Capítulo 2: Los tres requisitos

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Capítulo 2: Los tres requisitos.

«Es más difícil de lo que parece pero no imposible».

Ocultos en el bosque congelado Lyrias cubrió la cabeza de Tristán Rogare, él tiende a hablar en todo momento y nunca callarse.

El frío de esta tierra es abrumador, se sujetó a sí misma a los pies de una enorme sombra que le dio refugio contra el viento cruel, se preguntó por qué no iban a ese pueblo que se ve en la lejanía para buscar abrigo pero Tristán insistía en adentrase al bosque en medio de la tormenta.

—¡Escúchame! —habló Tristán —. He vivido por más de un siglo y conozco más de lo que querría, yo sé cómo levantar la maldición de la madre.

La cara arrugada sonrió, tiene los ojos cocidos y está sujeta por una cuerda al cinturón de Lyrias, de por sí da miedo y asco, aunque Lyrias está acostumbrada a ver cosas excesivas en los libros, su trabajo en Kahil era variado, desde fregar pisos hasta ser ayudante de los ritos de otras isleñas.

“—No deseo la ayuda de un maldecido”. Oyó mucho en sus años de servicio, no quería que esas palabras la afecten.

Así es la vida de un maldecido, todos los evitan y solo sirven para lustrar zapatos y cuidar la ropa de los verdaderos hechiceros. Regar los dedos delatores.

Lyrias recordó las flores de pointing finger diminutas flores rojas con sus perlas rojas, deslumbrantes las cuales emanan un aroma distintivo, se dice que hay varios tipo: De perlas amarillas y de perlas negras, estás últimas delatan la brujería maligna.

Hay de varios colores en los libros, sin embargo, solo es posible ver en Kahil las rojas y rara vez las negras, las azules o blancas son un mito hasta que no sea comprobable.

Al momento olió en el aire un aroma familiar, vio a sus pies y se tiró para sujetar la plata que le pareció un pointing finger, aunque de tallo más grueso.

—Tu angustia hace florecer los pointing finger, por una de esas cosas me hicieron esto —habló agrio Tristán, su cara ya deformada se llenó de odio —. Hallaron finger negro creciendo bajo mi cama, en ese momento en Kahil sucedían desapariciones inexplicables, me culparon por ser extranjero y esa perra loca me hizo esto.

«Yo no puedo hacer esto, nunca practique brujería», aún así olió el aroma con gusto, las esferas amarillas dejaron un rastro en el aire.

Ahora no sabía que tenía que hacer, con atención escuchó a la cabeza de Tristán Rogare hablar, si no fuera por su mudez le preguntaría tantas cosas, tiene un mar de dudas en su corazón.

“La maldición en la era de los patriarcas, antes que se hayan vuelto una larga línea de matriarcas, era levantada por medio de magia de sangre. No podemos usar esa solución, la alternativa es una vieja historia de una mujer maldita que pudo transcender al punto más alto de brujería gracias al corazón del invierno”.

Prestó atención a lo que él quería decirle: “El ojo de un cuervo de los ríos, la raíz de un anciano de hojas verdes y el corazón de un lobo del norte. Y ya te he guiado al segundo”.

Lyrias levantó la cabeza y las hojas se levantaron ante sus ojos, abrió la boca asombrada, un rostro tallado en la corteza sonrió con gentileza, es sin duda un mítico anciano despierto, ¿cómo no lo vio antes? Las hojas de corazón son rojas como la sangre, pero estás eran verdes claras y puras.

Cavó con sus manos casi duras en la tierra, su rostro quedó cubierto de tierra y solo quiso hallar lo más rápido posible una buena raíz. La mordida la hizo caer hacia atrás sujetandose la mano, vio la herida de dientes puntiagudos.

—Cuidado, las raíces del anciano verde muerden —«gracias por avisar», le dio una mala mirada a Tristán, este silbó sin prestarle atención.

Con forme pasaban los días Lyrias sintió ardor en su mano mordida y tuvo mucha fiebre, comenzó a sentir presencias más violentas que antes: «hace días que duermo», se dijo tirada en una esquina del pueblo, es un cruce de descanso para los viajeros, al parecer este lugar se llama aldea de los Norrey quines son una poderosa familia la cual vive montaña arriba.

Estos hombres viven según el derecho de nacimiento, son crueles entre sí y de carácter terrible, no hay lugar a las sonrisas en sus estoicas caras.
Lyrias se cubrió con la capa oculta, algunos la llamaron “mendigo”, no sabía bien qué estaba buscando Tristán pero se mantuvieron en vigilancia hacia una taberna en la cual los hombres se juntaban.

“Se dirigen a Winterfell”, el rumor llegó a sus oídos mientras deambulaba por las calles, la nieve le dejó de parecer hermosa para ser un verdugo, vio a sujetos morir congelados en las esquinas, «su llamado Lord es un hombre desabrigado el cual deja morir de frío a sus ciudadanos».

Lo que leyó en la gran biblioteca era verdad, los hombres de Westeros llamados a sí mismo señores, reyes y lideres, son una raza muy desalmada.

—Él —dijo la voz sería de Tristán, la lluvia caía ese día y Lyrias se escondió bajo un pequeño techo por el cual podía ver la puerta de la taberna donde un grupo salió a meter sus caballos al granero trasero —. Es él, es el indicado —aseguró.

Detrás de todos, al último salió caminando un joven con la cabeza gacha y un abrigo voluminoso, a lo lejos pudo apreciar un rostro joven y un semblante serio, casi crudo.

«¿Qué tiene de especial?», Tristán fue un brujo de la era de los patriarcas, posee habilidades que Lyrias no comprende. Sus planes no son algo que ella comprenda.

—Es él a quien vas a suplantar —sentenció —. Puedo sentirlo, es el indicado. Vamos por él, pero primero hay que despertar tu brujería o terminarás colgada.

Despertar la brujería de un brujo maldito, no es un juego en lo absoluto.


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Benjicot y Cregan: Tener novias brujas *apretón de manos*

Y lo curioso es que ellas no les hicieron ningún amarre, es más, huyen de ellos xd

La bruja cobarde (Cregan Stark) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora