Capítulo 50: Conocer a Merlla Rhyor

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Capítulo 50: Conocer a Merlla Rhyor.

“Sin duda, un brujo completo”.

Fue despertando aquella mañana solo para llevarse una gran sorpresa, en la cama otra persona se recostó procurando no tocar donde la madre y su hijo hacían su nido cálido, afuera apenas era de madrugada, nunca se hace por completo de día en esas fechas, son las más frías del año, al menos eso escuchó Lyrias, en la habitación todo está sellado y es caliente para la comodidad de la madre e hijo, eso conlleva un tremendo esfuerzo por parte de los sirvientes.

Lyrias vio al hombre dormido, se preguntó cuándo había llegado y que hacía descansando en la cama, no lleva botas pero sí su «para nada cómodo» chaleco con la hebilla del lobo mostrando los dientes. Algo dentro suyo saltó feliz al verlo de nuevo, creyó que ese pesar por no saber nada de él la atormentaría el resto de este transcurso, fue como un gran peso levantándose de su pecho: “Sí regresó”, el bebé también se había despertado con el movimiento de su madre y levantó su cabecita, esa nariz tan pequeña como un lindo pompón se frunció, olió un aroma familiar, uno que le gusta mucho. Lyrias admiró contenta como Crystan encontró a su padre recostado del otro lado de la cama, es muy débil y no puede gatear hasta él, ella lo ayudó acercandolo para ponerlo entre sus brazos donde el niño se hundió feliz.

Aún tenía tiempo para dormir, decidió dejar al bebé jugar con la hebilla de su padre, durmió un poco más con ese sentimento de protección rodeadola, es una hermosa fantasía. Al despertar halló de nuevo a Crystan cerca suyo, en el borde de la cama se colocaron unas mantas para que el bebé no caiga por error, fue una muralla “exagerada” pero muy bien construida, un gran trabajo, él ya se fue hace solo unos minutos pues en el aire quedó impregnado su esencia: posesivo, amable y muy relajado.

Ahora sabe cuál es su estado de ánimo, no está frustrado como la última vez sino muy relajado, Lyrias se preguntó qué había cambiado en ese duro corazón para revelar tal sentimiento.
Los días siguientes fueron similares, lo podía oír llegar muy tarde en la noche pero no irse a la madrugada, llega tarde y se ve muy temprano. Lyrias siempre deja a Crystan justo en el medio para que se le sea fácil rodar hasta el pecho de su padre como le gusta al “niño consentido del lobo”, le gusta que ambos se tengan aprecio. No importa la relación de los padres, ellos pueden pelear e inclusive odiarse, los hijos nunca deben ser manchados con odio y aborrecer a sus propios padres. Además, el brujo sabe y entiende cosas, quizás más que la misma Lyrias.

“—Lord Stark estuvo aquí anoche también —comentaban las cuidadoras entre ellas muy contentas, se reían tan alegres y abochornadas.

—Por supuesto —dijo la líder de las mujeres, su nombre es Lía y procuró no subir mucho la voz pues la mujer muda veía por la ventana hacia afuera señalando la calle para su hijo —. Lord Stark parecía tanto a su hijo.

«Ambos se llevan bien», pensó Lyrias, claro que las escucha, pero no dará señales de ello pues está feliz, la dejan vestir pieles y abrir la ventana para mostrarle a Crystan la calle por donde la gente cruza. Tal vez tuvo algo que ver el haberle acariciado el brazo por largas horas al hombre mientras él dormía, muy posiblemente transmitió su petición de salir sin darse cuenta, esto es lo más cerca que está de salir según la permisividad de Lord Stark”.

Luego de poder levantarse por su propia cuenta y vestir una capa de piel, puede salir hasta la puerta aunque la cuidadora Lía esté todo el tiempo pegada a su espalda vigilandola.

El día que Lyrias de Kahil conoció a Merlla Rhyor, su prometido brujo de linaje puro, el frío no heló tanto como acostumbra, Cregan Stark se levantó como de costumbre más temprano que madre e hijo y se marchó no sin impregnar su aroma en ellos, el bebé enseñó orgulloso el aroma de quien lo respalda. Esa mañana Lyrias se paró en la puerta viendo a la gente pasar, envolvió a Crystan en su manta amarilla ya lavada, por alguna razón le parece que es la mejor para él pues ese amarillo combina de manera espléndida con sus ojos grises claros cual agua cristalina.

La bruja cobarde (Cregan Stark) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora