Capítulo 11: Uro...4

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Capítulo 11: Uro...4

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La cueva temblaba con furia mientras el destino de Pikachu, Uro, y el mundo que los rodeaba colisionaba en una batalla de poderes que parecía destinada a romper los mismos cimientos de la realidad. Pikachu, ahora un ser envuelto en la energía maldita, luchaba con una rabia que no era del todo suya. La electricidad oscura que chisporroteaba desde su cuerpo era tanto un reflejo de su fuerza como de la maldición que amenazaba con consumirlo. Takako Uro, la hechicera de grado especial, lo miraba con creciente preocupación. Ya no era solo una criatura corrompida; Pikachu había alcanzado un nivel que ni siquiera ella había anticipado.

Con un rugido bestial, Pikachu cargó de nuevo. Sus patas apenas tocaban el suelo cuando lanzó su ataque más devastador hasta el momento: **Black Flash**. En ese instante, el tiempo pareció detenerse. El espacio se distorsionó a su alrededor cuando la energía maldita y su golpe físico se alinearon en perfecta sincronía, creando una explosión de fuerza negra que superó cualquier cosa que hubiera desatado antes.

El impacto fue devastador. Uro, por primera vez en la batalla, fue completamente superada. Su barrera de aire, que antes había desviado con facilidad los ataques de Pikachu, se hizo añicos, y su cuerpo fue lanzado hacia atrás, chocando contra las paredes de la cueva. Una grieta gigantesca se abrió en el suelo donde ella había caído, extendiéndose como una red de cicatrices profundas a lo largo del terreno.

Pikachu jadeaba, con su cuerpo temblando por la fatiga y el sobreuso de energía maldita. Aunque apenas podía mantenerse en pie, su mirada estaba fija en el lugar donde Uro había caído. Pero no hubo tiempo para saborear la victoria.

La grieta en el suelo, de donde emanaba la luz púrpura y negra, comenzó a expandirse. Pikachu sintió un escalofrío recorrer su columna mientras una presencia mucho más oscura y antigua emergía desde las profundidades. La cueva entera comenzó a temblar de nuevo, pero esta vez, la sensación no provenía de la batalla entre él y Uro, sino de algo mucho más grande.

Desde el fondo de la grieta, una figura amorfa comenzó a ascender, su forma serpenteante como una sombra viva. Su mera presencia distorsionaba el aire a su alrededor, y la energía maldita en la atmósfera se multiplicaba. Pikachu retrocedió instintivamente, sintiendo una conexión inquietante con la criatura. La serpiente antigua, cuya existencia había sido olvidada por la historia, había despertado.

Takako Uro, aún herida pero no vencida, se levantó con dificultad, con una mezcla de furia y asombro en su rostro. "¿Qué demonios...?" susurró al ver la figura emergente.

La serpiente maldita, un ser que se decía podía adaptarse a cualquier fenómeno, abría sus ojos brillantes, como dos soles oscuros que irradiaban pura malicia. La energía que emanaba resonaba con la energía maldita que envolvía a Pikachu, y por un instante, parecía que ambos estaban conectados por un hilo invisible. Uro, ahora entendiendo la gravedad de la situación, frunció el ceño. "Esto ha ido demasiado lejos."

El monstruo serpentino, sin embargo, no se centraba en Uro ni en Pikachu. Parecía estar observando todo a su alrededor, evaluando el estado del mundo que había dejado atrás durante milenios. Su lengua silbaba en el aire, detectando las energías en conflicto. Entonces, con un movimiento tan rápido como el rayo, la serpiente se lanzó al ataque.

Pikachu, apenas capaz de mantenerse en pie tras el Black Flash, intentó reaccionar, pero el poder de la criatura era abrumador. En un abrir y cerrar de ojos, la serpiente se enroscó alrededor de él, su cuerpo masivo atrapando al pequeño ratón amarillo en una prisión de músculos y oscuridad. La presión era insoportable, y la energía maldita de Pikachu comenzaba a disiparse, como si la bestia estuviera absorbiendo su poder.

"¡No te dejaré hacer eso!" gritó Uro, con una voz cargada de rabia. Levantó sus manos y, con un gesto, invocó una tormenta de rompe hielos  tan feroz que el aire mismo parecía cortarse en pedazos. La serpiente maldita soltó a Pikachu, girándose para enfrentar la nueva amenaza.

El cielo, incluso dentro de la cueva, parecía responder al llamado de Uro, mientras la  energía azul y ráfagas de viento envolvían su cuerpo. La hechicera ya no estaba jugando. La batalla contra Pikachu había sido una distracción, pero ahora estaba decidida a eliminar a la serpiente antes de que el caos se extendiera por todo el mundo.

Pikachu, liberado pero débil, apenas podía moverse. Sus ojos parpadearon mientras veía la batalla que se desataba entre Uro y la serpiente maldita. A pesar de su fatiga, una idea comenzó a formarse en su mente fracturada: si no hacía algo, ambos podrían perder la vida.

Con sus últimas fuerzas, Pikachu concentró toda la energía maldita que le quedaba. Sabía que no podía derrotar a la serpiente por sí solo, pero quizás, solo quizás, podría canalizar su poder para ayudar a Uro en esta batalla final. Cerró los ojos, y una última chispa de electricidad oscura comenzó a formarse alrededor de su cuerpo.

El destino del mundo Jujutsu pendía de un hilo, y Pikachu, Uro, y la serpiente maldita estaban a punto de decidirlo todo en un instante.

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Pikachu en Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora