La bruja cobarde (Cregan Stark)

Capítulo 41: Ver al Lord

Capítulo 41: Ver al Lord.

“¿Por qué está tan enojado? Sus pasos son fuertes y peligrosos”.

Entre la gente bulliciosa un pequeño mendigo intentaba empujar a su paso, decidió agacharse para gatear hasta la entrada donde las puertas de la residencia Glover se abrían, una mujer alta vestida con una capa esponjosa salió a gusto con unas jovencitas del brazo.

“Sigan el plan”, fue la instrucción decisiva de Tristán Rogare, él se mostró muy interesado por el joven Glover, tanto que envío a Johaan a torturarlo un poco con ilusiones de sueño unos días antes, Lyrias se preguntó desde cuándo Johaan hacía ese tipo de cosas sin pestañear, se había vuelto un joven muy cruel en su ausencia el cual usa magia sin consecuencias.

«Debo iniciar el fuego», cuando sea el momento, en su tunica tenía aceite y dos piedras de mecha, solo debe meterse al recinto, aunque no entendía varias cosas acerca del plan de Tristán Rogare, él busca algo, aparte de la bruja.

Por alguna razón tuvo el presentimiento que Tristán y la bruja son dos criaturas de la misma especie y luchan por la misma presa en este momento.

“Lo arrancaré de tu cuerpo sin vida”, confía en Tristán lo suficiente como para estar segura: «él no sacará a Crystan», decidió llamarlo Crystan combinando las palabras con las de su líder, cuando lo supo la cabeza disecada solo abrió la boca asombrado.

“¡Ja, ya aprendiste a alabar a la gente!”, se había burlado, aún así lo aceptó con orgullo, sí, su nombre debe ser transmitido a las nuevas generaciones como los de las grandes patriarcas.

Hay tradiciones extrañas en el norte, la villa Glover está un poco alejada pero aún así mantiene las creencias presentes, en el festival que dio inicio temprano antes que el sol se esconda se acomodó la gente en la entrada.

“¡No empujen!, “¡yo estaba primero!”, se escucharon de un lado y del otro las voces, apretaron tanto que Lyrias tuvo miedo de morir asfixiada.

Son un grupo de mendigos, las jovencitas demuestras su buen corazón siendo piadosas con ellos, es una virtud muy valorada para los norteños, una esposa debe ser bondadosa. Lyrias vestida con las ropas grandes ocultando su embarazo se adentró al grupo, las jovencitas les entregaron monedas, más bien sus sirvientas lo hicieron: Tienen riqueza y un buen espíritu para con los necesitados.

Se aproximó en la fila para acercarse a las puertas, solo necesita un segundo y entrará, aceleró sus pasos y se filtró por un costado al patio donde la familia noble aprovechó el buen clima para sentarse, sus sirvientes calentaron sus cuerpos con los braceros, ella no fue la única quien se coló, una docena entera de mendigos y dementes pasearon por el lugar perdidos, en la multitud de invitados nobles hubo exclamaciones: “¡Saquenlos de aquí!”.

Quedó gratamente sorprendida al ver el jardín del recinto, es un lugar grande con árboles de hojas blancas y muchas estatuas las cuales supo eran en homenaje a Lores ya fallecidos. Pronto caerá la noche y con ello las nobles familias norteñas se adentraran al comedor de la residencia, en las calles también se servirá comida de igual manera a todos los pueblerinos.

Lyrias usó su influencia escondida detrás de una estatua, se quitó la túnica andrajosa revelando un vestido muy similar al de una sirvienta, se lo robó a una en realidad, quiso ir agachada pero el niño en su vientre se retorció, «qué ocurre», retó preocupada, de pronto la criatura que había estado tranquila se removió con fuerza llamado su atención.

“¡Está aquí! ¡Está aquí! ¡Está aquí!”, no tiene voz, es solo la influencia de su alma haciéndose presente, Lyrias se preguntó a quién se refería su hijo, ¿quién está aquí? Se escabulló hacía dentro con una bandeja que tomó de una mesa, gracias a los dioses su vientre puede disimularse con un cinturón pues no es uno grande que resalte como los de otras mujeres, además, no es raro ver jovencitas en estado, los norteños son hombres viriles que adoran sembrar su semilla.