Pikachu en Jujutsu Kaisen

Capítulo 25: La Batalla por el Alma

Capítulo 25: La Batalla por el Alma

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En el oscuro vacío que era ahora su mente, Pikachu flotaba solo. No había luz ni sombras, solo una vasta extensión de energía maldita que envolvía todo, creando una atmósfera sofocante. Dentro de este espacio, Sukuna esperaba. El Rey de las Maldiciones estaba allí, imponente y arrogante, su figura más amenazante que nunca, con una sonrisa burlona que mostraba su confianza absoluta en la victoria.

—"Finalmente, aquí estamos," —dijo Sukuna con una voz que resonaba como un trueno en el vacío. —"Creíste que podrías resistirme, pero este es mi dominio. Aquí, no hay escapatoria."

Las marcas malditas se extendían por todo el espacio, conectándose con Sukuna, como si él mismo fuese la fuente de la oscuridad que envolvía el lugar. Con un simple gesto de su mano, Sukuna invocó su poder. Cuchillas de energía maldita, los infames "Cortes", volaron en todas direcciones, cortando el aire a una velocidad vertiginosa. El objetivo: Pikachu.

—"¡No me rendiré!" —pensó Pikachu, su cuerpo eléctrico chispeando con furia. Sabía que, en este lugar, debía pelear no solo por su vida, sino por su alma.

Saltó ágilmente esquivando las primeras cuchillas, pero más seguían viniendo. El espacio en el que se movía estaba colapsando bajo el poder de Sukuna. Pikachu lanzó un poderoso Impactrueno, un rayo masivo que cortó el vacío, alcanzando algunas de las cuchillas que venían hacia él, destruyéndolas en el acto. Sin embargo, las cuchillas que lograron esquivar el rayo continuaban su curso imparable.

Sukuna, viendo a Pikachu resistir, decidió intensificar su ataque. Levantó ambas manos, formando sellos rápidos, y de la nada surgieron grandes flechas de fuego maldito. Con un rugido ensordecedor, las flechas cruzaron el espacio, rodeando a Pikachu desde todos los ángulos.

—"¡Desmantelamiento Infernal!" —gritó Sukuna, mientras las flechas convergían en una explosión de fuego oscuro y cortante, dirigiéndose directamente hacia Pikachu.

Pikachu, rodeado y sin opción de escape, sintió el calor abrasador del fuego maldito acercándose. Con cada segundo, el aire se volvía más pesado, más letal. Sin embargo, Pikachu no iba a ser derrotado tan fácilmente. Reuniendo toda su energía, comenzó a girar sobre sí mismo, creando una tormenta de electricidad pura.

—"¡Electrotornado!" —exclamó Pikachu mentalmente, y de su pequeño cuerpo salió una tempestad de rayos, formando una barrera impenetrable de energía eléctrica.

Las flechas de fuego chocaron contra el Electrotornado, pero en lugar de atravesarlo, se disolvieron en la energía brillante que Pikachu había desatado. La explosión fue tan intensa que iluminó todo el vacío en un destello cegador. Pikachu, en medio de la tormenta, sintió una oleada de poder y furia.

Sukuna no parecía perturbado. Aunque la tormenta de Pikachu había neutralizado su ataque, el Rey de las Maldiciones solo sonrió más ampliamente. —"Interesante, pequeño. Pero no eres rival para el Rey de las Maldiciones."

Con un gesto brusco, Sukuna invocó su Corte Inmortal, una técnica que no solo cortaba el cuerpo, sino también el alma misma. Cientos de tajos malditos aparecieron en el aire, cada uno cargado con la energía maldita de Sukuna, y todos se lanzaron hacia Pikachu en una ráfaga mortal.

Pikachu, con su energía agotándose rápidamente, sabía que debía actuar rápido. Si esos tajos lo alcanzaban, sería el fin. Cerrando los ojos por un instante, recordó todo por lo que había luchado y a quienes había protegido. No podía fallar ahora.

—"¡Esto es por todos!" —pensó Pikachu con determinación, y concentró toda su energía restante en un último ataque.

Su cuerpo comenzó a brillar con una intensidad nunca vista antes. El vacío a su alrededor empezó a temblar, y un trueno ensordecedor resonó por todo el espacio. Pikachu lanzó su ataque más poderoso: Gigavoltio Destructivo, una descarga masiva de electricidad pura, que no solo atravesaba el espacio haciendo temblar los cimientos de este, sino que parecía desintegrar todo a su paso.

El Gigavoltio Destructivo se encontró con los cortes malditos de Sukuna en una colisión titánica. Los dos poderes chocaron con tanta fuerza que el vacío comenzó a romperse. La energía de Pikachu brillaba con un resplandor cegador, mientras los tajos de Sukuna se desintegraban bajo el inmenso poder eléctrico.

Sukuna, por primera vez, retrocedió. El poder de Pikachu era abrumador, y la sonrisa confiada del Rey de las Maldiciones comenzó a desvanecerse. El Gigavoltio Destructivo lo alcanzó de lleno, envolviéndolo en una tormenta de electricidad tan intensa que incluso Sukuna, el Rey de las Maldiciones, no pudo resistir.

—"¡Esto no ha terminado!" —gritó Sukuna mientras su figura comenzaba a desvanecerse, pero el poder de Pikachu era imparable.

Con un último grito de furia, Sukuna fue consumido por el Gigavoltio Destructivo, y su presencia en el alma de Pikachu se desvaneció por completo.

El vacío se silenció de golpe. Pikachu flotaba en la nada, agotado, pero victorioso. Sentía que la influencia maldita de Sukuna se desvanecía de su ser, y que su cuerpo y mente volvían a ser suyos.

De repente, el espacio oscuro comenzó a llenarse de luz. Pikachu, aún flotando, fue envuelto por una cálida sensación de paz, mientras su alma se restauraba lentamente.

Había ganado.

Sukuna, el Rey de las Maldiciones, había sido derrotado dentro de su propio dominio. Y ahora, Pikachu era libre.

Sin embargo, mientras el vacío se disipaba, una oscura sombra surgía en la distancia. Aún más temible que Sukuna, era la figura de Kenjaku, esperando en el plano físico. Pikachu sabía que su batalla por el alma había sido solo el comienzo. Con Sukuna destruido, el siguiente en la lista era el cerebro detrás de todo: Kenjaku.

Pikachu respiró profundamente mientras se preparaba para la siguiente batalla. Había ganado la batalla por su alma, pero ahora debía enfrentarse al ser más peligroso de todos.

Y esta vez, no habría margen para errores.

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