Capítulo 12: El Último Relámpago

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Capítulo 12: El Último Relámpago

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La cueva, ahora escenario de una batalla titánica, retumbaba con la furia de las energías malditas en colisión. La serpiente maldita, Yamata No Orochi, se erguía imponente, y con cada segundo que pasaba, se hacía más fuerte, adaptándose a los fenómenos que la rodeaban. Pikachu, extenuado pero decidido, observaba la feroz lucha entre la gigantesca criatura y la hechicera de grado especial, Takako Uro.

La cueva temblaba bajo la presión de la energía maldita que fluía como un río desbocado. Los colosales choques de poder entre Yamata no Orochi, la serpiente ancestral, y Takako Uro parecían desgarrar el mismo tejido de la realidad. Cada golpe, cada conjuro y rugido maldito resonaban con una fuerza que hacía que el aire vibrara y el suelo crujiera bajo sus pies.

Pikachu, con su cuerpo debilitado y la maldición aún chisporroteando alrededor de él, sabía que estaba en sus límites. La criatura serpentina, que continuaba adaptándose con cada segundo, absorbía la energía maldita del entorno y crecía cada vez más poderosa. Y Uro, a pesar de su impresionante despliegue de técnicas malditas, empezaba a mostrar signos de fatiga. Ambos sabían que la bestia apenas comenzaba y temían si era liberada al exterior.

Yamata no Orochi lanzó un golpe devastador, sus colmillos afilados como cuchillas se dirigían hacia Uro, pero la hechicera reaccionó con un destello de agilidad y astucia. Usando una ráfaga de viento cortante, se deslizó hacia atrás, evitando el impacto por centímetros. Su mirada se endureció, y en ese momento, Uro comprendió que estaba en una encrucijada: la serpiente era más fuerte de lo que ella había previsto, y Pikachu, a quien había subestimado al principio, ahora era una variable crucial.

Mientras observaba a Pikachu, apenas de pie, sus ojos brillaron con una mezcla de respeto y preocupación. "Este no es un enemigo ordinario", pensó. Pikachu había pasado de ser una amenaza manejable a un aliado potencial en una batalla que ahora involucraba más que solo el destino de ambos.

Pikachu, a su vez, comprendió lo que estaba en juego. Sabía que no podía enfrentarse a la serpiente solo, pero su conexión con la energía maldita le permitía sentir algo más profundo. La maldición dentro de él no solo lo debilitaba; también le daba acceso a un poder que aún no había comprendido completamente.

Con un esfuerzo sobrehumano, Pikachu comenzó a reunir lo poco que le quedaba de energía maldita. La oscuridad chisporroteaba alrededor de su cuerpo en forma de rayos negros, envolviendo su pequeña figura en una esfera de poder inestable. La energía maldita se arremolinaba, combándose en su núcleo, mientras sus ojos se entrecerraban con determinación.

Takako Uro, al verlo, entendió lo que Pikachu intentaba hacer. "Está canalizando su último golpe..." murmuró, mientras intentaba ganar tiempo. Con un gesto rápido, lanzó una serie de sellos con las manos, invocando una tormenta de hielo que cayó como una lluvia de cuchillas sobre Yamata no Orochi. La serpiente siseó con furia, pero sus escamas oscuras se adaptaron rápidamente al hielo, creando una coraza que lo hacía prácticamente invulnerable.

Mientras Uro mantenía a la bestia a raya, Pikachu concentraba su energía maldita, preparando su ataque final. Este era el momento decisivo.

Entonces, de repente, Pikachu abrió los ojos. Un destello de electricidad negra explotó desde su cuerpo, y todo el aire en la cueva se cargó con la energía de la tormenta. Con un rugido que resonaba con la furia de un trueno oscuro, Pikachu lanzó su técnica más poderosa: "Relámpago Maldito".

El rayo negro se disparó hacia adelante, atravesando el aire como una flecha imparable. La energía maldita en el relámpago resonaba con una fuerza indescriptible, envolviendo el campo de batalla con su poder oscuro. Yamata no Orochi giró justo a tiempo para ver el relámpago venir, pero era demasiado tarde. La criatura gigantesca intentó defenderse, pero el poder concentrado de Pikachu rompió a través de sus defensas adaptadas, impactando de lleno en su centro.

La serpiente emitió un grito ensordecedor mientras el relámpago maldito la atravesaba, su cuerpo convulsionando bajo la fuerza del ataque. La energía de Pikachu no solo golpeó a Yamata no Orochi, sino que comenzó a desintegrar la conexión de la criatura con la energía maldita del entorno. El poder que había acumulado durante milenios se disipaba lentamente, como si cada rayo negro estuviera arrancando capas de su esencia misma.

Takako Uro observó con asombro mientras el monstruo se retorcía de dolor. Sabía que este era el momento de actuar. Aprovechando la distracción de la serpiente, canalizó todo su poder en un último ataque. Un tornado de energía maldita y aire giró alrededor de sus manos en una distorsiona en un vórtice, creciendo en intensidad mientras la cueva temblaba a su alrededor. Con un grito que resonaba con el eco de los antiguos hechiceros, Uro lanzó su ataque hacia Yamata no Orochi, quien estaba ya debilitado por el impacto de Pikachu.

La combinación de los ataques fue devastadora. El relámpago maldito y el poder de Uro convergieron, y el cuerpo de la serpiente comenzó a desintegrarse, incapaz de soportar la magnitud de ambos ataques. Yamata no Orochi, una criatura que había dormido durante milenios, finalmente fue destruida.

Cuando la tormenta de energía maldita y aire  se disipó, la cueva quedó en silencio. Los restos de la serpiente se desvanecieron en el aire como cenizas llevadas por el viento. Takako Uro cayó de rodillas, exhausta, mientras Pikachu, apenas consciente, jadeaba débilmente en el suelo.

Habían ganado.

Pero Uro sabía que esto no era el final. Aunque habían derrotado a Yamata no Orochi, las repercusiones de lo que había sucedido resonarían en el mundo del Jujutsu. Pikachu, cuya conexión con la energía maldita había sido clave para su victoria, seguía siendo un enigma. La maldición dentro de él aún no había sido erradicada, y Uro sabía que este pequeño guerrero no había terminado su batalla personal.

Con una mirada hacia Pikachu, Uro se levantó. "Sobrevivimos... pero el verdadero desafío apenas comienza."

Y Pikachu, a pesar de su debilidad, lo sabía también. El último relámpago aún no había caído


Pikachu en Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora