y Jin se lanzaron hacia Pikachu, sus auras resonando mientras usaban sus propias técnicas para crear un camino hacia el bosque. Pikachu, ahora una entidad de puro caos, los siguió, su energía desbordante destrozando todo a su paso.

Ángel, desde el aire, mantuvo la presión sobre la criatura, usando su Escalera de Jacob para redirigir sus ataques hacia el cielo. La batalla por la contención había comenzado, y cada segundo contaba mientras se enfrentaban a una fuerza que desafiaba la comprensión de los hechiceros.

La tormenta continuaba rugiendo sobre ellos, y la sombra de la maldición se cernía sobre el campo de batalla, mientras Takako, Jin y Ángel luchaban con todas sus fuerzas para evitar una catástrofe. Pero en el fondo de su mente, Takako no podía evitar preguntarse: ¿había algo o alguien que pudiera detener a Pikachu antes de que fuera demasiado tarde?

Y, si existía, ¿llegaría a tiempo?

Pikachu en Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora