Capitulo 4: Jujutsear

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Capitulo 4: Jujutsear

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Definitivamente estoy en el manga del novio de Gege...

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"Mierda, realmente Dios me ha abandonado", pienso mientras escucho a la anciana que parece divagar en alguna historia remota de sus tiempos con sus hijos. Con la mente aún procesando mi error al suponer en dónde me encontraba, observo cómo todo el recinto sacerdotal japonés estaba en silencio pese a los adultos en el lugar. Solo los pequeños niños, que no parecían tener más de tres o cuatro años, jugaban en el patio, siendo vigilados por los mayores que asimilaban la dureza de un Metapod.

*Suspiro.*

Usando mis patas traseras, me levanto con cuidado para que la anciana distraída no se dé cuenta, con el plan en mente de huir de la aldea con potenciales peligros, como intentar "exorcizarme" al darse cuenta de que no soy ningún Shikigami enviado por un hechicero de Jujutsu. Pero al dar los primeros pasos en dirección a la salida, la abuela termina de divagar sola, y sin más opciones, doy un giro de 360 grados para seguidamente usar toda mi velocidad en tratar de escaparme, sin importarme que se dé cuenta la abuela.

"Al principio pensé que era el mundo de Naruto por la época medieval feudalista, pero teniendo en cuenta que esto es Jujutsu Kaisen, estoy jodido por eso mismo."

"Estoy en la maldita Era Heian."

"Definitivamente, esto debe de ser mi infierno en la Tierra."

—¡Espera! —grita la abuela con esperanza de que me detuviera, pero mi plan, para nada improvisado en un momento de locura, ya estaba trazado. Al llegar a las puertas de mi salida, me encuentro bloqueado por los que parecen ser los tres guardias de la entrada, suponiendo que alguien estaba huyendo al escuchar a la anciana gritar. En el momento en que salto en dirección a ellos, sus miradas de sorpresa se dirigen a mí, pero con un aumento de velocidad, los esquivo.

[Ataque Rápido]

Las cosas parecen detenerse, aunque realmente solo es mi percepción de las cosas al moverme tan rápido. Salgo del recinto sacerdotal de la aldea en dirección a la zona llena de casas japonesas en busca de perder a los guardias que me estaban persiguiendo. Con un gran esfuerzo, logro escabullirme entre las casas con mi aumento de velocidad, perdiéndolos por el momento.

"Debería encerrarme en una cueva para siempre", pienso mientras reacciono a los obstáculos, saltando entre casas japonesas feudales.

La huida perfectamente planeada se ve interrumpida cuando los guardias con ropas de los hechiceros que antes había observado aniquilar un espíritu maldito estaban a pocos metros de mí. Los tres, que esta vez usaban la vistosa energía maldita para igualar mi velocidad, pronto me acorralan entre un callejón. Pero antes de caer rendido, decido recubrir la totalidad de mi cuerpo en energía maldita para superar mi estado físico y saltar entre el callejón a la calle más cercana.

Pikachu en Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora