La bruja cobarde (Cregan Stark)

Capítulo 13: Un sueño de primavera

Capítulo 13: Un sueño de primavera.

“Es normal soñar con hombres hermosos, pero él es aterrador”.

Las manos le sujetaron la cintura, no es suave en lo absoluto, en la cama hubo un rechinido constante que la dejó sin aire con cada movimiento.

Las ventanas estaban abiertas y el viento de la noche entraba como un azote, aún así no sintió frío alguno, el cuerpo del hombre encima suyo la cubre en su totalidad, solo con sus piernas elevadas.

La respiración agitada del hombre le pegó en la cara, él daba respiros largos y soltaba aire caliente.

Lyrias no sabía lo que ocurría justo en ese momento, solo supo que se hallaba en un sueño muy vivido y tuvo una rara sensación en su vientre, miró hacia abajo y sus piernas abiertas la asombraron, más aún al notar un cosa larga y gruesa atravesarla con una facilidad que le sacó un jadeo.

¡No es facilidad en lo absoluto! ¡El hombre que está encima lo hace muy fuerte! ¡La está follando!

Lyrias lo retuvo por los hombros y quiso alejarlo, con cada golpe que le daba al hombre este se ponía más agresivo en sus penetraciones.

Lo siente pero no lo siente, de pronto simplemente se hizo de día y Lyrias quedó tendida en la cama con lágrimas en los ojos, vio hacia donde una figura se paró de espaldas ante la ventana admirado el paisaje de la cuidad con una copa en la mano. En la piel se dibujó los arañazos de una mujer, Lyrias reconoció eso como obra suya, tal vez por eso tiene sangre en las manos.

Se levantó, no podía mover sus piernas por el intenso dolor y un líquido viscoso se derramó de su interior cuando quiso pararse, el ruido hizo que él volteara y Lyrias quedó estática en su lugar.

«Lord Stark», el rostro recién levantado del Lord la dejó aterrada sin poder moverse, por sus piernas fluyó el semen y él bebió de su copa, aunque por un segundo creyó ver una sonrisa de diversión.

Lyrias se despertó en ese momento tomándose el pecho, no podía creer el sueño que tuvo.

«Enloquecí, enloquecí, ¡me volví una mujer loca!», se repetía una y otra vez como un monólogo.
¿De verdad tuvo un sueño de primavera con Lord Stark? Algo en su cerebro debe estar muy mal para fantasear con tal cosa.

Metió la mano en su pantalón para comprobar si esa humedad se debía a su sangrado, pero no lo era, sino un líquido transparente muy abundante el cual salía de su interior.

A esto se llama estar mojada, ¡se mojó por Lord Stark! Un hombre con aura feroz y un rostro tan tosco que podría ser una piedra viviente.

De solo pensar en su cara las paredes del interior se contrajeron logrando que Lyrias se doble sobre su cama, ¿aún despierta piensa en él? No es posible.

Hay un dicho en su isla: La mujer que nunca tuvo un buen hombre acepta cualquier basura para probar una verga.

Lo dicen las ancianas quines critican a las jóvenes brujas las cuales huyen con sus amantes extranjeros, de por sí es raro que nazcan brujos hombres en esta generación. Las brujas abundan pero los brujos escasean, tanto que las jóvenes prefieren huir con no hechiceros antes que compartir un esposo en la isla.

Lyrias nunca había tenido este problema pues ella no iba a casarse nunca, está maldita de nacimiento, ningún hechicero la desposara pero tampoco quería huir con un hombre común: “Un hombre común no podría entenderme nunca”.

Se limpió y cambió dejando esos pensamientos muy lejos de su mente, es solo porque es el único hombre que la hizo temblar la razón de aparecer en su sueño, es solo eso: “¡Un sueño!”, no cambia la realidad.