La bruja cobarde (Cregan Stark)

Capítulo 42: Un brujo renace

Capítulo 42: Un brujo renace.

El día que él volvió a caminar entre los mortales.

“No hay nada como estar vivo. Luego de tantas décadas mis esfuerzos han dado fruto. Esa perra debe estar revolcandose en su tumba”.

Lyrias vio a Lord Stark en la residencia Glover, no hay tiempo de pensar de más cuando se tiene una misión. Debe quitar esos pensamientos llenos de un lobo de ojos grises, lo pudo ver solo un momento y eso basto para dejarla sin aliento.

Llegó con sus manos temblando hasta la habitación interna de la residencia, es solo un lugar de descanso sin mayor importancia, lo que tiene de especial es su ubicación en el centro de la estructura.

Por alguna razón en estos últimos tiempos los espíritus no venían a molestarla, solo ahora con la desaparición de Crystan regresaron apareciendo de un lado y del otro como sombras flotantes, burlistas como siempre.

“¿Qué hace la bruja?”, comentó una sombra interesada, no le importa estar hablándole directo en la cara a Lyrias.

“Quemará el castillo”, respondió otra, la residencia Glover también es llamada el pequeño castillo, antes era más extenso pero con las frecuentes tormentas que azotaron se demolió un lado, nunca fue muy grande de por sí.

“Sí, que lo haga”, se burlaron las sombras en la oscuridad, revolotearon a su alrededor animandola, “¡que lo haga!, ¡que lo haga!”, las voces son molestas e inducen al mal.

De pronto pensó en un cierto lobo el cual aún se halla en el castillo menor, debe estar en en comedor del brazo de Delya Glover, ese pensamiento encendió el enojo de Lyrias y quiso quemar el lugar más rápido, pero es excesivo. Nunca pensó encontrarse con él aquí, ¿puede quemar este sitio entonces? Lo pensó y decidió que no podía hacer tal locura, no sin antes asegurarse que él huya primero.

La ilusión de las llamas, que no hieren pero sí se pueden ver, solo hay que alterar la imagen en general, algo muy grande lo cual solo es hecho por una bruja pura la cual no es Lyrias de Kahil, ella es mestiza, o al menos eso escuchó de los rumores.

Aún así lo intentó, se agachó y solo de arrodillas pudo tomar sus manos para recitar en la antigua lengua los patrones: Confusión.

Nada, no sucedió nada, el gentío en el comedor continuó hablando entre risas y aplausos para los músicos.

«Demasiado para un mestizo maldecido», no importa cuánto lo intente, la habilidad es de nacimiento y ella está restringida, unos trucos no la vuelven una bruja libre, detestó sus grilletes los cuales suprimen su influencia y la relegan a la oscuridad de su habilidad natural. Pero hay alguien quien posee un linaje más limpio que el suyo, tanto como para alejar a los espíritus solo existiendo.

«Crystan», lo llamó pero él no salía, pudo verlo dándole la espalda con la cabeza gacha, por supuesto que no es una imagen clara, un alma no tiene forma, pero dejó en claro su depresión por lo sucedido, «Crystan», lo volvió a llamar.

“...”, incluso su silencio es tenso, la escucha pero no quiere hablar con ella, posiblemente nunca quiera volver a hacerlo.

«Sé que te ofendí, pero necesito tu ayuda en este momento», lo acepta, quizás dijo algunas cosas de más a un alma inocente y sensible. Pudo apreciar un ojo de tono claro observarla desde algún lugar, es un gris cristalino casi rozando el blanco de una nube.

“Lo que deseo ante sus ojos será su realidad”, una voz suave y tierna, tanto que podría ser de una criatura pequeña, aunque lleva consigo un aire altivo como ninguno y una fuerza arrasadora. Al instante se oyeron las exclamaciones, las pisadas de las personas huyendo y la presión se fue, es una señal para dar entender: Está hecho.