Pikachu en Jujutsu Kaisen

Capítulo 12: El Último Relámpago...3

Capítulo 12: El Último Relámpago...3

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La sala donde Pikachu estaba confinado era oscura, salvo por el brillo de los talismanes que cubrían cada rincón, emitiendo un tenue resplandor purificador. A su alrededor, figuras se movían con cautela, vigilando de cerca el extraño ser que había sobrevivido a la batalla con Yamata no Orochi. Entre ellas, dos rostros conocidos: Ángel y Takako Uro, quienes observaban atentamente desde la distancia.

En el centro de la sala, destacaba la figura de una mujer imponente. La milenaria Tengen, cuya sabiduría trascendía generaciones, había sido convocada por Uro para examinar el fenómeno que representaba Pikachu. Su semblante, sereno y antiguo, contrastaba con la tensión que llenaba el ambiente. Con una mirada profunda, Tengen caminó alrededor de Pikachu, sus ojos analizándolo con precisión.

"Este ser es una anomalía...", murmuró Tengen, sus palabras cargadas de una inquietud que rara vez expresaba. "No es completamente hechicero, pero tampoco es un objeto maldito común. Es algo nuevo, un híbrido entre ambas fuerzas. Y su poder podría desequilibrar mucho más que el equilibrio del mundo maldito."

Angel , visiblemente preocupada, dio un paso adelante. "¿Si es un experimento no podemos salvarlo? ¿O está condenado a convertirse en una amenaza mayor?"

Tengen no respondió de inmediato. En cambio, levantó una mano y, con un movimiento suave, los talismanes comenzaron a desprenderse de Pikachu, flotando en el aire mientras la energía maldita que lo envolvía fluctuaba. Pikachu, aún inconsciente, emitía pequeños destellos de energía que chisporroteaban en su piel, como si una tormenta latente se debatiera en su interior.

"Lo que le ocurrió a este ser no fue un accidente", continuó Tengen con voz firme. "Las dos hechiceras que interrumpieron su transformación en un arma maldita, pero algo más sucedió. La maldición en su interior se alimentó de esa interferencia, creando esta... mezcla inestable de poder."

Takako, quien había permanecido en silencio hasta entonces, habló con un tono sombrío: "Si no podemos controlarlo, otros vendrán a destruirlo. Los altos rangos del mundo jujutsu ya están al tanto de su existencia. Esto podría atraer a aquellos que buscan aprovecharse de su poder."

La tensión en la sala aumentó. Pikachu, aún bajo los efectos del sello de los talismanes, comenzó a emitir un leve sonido, como si intentara hablar, pero su cuerpo no respondía. Los destellos en su piel se intensificaron, y Tengen retrocedió un paso, frunciendo el ceño.

"La maldición está empezando a reaccionar", advirtió Tengen, su tono más serio. "Está intentando liberarse, pero el cuerpo de este ser aún no está completamente preparado para contener tal poder."

Uro, observando los movimientos de Pikachu, recordó las imágenes antes de luchar en contra de Yamata no Orochi. El verdadero relámpago aún no había caído, y la tormenta estaba lejos de terminar. Sabía que lo que habían vivido era solo el principio, pero las implicaciones eran mucho mayores de lo que había imaginado.

De repente, un destello cegador llenó la sala. Los talismanes vibraron violentamente, y una explosión de energía maldita estalló desde el cuerpo de Pikachu. Tengen extendió ambas manos, creando una barrera protectora a su alrededor, mientras Ángel y Takako se cubrían los rostros del impacto.

Cuando la luz se desvaneció, Pikachu estaba de pie, aunque tambaleándose. Su cuerpo chisporroteaba con una intensidad renovada, pero sus ojos brillaban con una oscuridad desconocida. No era el mismo ser que había caído exhausto después de la batalla.

"Eso es..." susurró Uro, temerosa de lo que estaba presenciando.

Tengen, sin apartar la mirada del joven guerrero, pronunció con gravedad: "No es Pikachu el que se ha despertado. Es la maldición dentro de él, tomando forma y conciencia."

El silencio se apoderó de la sala mientras Pikachu—o lo que había comenzado a ser Pikachu—se movía lentamente. Las chispas que envolvían su cuerpo eran un indicio del poder incontrolable que ahora fluía por sus venas.

De pronto, la figura de Pikachu se desvaneció en un rayo fugaz, lanzándose hacia la puerta de la sala a una velocidad inimaginable. En un abrir y cerrar de ojos, rompió los sellos que lo mantenían cautivo, escapando hacia la noche oscura.

"¡Deténganlo!", gritó Tengen , mientras Uro y Ángel se lanzaban tras él.

Pero la criatura que alguna vez fue Pikachu ya no era un simple guerrero. Ahora, era un ente maldito, una fuerza desatada por el caos y la energía maldita que fluía en su interior. Y mientras desaparecía en el horizonte, la tormenta se desataba de nuevo, con un relámpago que iluminaba el cielo.

"La tormenta apenas ha comenzado..." repitió Tengen para sí misma, con la certeza de que lo que acababan de presenciar no era más que el preludio de una guerra más grande, una que desafiaría incluso a los más poderosos hechiceros y malditos por igual.

Tengen, mirando al cielo, sabía que el destino de ese ser no se decidiría fácilmente. Pikachu, o lo que quedaba de él, sería el centro de una batalla inminente entre las fuerzas de la maldiciones y la resistencia de los hechiceros.

Y todos, en el mundo del Jujutsu, sentirían el impacto del último relámpago que aún estaba por caer.