Capítulo 11: Uro...3

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Capítulo 11: Uro...3

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La cueva temblaba como si el propio mundo estuviera desmoronándose bajo la presión de la batalla inminente. Los ojos de Pikachu, antes brillantes y llenos de vida, ahora reflejaban una oscuridad insondable. La energía maldita que lo envolvía parecía consumirlo desde dentro, pero también le otorgaba un poder sin precedentes. Cada centella de su electricidad chisporroteaba con una rabia caótica, una fuerza descontrolada que amenazaba con desatar el verdadero caos en cualquier momento.

Frente a él, Takako Uro permanecía imperturbable. La hechicera de grado especial flotaba levemente por encima del suelo, su control sobre la atmósfera hacía que las nubes giraran lentamente sobre su cabeza, como una tormenta en espera de ser desatada. Su mirada fría analizaba a Pikachu con detenimiento. Aunque reconocía el poder creciente dentro de la criatura, aún veía en él un desafío que debía ser aplastado, no una amenaza real.

"Tu fuerza es interesante," dijo Uro con una leve sonrisa en sus labios. "Pero también efímera. No tienes idea de lo que estás manejando, criatura maldita."

Pikachu no respondió con palabras, su mente ya no funcionaba como antes. La maldición había distorsionado su percepción del mundo. Solo veía fragmentos de lo que solía ser, una realidad fragmentada donde el caos y el orden luchaban por el control. En su interior, una voz sombría y distorsionada le susurraba, alentando su destrucción, pero también su misión: Salvar el mundo... o destruirlo.

Con un rugido que resonó como un trueno, Pikachu desató su ataque. La energía eléctrica oscura fluyó desde su cuerpo en forma de rayos negros, surcando el aire hacia Uro con la intención de reducir todo a cenizas. Las4 rocas alrededor se partieron al paso de su poder, y el suelo comenzó a agrietarse bajo la presión.

Takako Uro levantó una mano con calma, su control sobre el aire formó una barrera invisible que desvió el ataque de Pikachu, haciendo que los rayos se disiparan antes de alcanzarla. La hechicera observaba con cierto deleite cómo la criatura seguía luchando, resistiéndose a sucumbir a su destino inevitable.

"Eso es todo lo que tienes, ¿verdad?" Uro sonrió con desprecio.

Pero Pikachu no retrocedió. Algo dentro de él estaba cambiando, mutando bajo la presión de la batalla. Su cuerpo, a pesar de estar al borde del colapso, seguía luchando. Entonces, una nueva explosión de energía surgió de su interior, más oscura y más intensa que antes. No era solo electricidad lo que emanaba ahora. Era la esencia misma de la negatividad de sus emociones.

Takako Uro, por primera vez, frunció el ceño. Esta vez no se trataba solo de fuerza bruta; había algo más profundo y peligroso en ese poder que Pikachu desataba. Era como si estuviera canalizando las energías malditas de una bestia llena de odio  que ni siquiera Uro podía comprender del todo.

El aire comenzó a distorsionarse a su alrededor, y la hechicera sintió que el control que tenía sobre el cielo empezaba a tambalearse. "¿Qué es esto...?" murmuró para sí misma mientras la realidad misma parecía desmoronarse.

Pikachu, envuelto en su aura oscura, cargó hacia Uro con una velocidad inhumana. Su cuerpo se movía más rápido de lo que la vista podía seguir, dejando un rastro de electricidad y maldición tras de sí. La hechicera apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando el pequeño ser impactó contra su barrera de aire, rompiéndola como si fuera vidrio.

El golpe fue brutal, lanzando a Uro varios metros hacia atrás. La hechicera recuperó rápidamente el equilibrio en el aire, pero algo en su expresión había cambiado. Ya no subestimaba a su oponente.

"Interesante..." susurró, su tono lleno de una mezcla de irritación y fascinación. "Parece que hay algo más en ti, pequeña criatura. Algo que tal vez ni siquiera tú comprendes."

Levantó ambas manos, y el cielo sobre ellos comenzó a retorcerse de nuevo. Las nubes se juntaron en una tormenta de proporciones apocalípticas, y la presión atmosférica aumentó, haciendo que el aire se volviera casi irrespirable. Uro estaba preparada para desatar todo su poder.

"Si no puedes controlar ese caos, entonces lo destruiré antes de que consuma todo."

Pikachu se preparó para el siguiente asalto, sus patas temblaban por la fatiga, pero su voluntad seguía siendo inquebrantable. La energía maldita que lo consumía también le daba una nueva forma de existir. Estaba al borde de la locura, pero en esa locura había una claridad inquietante: no podía perder. Si lo hacía, el mundo se hundiría en la oscuridad.

De repente, el suelo bajo sus pies comenzó a fracturarse aún más, como si algo más profundo despertara. La energía maldita, y el poder de Uro parecían estar resonando con algo debajo de la tierra misma. Los ojos de Uro se entrecerraron, percibiendo la perturbación, pero antes de que pudiera actuar, una grieta gigantesca se abrió en el suelo, y de ella emanó una luz púrpura y negra.

"¿Qué es esto ahora?" gritó Uro, sorprendida.

De la grieta emergió una figura oscura, amorfa, como una sombra del propio mundo maldito. Su presencia causaba que el aire se volviera aún más denso, y la energía maldita a su alrededor se intensificaba.

Pikachu, de pie frente a esta nueva aparición, sintió que algo dentro de él respondía a esa energía. No sabía si era un aliado o un enemigo, pero lo único que tenía claro era que el destino del mundo Jujutsu acababa de volverse aún más incierto.

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Pikachu en Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora