Capítulo 11: Uro...2
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Pasaron unas 27 horas desde la intensa batalla entre el Pikachu maldito y Yorozu, pero el descanso verdadero nunca llegó. El aire en la cueva era espeso, cargado de una energía maldita que parecía drenar la vida de todo lo que tocaba. Pikachu, derrotado en cuerpo pero no en espíritu, apenas respiraba. Cada jadeo era un recordatorio de que su tiempo se estaba acabando, pero su voluntad de seguir luchando era inquebrantable.
Afuera, Takako Uro, una hechicera de grado especial, flotaba como una sombra sobre la entrada de la cueva. Sentía el caos maldito que emanaba del interior y, con un gesto delicado, comenzó a manipular el cielo, doblándolo como si fuera su juguete personal. El ambiente se tensaba más con cada movimiento de su mano, y la cueva retumbaba con una fuerza invisible.
Cuando Uro lanzó su técnica **Usurabi**, una onda de choque se extendió por la cueva, destrozando todo a su paso. La barrera eléctrica que Pikachu había intentado levantar fue insignificante ante el poder abrumador de la hechicera. El cuerpo del Pikachu fue lanzado contra la pared con una violencia brutal, rompiendo la roca y dejando al pequeño ser al borde de la muerte.
Sin embargo, Uro no se inmutó. Caminó hacia adelante con calma, su mirada fría como el hielo. "Tan insignificante", murmuró mientras se preparaba para acabar con la criatura maldita. Pero entonces, algo extraño sucedió.
De las profundidades del cuerpo roto de Pikachu comenzó a emanar una energía oscura, aún más siniestra que antes. Era un poder que incluso Uro no había anticipado. Los ojos del Pikachu brillaban con una intensidad aterradora, y la atmósfera de la cueva comenzó a distorsionarse, no por la técnica de la hechicera, sino por la fuerza caótica que se desataba desde dentro del propio Pikachu.
Takako Uro levantó una ceja, sorprendida pero no intimidada. Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, sentía algo que casi había olvidado: una pizca de emoción. "Parece que tienes más de lo que aparentas", dijo mientras se preparaba para un segundo asalto, su curiosidad despertada.
Pikachu, en un estado entre la vida y la muerte, ya no era el mismo. El sufrimiento, las batallas y la energía maldita que había absorbido lo estaban transformando. Su mente, antes clara, comenzaba a romperse bajo el peso de la maldición. La realidad se distorsionaba a su alrededor, y lo único que quedaba en su mente era una misión grabada profundamente en su alma: **salvar el mundo o condenarlo para siempre**.
A pesar de su cuerpo destrozado, Pikachu se levantó, tambaleante pero decidido. Un aura oscura lo envolvía, su electricidad chispeaba con una furia descontrolada. Las heridas que antes lo inmovilizaban parecían irrelevantes bajo el influjo de esa energía abismal. La batalla a muerte contra Takako Uro estaba a punto de comenzar.
"Si buscas redención, pequeña criatura maldita," dijo Uro, extendiendo sus manos hacia el cielo, "entonces tendrás que demostrarlo en el campo de batalla."
El cielo, bajo el control de Uro, comenzó a romperse de nuevo. Las nubes se abrieron y el aire se comprimió alrededor de la cueva. La atmósfera misma parecía estar en sus manos, lista para aplastar todo a su paso. Sin embargo, Pikachu no retrocedió. No podía permitirse fallar. Si no lograba vencer, no solo perdería su vida, sino también la posibilidad de redención. El mundo entero sería arrastrado al abismo eterno de las maldiciones.
El caos que rodeaba a ambos combatientes crecía por segundos. Las rocas se desmoronaban, el suelo temblaba, y el aire estaba cargado de una tensión que presagiaba destrucción. El Pikachu maldito había encontrado en su desesperación una nueva fuerza, pero ¿sería suficiente para enfrentar a una hechicera tan poderosa como Takako Uro?
La batalla entre el Pikachu maldito y Uro apenas había comenzado. Ambos sabían que solo uno saldría con vida de esa cueva, y el destino de más que solo sus vidas pendía de un hilo.
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Pikachu en Jujutsu Kaisen
FanfictionUn humano cualquiera es condenado a sufrir eternamente en el infierno, pero antes de caer a manos del abismo, se le da la oportunidad de arrepentirse en una nueva vida. Ahora convertido en pikachu tendrá que pagar con sus pecados en un nuevo mundo.