La bruja cobarde (Cregan Stark)

Capítulo 37: Tristán Rogare es un adorno

Capítulo 37: Tristán Rogare es un adorno.

“Estar lejos de él es difícil, no sé cuándo me volvió tan dependiente de su presencia o de cualquier cosa que huela o se parezca a él”.

En el pueblo a los pies del recinto de los Glover existe un mercado donde los vendedores ofrecen sus reliquias traídas de islas lejanas, muchos son extranjeros que aprovechan el muelle para ir de paso, al menos están lejos de Winterfell o el guardián los condenaría por estafa, se dice que odia a los vendedores extranjeros, es un hombre hosco con un carácter más duro que una piedra, puede que solo odie a los extranjeros. Se extendieron los rumores al respecto del Lord guardián.

«Él no odia a los extranjeros, qué dicen», si los odiara no se habría encamado con ella tantas veces.

Una joven muchacha caminó por las calles, tenía una túnica vieja y un abrigo pesada sobre sus hombros, paseó sin problema alguno pues aquí en la villa Glover se ven muchos extranjeros de paso, no es un bicho raro. Llegó hasta un puesto donde una anciana tenía una colección de adornos colgados, se acercó para verlos y se dio cuenta de la extrañeza de la mujer: Muy quieta, sus ojos idos y brazos un poco más largos de lo común.

«Es un títere», no es una mujer real, eso solo quiere decir que hay un amo cerca, admiró los adornos colgados y uno le llamó la atención, es una esfera brillante con piedras incrustadas la cual quiso tocar: “¡Sorpresa!”, Lyrias cayó hacia atrás, la esfera dio vuelta transformandose en la cabeza burlona de Tristán Rogare.

—¡Ajaja! —se carcajeó la marioneta y los demás adornos, Lyrias se levantó muy emocionada para descolgar el objeto y abrazarlo, realmente lo extrañó mucho.

«Sabía que eras tú», su instinto se la guió bien, por fin encuentra a su líder.

—Ey, ¿por qué tanto cariño, pequeña muda? —Tristan se descolocó por tanta cariño tan de repente —. El Blackwood no me dio ni un apretón de manos cuando se fue, ese perro desagradecido.

«¿Johaan? ¡¿Dónde está Johaan?!», se separó para trasmitir sus dudas, Tristán es intuitivo y entendió a la perfección: “Johaan Blackwood fue enviado con un grupo de escuderos a patrullar los límites con las islas, luego de la lucha de Lord Stark con el líder Botley donde se cuenta el lobo le cortó la cabeza logrando una victoria aplastante e hizo huir a los hombres ahogados de nuevo a esas islas llenas de mierda, las aguas están tensas y se hace falta orden. Varios hijos de nobles fueron ascendidos, enviados como patrulleros por distintos lados. El brujo Johaan Blackwood fue enviado a los dominios de los Karstark con su amigo Edward Karstark”.

«¿Edward Karstark?», el joven de la casa del sol había regresado, eso sorprendió a Lyrias. Tristán es un brujo fuerte, consiguió un cadáver y lo volvió su marioneta personal, así viaja con otras almas en su carro de utilería esperando al regreso del aquelarre el cual ya comenzó a reunirse de nuevo.

Tristán la invitó a su tienda donde la anciana realizó las tareas de forma automática: “Es mi esposa”, se jactó con broma Tristán, eso le provocó una risa divertida a Lyrias, a veces tiene ocurrencias únicas.

Tristán no está aquí pero casualidad, él siguió el rastro de la bruja cambiaformas como un sabueso, está convencido que él posee a otra mujer y solo por eso dejó ir a lady Velaryon, sin embargo, ¿otra mujer? Quiso saber en quién sospecha la cabeza.

—La viuda del lord menor —reveló la cabeza colgada, fue llevado por la marioneta quien lo cuidó como si fuese una cosa muy delicada.

Lyrias recordó todas las veces que tiró a Tristán e incluso lo encerró en una caja, nunca creyó que él sintiera dolor físico, de pronto tuvo vergüenza. También recolecto un interesante séquito en su camino el brujo, obtuvo algunas almas de brujos muertos para poner en los adornos, es un hombre tirano Tristán Rogare que le gusta esclavizar a otros, aunque estás almas no son para nada inocentes.

La viuda Glover, vive cuesta arriba en una gran mansión la cual está rodeada por flores las cuales reconoce como finger negro, según Tristán la bruja cambiaformas tomó otra víctima luego de dejar a lady Abilysa Velaryon quien quedó muy aturdida al punto de caer en una especie de locura de la que Lyrias reza: “Ojala se recupere”, no es justo que una jovencita llena de vida sea arruinada por una bruja maliciosa.

El festival de las damas está por llegar, es el fin del invierno y con la llegada de una nueva época también se presentan a las damas casaderas de la casa Glover, la madre del Lord guardián fue una mujer de apellido Glover y de nombre Gilliane, es una fiesta importante, en ella fue donde Lord Rickon Stark puso sus ojos en lady Glover.

Lyrias se recostó en la cama hecha de trapos, de por sí Tristán y las almas no necesitan una cama, aquí es donde descansa la marioneta, es duro y frío. Se tapó lo mejor que pudo, tuvo la idea loca, ¿podría ver a Lord Stark en tal celebración? Claro que no, él no viajaría días para estar presente en tal festejo. Además, no tiene idea cómo me fue en la capital con su caso, no es algo que debería importarle tampoco. Aún así, la criatura en su interior se revolcó con fuerza, su tristeza es evidente estos últimos días, cuando Lyrias piensa en Lord Stark es cuando la energía resurge, similar a un cachorro al oír la palabra: “comida, jugar, pollo”.

“Lord Stark”, y la criatura se pondrá eufórica, puede ver su forma en la oscuridad removerse expectante como si buscara con sus sentidos al nombrado hombre, se pone de mal humor cuando no lo halla.

Lyrias quiso saber qué era aquello y se animó a señalarlo, usó su influencia para acrecentar su presencia y así hacérselo saber a Tristán, la cabeza dio un: “hum”, interesado.

«Sí, explícame como sacar esto de mi cuerpo. Es un demonio, un alma errante, ¿qué es? Sea lo que sea su lugar no es en mí», se dijo recostada.

—¿Qué? —preguntó Tristán con tono burlesco —. ¿Ya te diste cuenta que estás embarazada y vienes a presumirme a tu hijo?

Lyrias abrió los ojos de repente y se levantó en un salto, Tristán se interesó por la reacción y no pudo evitar soltar una carcajada.

—¡Espera, espera! —exclamó el brujo —. ¡¿No lo sabías?! ¡Ajaja!

«¿Estar qué?», vio hacia abajo y se dio cuenta muy asustada que había un pequeño montículo que sobresalía de su abrigo, realmente solo creía que había comido mucho en Winterfell por las atenciones de Sara Nieve.

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Un desastre publicar tantos capítulos, se me reinicia el borrador de todo. Me frustró mucho la verdad y dejé se intentar poner las imágenes.