Capítulo 20: Votos Malditos II

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Capítulo 20: Votos Malditos II

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La nevada continuaba, cubriendo el paisaje en un manto blanco y silencioso, pero la quietud de la tormenta no era nada comparada con el caos que se desataba en el corazón de la batalla. Los tres cuerpos de Sukuna se alzaban, cada uno irradiando un aura abrumadora de energía maldita. Pikachu, con su pequeño cuerpo vibrando de poder, ya había desplegado su Expansión de Dominio, un campo de relámpagos intensos que chisporroteaban a su alrededor. Encerraba a los recipientes de Sukuna en su interior, buscando ganar tiempo para los guardias de Tengen, que yacían en el suelo, heridos pero aún con vida.

—"No dejaré que sigas lastimando a nadie más," —pensó Pikachu, sus ojos encendidos con determinación.

Los guardias de Tengen, debilitados pero conscientes, respiraban con dificultad. Sus cuerpos apenas podían moverse después de soportar los ataques de los recipientes malditos. La presencia de Sukuna, aunque fragmentada en tres, era suficiente para casi sofocar el aire en el campo de batalla. Pero Pikachu seguía adelante, confiando en que su expansión eléctrica, aunque pequeña comparada con los inmensos poderes de Sukuna, lograría contenerlos el tiempo suficiente.

—"¡Pika... CHU!" —el pequeño guerrero lanzó un rugido eléctrico, y los relámpagos alrededor de su dominio crujieron con furia, intensificándose mientras trataba de consolidar su ventaja.

Los tres recipientes de Sukuna, sin embargo, no eran fáciles de contener. Los ojos del primero, el del clan Zenin, se entrecerraron con una sonrisa sádica mientras sentía el dominio envolviéndolo. El segundo, un joven del clan Gojo, dejó escapar una risa fría, mientras el último, del clan Kamo, observaba con calma, midiendo las fuerzas de su oponente.

Y entonces, Sukuna se movió.

Sin previo aviso, desde cada uno de los cuerpos, una expansión de dominio oscura y terrorífica se desplegó. La técnica de Sukuna, perfecta y mortal, emanaba de los tres recipientes a la vez, como si estuvieran sincronizados en una danza infernal. Cada uno de sus dominios poseía su propia letalidad, pero juntos, creaban un colapso en la barrera eléctrica de Pikachu.

—"Esto... no puede ser..." —Pikachu sintió el colapso inminente. Las barreras se distorsionaron, las chispas que formaban el contorno de su dominio comenzaron a tambalearse ante el choque con los dominios de Sukuna.

La presión era demasiada.

—"Tres dominios... al mismo tiempo..." —los ojos de Pikachu se abrieron con sorpresa. Nunca había enfrentado algo como esto. Sukuna, dividido en tres cuerpos, podía generar no una, sino tres expansiones de dominio, cada una de ellas devastadora por sí misma.

El aire se volvió pesado, la atmósfera vibraba con una energía oscura y maldita. Las sombras se entrelazaron con los relámpagos, y pronto, los dominios de Sukuna comenzaron a devorar el de Pikachu. Las paredes de electricidad crujieron, cediendo lentamente bajo la presión abrumadora.

—"No puedo dejar que esto termine así..." —Pikachu apretó los dientes, su cuerpo cansado pero decidido.

Pero Sukuna no le daría tiempo. Con un simple movimiento, uno de los recipientes lanzó un ataque. La técnica maldita se materializó como una ráfaga de cortes invisibles, barriendo todo a su paso. Los relámpagos se partieron, y Pikachu apenas pudo esquivar el golpe directo. Sin embargo, el segundo y tercer ataque llegaron de inmediato, devastadores y precisos.

Pikachu fue lanzado al suelo, su cuerpo pequeño impactando contra la nieve teñida de sangre. La energía en su interior se debilitaba, y por un momento, todo se volvió borroso. Los gritos de los guardias de Tengen, apenas conscientes, resonaban a lo lejos, pero eran inaudibles ante el rugido de los dominios en colisión.

—"No... me rendiré..." —Pikachu trató de levantarse, su pelaje cubierto de heridas y marcas de quemaduras.

Entonces, una risa fría resonó en el aire. Sukuna, desde uno de sus cuerpos, lo observaba con desdén.

—"¿Creías que podrías detenerme con algo tan patético? Tu expansión es inútil ante mi poder." —Sukuna habló desde los tres recipientes a la vez, como si sus voces se superpusieran, creando un eco espeluznante.

El ratón eléctrico apenas pudo mantenerse en pie. Su dominio había colapsado completamente, y las sombras y energía maldita que fluían desde Sukuna lo envolvían, llenando el aire con una sensación de desesperanza.

—"Esto no ha terminado..." —pensó Pikachu, su mente luchando por encontrar una solución.

De repente, una chispa de esperanza apareció en su mente. Tengen. Aún quedaba una última oportunidad.

—"¡Tengen!" —gritó, su voz apenas un susurro en el caos.

Desde lo alto, Tengen, la figura ancestral y sabia, sintió el llamado. Aunque herida por el ataque anterior de Kenjaku y los tres recipientes de Sukuna, Tengen no había sido derrotada. Su energía maldita, profunda como los milenios que había vivido, todavía brillaba dentro de ella.

Con un movimiento sutil de su mano, Tengen activó una técnica que había estado reservando: una barrera de sellado. Aunque no era lo suficientemente fuerte como para contener a Sukuna completamente, podría ganar tiempo.

Una luz suave emergió desde el suelo, envolviendo los tres cuerpos de Sukuna y ralentizando su movimiento. Pikachu, viendo la oportunidad, reunió lo último de su energía.

—"¡Rayo de Jaula!" —lanzó su ataque final, un estallido de electricidad que, aunque no comparado con su poder máximo, fue lo suficiente para impactar a los tres recipientes simultáneamente.

El ataque no los derrotó, pero Sukuna retrocedió, momentáneamente debilitado. La combinación de la barrera de Tengen y el último esfuerzo de Pikachu había ganado unos segundos preciosos.

—"No puedo ganar... no ahora," —Pikachu murmuró, cayendo de rodillas, exhausto.

Sukuna, recuperando su compostura, rió nuevamente, sus tres cuerpos ahora libres de la barrera temporal.

—"Esto es solo el comienzo," dijo con una sonrisa aterradora. "Mi regreso está asegurado."

Mientras la oscuridad envolvía el campo de batalla, Pikachu cerró los ojos, sabiendo que aunque habían perdido la batalla, la guerra no había terminado. Sukuna había dividido su poder en tres, y su amenaza crecía. Pero aún quedaban aliados, y Tengen seguía en pie.

El verdadero combate estaba por llegar.

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Pikachu en Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora