Introducción:

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Las islas gemelas del sur:

“Aquí abundan las brujas”.

Si quieres llegar hasta ella debes atravesar las tres hermanas Tyrosh, Myr y Lys, no tan oculta como la mítica isla de las anguilas pero lo suficiente como para que los invasores lleguen a Naath antes que a Kahil.

La isla de Kahil es llamada la segunda gemela de Hilal, la isla principal donde algunos viajeros pueden llegar a descansar, nunca van más allá pues: “Kahil solo es un pedazo de tierra flotante árida, nada crece allí solo un montón de brujos malvivientes dedicados a las artes oscuras”, el rumor se hace fuerte desde hace décadas.

Los isleños son personas muy diferentes a los Naatíes: Hermosas criaturas de piel bronce y ojos dorados, con robustos cuerpos.

Los habitantes de Kahil viven más al sur y su comunidad es tan cerrada que se han reproducido entre vecinos desde hace siglos, manteniendo así sus rasgos distintivos: Caras redondas, piel pálida por la clima lúgubre y unos muy peculiares ojos rasgados, tal como líneas negras, sus cabellos son hebras oscuras y lisas como cortinas, aunque algunos creen “son extraños, de carácter hosco y algo macabros”.

En Hilal el mestizaje fue bien recibido provocando el alejamiento de su hermana gemela la cual se mantuvo pura, eso podría considerarse.

“Han atacado Naath”.

Con la caída de Naath, su escudo protector, Hilal entró en resistencia con los esclavista en una lucha que puede prolongarse hasta la caída definitiva, las noticias llegaron muy tarde a la isla de Kahil, los hombres de metal ya pisaban sus costas.

Una joven isleña remó con fervor entre la niebla, sus brazos cansados no se detuvieron ni un segundo, ante ella los espíritus del mar se alzaban burlista moviendo la balza.

“Que caiga”.

“Que caiga”.

“Que caiga”.

Exclamaciones y cánticos maliciosos a su alrededor, se afirmó alejándose de las manos que intentaron arrastrarla hacia las profundidades.

«No, aún debo cumplir el rito».

Rendirse no es una opción, aunque quiera hacerlo, solo los dioses saben cuan cobarde es en realidad.

—¡Vamos, pequeña tonta! ¡Vamos! —alentaba la cabeza atada a su cintura —. Así no recuperas nunca tu voz, ¿realmente lo quieres? ¡Entonces rema!

«Sí, lo quiero», lo desea con fervor, es su más grande deseo desde que nació: Poder hablar.







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Empezamos esta loca historia, muy loca.

Capítulos cortos y una trama algo lenta, me gusta mucho Lyrias, me agrada escribir su día a día como una joven muda.

Actualizaciones de noche, casi todos los días.


¿Saben que quiero? Hacer una protagonista rellena, voluminosa, ¿se me entiende? Pero yo no soy buena para relatar esas cosas, de por sí no sé cómo se vive con el estigma social que ponen en las personas voluminosas, pero una vez leí una historia de una chica gordita que se enamoraba de un general y era hermosa.

La bruja cobarde (Cregan Stark) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora