Capítulo 22: La volvió a j0der

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Capítulo 22: La volvió a joder.

“Es tan grande y aterrador como lo recuerdo”.

Por los pasillos del castillo se escucharon los pasos acelerados y tropiezos de la chica siendo arrastrada, hasta llegar a la habitación donde de un tirón la hizo entrar, todo el brazo cabe en la palma de esa mano cayosa.

Lord Stark arrojó a una bruja malvada a la cama, ella rebotó y casi cae al otro lado por el golpe, la lanzó con tanta facilidad que asusta, similar a tirar un pequeño animal indefenso.

«Tan fuerte», con una sola mano la había hecho volar más de un metro. Ella gateó hasta un rincón esperando que la cura haga efecto, aunque sepa que él no está bajo el efecto de la lujuria del veneno, tiene la ligera esperanza.

¿Quién es tan idiota como para seguir bebiendo un líquido que le advierten está envenenado? Sea verdad o no, nadie con sentido común lo haría.

Cregan Stark no lo hizo, tiró el vino de inmediato tras leer la nota.

Lyrias se preguntó qué haría ahora el hombre, ya la trajo hasta aquí, ¿para qué? ¿Sacará su enojo golpeandola como aquella vez? El miedo solo crecía.

Lord Stark quiso tocar las heridas en su espalda comprobando si había sangre, con el líquido en sus dedos dio un pequeño resoplido.

—¿Quieres que juguemos rudo? —lanzó la pregunta con un tinte de oscura diversión, Lyrias negó con la cabeza y el Lord pareció interesado por la reacción —. ¿No? ¡Ja! Ya veo, te gusta fingir inocencia pero en realidad eres una mujer fácil y sádica, ¿es eso?

«¡¿Acaso su excitación no se debía al vino envenenado?!», este hombre es un demente, la lujuria en su cuerpo solo fue exponenciada por el veneno que induce a la lujuria, es su naturaleza entrar en celo cuando es molestado por alguien a quien desea, ¿la desea a ella? ¡Es imposible!

Tal vez es solo un medio sencillo para desahogar su tensión, no puede ir directamente con la hermosa lady Velaryon, y Lyrias agradece que no lo haga pues su deber se complicaría si ella obtiene lo que quiere de él.
Por otra parte, tampoco está feliz de ser el centro de su deseo carnal en este momento, todavía recuerda lo cruel que es en la cama, su cuerpo lo recuerda muy bien.

Su diversión está mezclada con enfado, su excitación también, todo en él siempre está mezclado con ese enfado palpable.

—¿Tienes alguna nota para esto? —Subiendose a la cama quitó la toalla dejando ver su abultada erección, el mástil se levantó con altivez: Rojo, grande y con una cabeza de tono intenso tan inchada que podría explotar en cualquier momento.
Lyrias tuvo miedo y retrocedió, apretó las piernas, ¡no lo hará!

El Lord la llamó con un gesto, la muchacha se pegó al respaldo de la cama sin querer acercarse.

—Ven, pruebalo —ordenó, su voz firme con la exigencia —. ¿Sabes lo que te estoy pidiendo? —se digno por investigar mientras comenzaba a darse calma masturbandose.

¿Sabes de lo que habla? No es difícil, “probar”, quiere que ella haga esas cosas que hacen las cortesanas de las ciudades libres, aunque en Kahil la gente era muy reservada sí hubo un tiempo de muchos viajeros donde los lysenos paseaban por la isla con libertad. Además, los libros también pueden enseñar de placer aunque en el recinto de la matriarca esten prohibidos los hombres. Ante esto, Lyrias asintió, tiene una remota idea de lo que quiere y no le agrada.

—Si lo sabes entonces qué esperas, ¿quieres que vaya por ti? —las amenazantes palabras del hombre la hicieron negar, el Lord dio un suspiro frustrado —. No soy un hombre paciente, no me hagas actuar como una bestia y ven aquí ahora que aún tengo todos mis sentidos... Y tal vez... salgas de esta habitación pronto.

La bruja cobarde (Cregan Stark) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora