La bruja cobarde (Cregan Stark)

Capítulo 19: Una nota

Capítulo 19: Una nota.

“No puedo permitir que lastimen a quien quiero salvar, aunque no se lo merezca”.

Winterfell quedó cubierta por una capa blanca, la nieve había comenzado aquella noche del festejo.

El Lord del castillo cazó un gran venado en su festejo, lo llevó sobre su caballo como una muestra de victoria aunque le guarde respeto al animal que murió para alimentar esa noche a su gente en una gran cena, siempre se alimenta a todos los norteños allegados. En el salón hubo música y parloteo, nunca los vio tan animados.

Incluso Johaan y su amigo pudieron sentarse en una mesa apartada para probar la carne, el encargado Wunts es muy apreciado por los hijos del difunto guardián Rickon Stark, tanto que la señorita Sara le ofreció una silla a su lado en la misma mesa que el Lord, aunque él no le dio una segunda mirada sí aceptó lo que su hermana hacía, a su forma pueden ser cálidos los norteños.

El encargado Wunts dio las gracias por su gracia y se sentó muy feliz en la misma mesa con los niños que cuidó toda su vida, Lyrias vio desde lo lejos la profunda humildad y agradecimiento, «no son nobles crueles y engreídos», sino jóvenes respetados con pasión por cuidar su hogar.

La bruja mantiene a la presa cerca, muy cerca.

Lyrias admiró el porte del hombre: cabellos castaños cayendo por los costados hasta sus hombros, un semblante duro y ese cuero negro que se ciñé a su fornido cuerpo, tiene una unos fuertes hombros en los cuales la capa de piel peluda se posa. Lyrias sabe que debajo de esas ropas y pieles voluminosas hay un cuerpo bien construido, tan potente en cada fibra.

El hombre sentado al lado de lady Velaryon sintió unos ojos curiosos y buscó los impertinentes topandose con el escudero que se sentó muy lejos.
Lyrias quitó su atención con rapidez, el gris puede consumirla.

Blizzard se puso inquieto y quiso levantarse de su lugar cuando su amo le ordenó quedarse quieto y echado, con un resoplido lo hizo el animal.

Luego de ello Tristán le encomendó seguir en silencio los pasos del Lord, es una tarea muy difícil, de por sí todos son muy desconfiados con los que actúan extraño de repente, ¿pero que no es ya demente y tonto Edward Karstark?

Todos sospechan y nadie lo hace al mismo tiempo, una tarde se escabulló por la cocina con.

El rostro se confunde en los ojos de los no hechiceros liberando la influencia, es esa aura del brujo con tono colorido la cual sirve de escudo y guía, la exteriorización del alma.

La sirvienta encargada de servir en las habitaciones de sus amos el agua y ligeras comidas caminó por los pasillos con la bandeja, dió pequeños saltitos divertida la joven sirvienta cuando se topó de lleno con Lyrias quien la detuvo, de pronto la joven puso una expresión confundida, sus ojos se nublaron y agitó la cabeza sin poder pensar correctamente.

Un embrujo de confusión el cual requiere haber usado la sangre del objetivo con anterioridad, debe colocar la sangre saca dentro de un muñeco de trapo y cegar los ojos.

Fue difícil conseguir una cortada de la sirvienta, gracias un cuchillo de la cocina pudo hacerlo, ahora tiene la mente de esta joven bajo su influencia. Por supuesto, puede romperse, pero confía en no tener tanta mala suerte.

Tomó la bandeja de las manos de la sirvienta, la joven con su sonrisa se alejó feliz, así  Lyrias se adentró a esa habitación donde vivió la noche más aterradora de su vida, los platos temblaron por el temblor.

«Solo hazlo», se alentó, así avanzó apartando a los guardias quienes no le dieron una mirada inquisitiva, apenas llegue su Lord ellos se irán pues al lobo no le gusta tener guardias toda la noche en su puerta.

Silencio, el ambiente era tan lúgubre como lo recuerda, esa habitación parece nunca ser iluminada por completo, como si los rayos no traspasaran las ventanas.

La cama tendida, tan limpia que no podía creer fue ahí donde el Lord la retuvo haciéndole todas esas cosas obscenas, de todas las formas y en todas las posiciones, excepto con ella arriba pues el único que puede dominar en la unión es el norteño.

Lyrias se lamentó por la pobre dama que deba contraer matrimonio con ese hombre, le da escalofríos de solo pensarlo. La verdadera lady Velaryon quizas es afortunada por no conocer a esta bestia, aunque no sabe dónde está la chica.

En la mesa junto al escritorio las botellas se pusieron en línea, tienen la imagen grabada de un animal que le resultó muy curioso: «caballo marino», nunca vio tal criatura interesante, ¿realmente existe?

Sintió un aroma muy fuerte y dulce, la golpeó en la cara, tomó un vaso de la charola donde los bollos se amontonaron en la canasta del centro.

«Extraño», se dijo al vertir el vino extranjero en el recipiente, el tono rojizos era claro, aunque parecía limpio el aroma no estaba bien. Quizá los humanos normales no lo notan, pero el olfato fino de un brujo puede deducirlo al instante: «el veneno que confunde los sentidos y orilla a la lujuria».

Vio la bebida, tenía unos grumos tan pequeños que no pueden ser vistos a primera vista, ¿si la tira solo la volverá a envenenar? Toda su agua también se ve extraña y huele aún peor, debe advertirle, inclusive las velas poseen una presencia tenebrosa que insta a lo oculto.

Lady Velaryon no usa trucos débiles, envenenó por completo al Lord, aún así él no parecía caer. El aura del lobo es una pared impenetrable, solo el vino que induce a la lujuria logró tocar a su objetivo.

Tomó un papel y escribió rápido: “No beba el vino”, su letras es inclinada por la falta de práctica, ya casi olvida como hacerlo, leyó mucho en la biblioteca de la comarca pero nunca escribía mucho, ¿de qué podía tomar nota?

Mientras él no beba el vino puede romper la influencia de la bruja que finge ser lady Velaryon. Quiso salir del lugar cuando el aroma del lobo, un tinte agrio y peligroso, se extendió por el aire aplastando la influencia de la bruja.

Lyrias entonces supo que Lord Stark se acercaba, cuando Lyrias ingreso al dominio que el cambiapieles se debatía inconsciente con lady Velaryon el embrujo de confusión de Lyrias se había roto. La bruja entró en crisis y buscó un hueco en el cual esconderse.

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Se viene la habitación de baño 🥵

Lord Stark es un loquillo.